Mi Secretaria.

Encuentro Desagradable

Corea Del Sur:

Jiho estaba en el aeropuerto, estaba esperando ver desde lejos a Arin quien ya había tardado un poco en salir. Y es que estaba preocupada, durante las últimas veinticuatro horas no le había atendido el teléfono y no sabía qué hacer al respecto. Tomo su celular y llamo una vez más.

Sin embargo, entre su distracción, alguien le tapó los ojos por detrás y está un poco asustada intento zafarse.

-¿Me extrañaste? -le dijo Arin soltandola.

-¡Arin! -le dijo Jiho con emoción y abrazándola fuertemente- Te extrañe mucho... Ya quería tenerte entre mis brazos una vez más.

-Yo también te extrañe... -sonrio fingidamente, aún no se le olvidaba que había descubierto lo que Jiho hizo- Me hiciste falta...

-Quisiera besarte. -Jiho se separó y tomo la maleta de Arin- Me escape de mi casa, podemos ir a comer algo ¿Tienes hambre? -le pregunto animada y con una sonrisa de oreja a oreja.

-Desayune en el avión... -dijo un poco desanimada.

-¿Sucede algo?

-Cariño ¿Porque tardas tanto? -interrumpio la mamá de Arin y detrás de ella estaba su chófer, se acercó a Arin y le dio un beso en la mejilla- ¿Cómo estás, Yewon? Mirá, te explico. Jiho tiene que atender unos asuntos con su padre antes del evento de esta noche, así que como ella estará ocupada tendrás que acompañarme...

-Pero... -Jiho la miró confundida- Mamá, ya tenía planes.

-Tu ve con tu padre, yo tengo que hacer unas cosas y ¿Arin, verdad? -Arin asintió un tanto apenada- Ella podrá ayudar... Asi que... Park, lleva esta maleta y llévame al departamento de Seúl.

Por parte de la señora Kim, ambas fueron separadas, Park, el chófer llevo la maleta al auto y Yeyeon miro una última vez a Jiho.

-Te vemos esta noche en la boda de Siwon... Espero que te pongas el primer vestido y, lo más importante. Vas con Ellie para que prepare tu peinado.

-Si mamá, lo haré. -se acercó a Arin y le tomo la mano sonriendole- Te veo en la noche.

-Te cuidas. -Arin le sonrió levemente, luego Jiho se fue caminando rápido hasta su auto.

-Muy bien Arin, tengo muchas cosas que hablar y hacer contigo. Primero vamos al lugar donde te hospedaras.

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La tarde y parte de la mañana de ese quince de diciembre había sido algo eterno, pues Yeyeon había puesto un tanto incómoda a Arin. Claro, Yeyeon era amable, demasiado a decir verdad, fue demasiado gentil al prestarle una casa que le pertenecía a sus padres mientras ella estaba allí, aunque era demasiado enorme Arin no estaba acostumbrada a tanto lujo.

-Date una ducha, y solo sal con tu ropa interior. Te daré un vestido que se te verá hermoso, lucirás más que las hijas de los socios de la empresa.

-Pero, yo traje ropa linda y decente para este tipo de eventos... -dijo Arin apenada- No es necesario que me de ropa.

-Arin, no dudo que luzcas realmente linda en tu ropa, solo que por naturaleza yo soy así... Y... -se acercó a Arin, la tomo de los hombros y paro delante del espejo- Eres hermosa, muy buena persona hasta donde me ha dicho Jiho ¿No quieres que esta noche Jiho te vea mucho más que hermosa?

-Pues si... La quiero pero...

-Entonces duchate y vienes para que preparemos todo, mientras, yo también me iré arreglando.