Entrenamiento

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La mañana siguiente se sintió acogedora para ambos. Estaban desnudos, y sintiendo cada extremo del otro. Unos brazos envolvían al pelinegro por la cintura, mientras unos cuantos besos se asomaban por su cuello.

—Buenos días. —susurró Thor. Continuando con los besos— ¿Cómo dormiste?
—...Llevo años sin dormir tan bien.—sonrío—El sexo de anoche ayudó...—se volteó hacia él—Pero estoy dispuesto a darte un poco más. ¿Qué te parece? —se acercó a una peligrosa distancia de sus labios, y le susurró—Una compensación... Después de todos estos años de mal comportamiento. 
—¿Compensación? —Thor rió y se mordió el labio—No lo creo, debería más bien castigarte por todo los daños cometidos...—Loki se acercó a su oreja.
—Castígame...hermano. —mencionó con un cambio en su voz, como si estuviese gimiendo. 
Thor no se resistió. Se metió bajo las sabanas y comenzó a chupar su miembro. La respiración de Loki se volvió agitada, y creyó sentir el aumento de temperatura en el ambiente. 
—Métemela...—dijo el pelinegro en voz baja. 
—Yo no hago eso hasta la tercera cita.—Strange estaba parado en la puerta de entrada. Burlándose de la situación comprometedora en la que había encontrado a los dioses. Loki empujó a Thor rápidamente, y este se quejó, saliendo de las sabanas. 
—Stange...que gusto. —habló Thor con el ceño fruncido. 
—Les dije que vendría temprano. —observó a Loki, esbozando una sonrisa burlesca— ¿No me devolverás la broma? 
Loki estaba molesto, pero suspiró e intentó seguir el juego.
—No me haz quitado los ojos de encima, ¿quieres un trío Strange? porque el entrenamiento podría esperar...—Aquella mirada maliciosa ruborizó al Doctor. Y dejó a Thor con preocupación y nerviosismo. 
—Tenías que volverlo inapropiado...—Strange se giró— arréglense, vístanse con ropa ligera. Estaré en la sala. 
Se marchó enseguida, y ambos se metieron a la ducha. 

Hubo un silencio incomodo, Loki pensaba que Thor lo manosearía con gusto, pero realmente parecía querer terminar  de bañarse.  
—Bien, ¿qué te pasa? —Loki se había cruzado de brazos. 
—¿A mi? y-yo no —tartamudeó—Bien...¿Por qué parecen tan unidos ustedes dos? 
—No lo estamos, yo siempre me burlo de la gente. —rió 
—Eso es un hecho. Pero...—suspiró, apagando la regadera— No quiero volver al mismo comentario de ayer, pero parece coqueteo. 
—¿Estás molesto? —suavizó la voz. 
—¡Hey, no me manipules!
—Bueno...yo insisto en que no me gustan los midgardianos. Me agrada el poder —enfatizó aquellas palabras—el real. —volvió a encender la regadera— No desconfíes de mi, no ahora. 

Loki lo abrazó, con cierta ternura que conmovió al dios del trueno, decidiendo que seguiría confiando en su palabra. Terminaron rápidamente de bañarse, y al llegar a la sala se encontraron a Hela jugando con Strange. 
—Tío Strange, ¿puedes transformarme en una mujer genial y poderosa? como lo hace papá. —la niña estaba emocionada.
—No, pero puedo...—miró a los dioses que ya estaban listos— Enviarte a la casa de tu abuela, porque tus padres deben salir. 
—¿Qué? ¿Dónde van? ¿quien me llevará a la escuela?
—Mira Hela. —Loki la tomó en sus brazos— Ambos tenemos que hacer algo muy importante. Algo que nos tendrá alejado de casa por un tiempo... 
—Así es. —comentó Thor con un ligero entusiasmo heroico, para alegrar a la niña— El mundo entero depende de nosotros.

—...Hay un montón de héroes en el mundo.   —frunció el ceño—¿Por qué ustedes?
—No te mentiré. Ninguno es tan fuerte como Thor...—le dirigió una mirada a su hermano— El vengador más fuerte, dicen por ahí. —Thor sonrió. 

—Y ninguno es tan astuto, inteligente y manipulador como Loki. —Loki blanqueó los ojos por la ultima palabra—Por eso debe venir. 
Hela se veía triste. Controlaba sus lagrimas porque quería lucir valiente frente a sus padres. Alguien digno de llamarse su hija. 
—...¿Cuanto tiempo será? navidad es en unos cuantos días...
—No podremos estar para esa fecha. Volveremos en tres semanas quizás. Pero te prometo que volveremos. —Loki parecía más afectado que Thor, lo cual era extraño, él no era el tipo de persona que se apegaba tan rápido a alguien. 
—Quiero ir con ustedes. Ayudaré, me pueden dar poderes...el tío strange... —Loki besó su frente. 
—Es peligroso, y sería alarmante si desapareces. Creerían que te secuestramos. —la abrazó— Se que no es fácil tener a tus padres alejados. Pero haré lo imposible para llegar antes.
—¿Lo juras?
—Lo juro. —se realizó el ultimo abrazo entre los tres. 
 Strange la dejó en la casa de su abuela, diciéndole lo mismo que los "padres" le habían dicho a Hela. Loki sintió un vacío tras despedirse, porque si bien no era su hija, la sintió como tal estando allí. Era la mejor versión de Hela que iba a conocer, y probablemente la única versión de una hija que tendría.  
—...¿Estás llorando? —le susurró Thor
—No. —desvió la mirada. Thor lo abrazó 

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