Habían pasado dos semanas desde entonces. Zed yacía en su escritorio escribiendo unas de sus tantas confesiones. A nadie podía decirle lo que pasaba por su cabeza, la culpa lo estaba superando. Comenzó incluso a cuestionarse sus propios propósitos ¿Valía la pena hacer todo esto por una nación ingrata? Todo el movimiento de la orden de las sombras era mal visto, incluso cuando buscaban el mismo objetivo.
Se sentía fatal, no dejaba de pensar en que jamás volvería a verlo. Extrañaba tanto sus insinuaciones, incluso las que resultaban molestas. Los acólitos de la orden comenzaron a notar esto, por lo que comenzaron a surgir rumores de que Kayn y Nakuri jamás regresarían. Sentían lástima por Zed, aunque no podían ver el rostro del mayor y su actitud fuera imponente como siempre, varios lograron darse cuenta de que miraba desganado aquella banca en donde Kayn solía elongar.
—El maestro Zed debe estar destrozado. Kayn era como su hijo.— Comentó un acólito.
—¿Deberíamos preguntarle? Dudo que quiera hablar de eso. Es más, puede que se desquite con nosotros.— Comentó la chica a su lado.
Zed los miró, sabía que estaban hablando de él.
Iba a darles una reprimenda, mas fue interrumpido por otro de sus acólitos.
—Maestro Zed, llegó una carta para usted.—
Zed se la arrebató de las manos, casi de forma salvaje. Abrió el sobre encontrándose con la nota, la leyó ahí mismo.
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Tengo noticias sobre el tema que ya sabes. Cuando quieras coordinamos un encuentro y hablamos al respecto.
— Shen
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Zed por un momento tuvo la esperanza de leer noticias de Kayn, mas era simplemente otro recado del ojo del crepúsculo. Arrugó la hoja de la frustración, llamando la atención del acólito que le había entregado la carta.
—No te preocupes, estoy bien.— Dijo Zed.
El albino intercambiaba correspondencia con Shen hace poco más de un año. Nadie sabía de la tregua que habían hecho, nisiquiera Kayn.
Se reunieron un par de veces. El de los ojos cyan prefería hablar de todo personalmente, encuentros que solo se limitaban a discutir los pasos de su enemigo en común.
Lo que menos quería Zed era amargarse aún más con noticias del demonio dorado, mas no podía dejar que sus sentimientos interrumpieran sus planes.
—Si la carta acaba de llegar, entonces Shen sigue en el pueblo como de costumbre.— Pensó.
Se equipó con lo necesario y salió en su búsqueda. Sabía perfectamente donde iba a encontrarlo.
Cuando se alejó del templo, distinguió una extraña silueta a lo lejos. Generalmente nadie rondaba por esos lados, la leyenda de la orden de las sombras había infundido terror en gran parte de Jonia, por lo que pensó de inmediato en que se trataba de un espía.
Zed preparó sus cuchillas y se escondió velozmente en el árbol más cercano.
Cuando sintió los pasos cercanos invocó una de sus sombras y lanzó shurikens sombrías, todo en milésima de segundo.
—¡Agh!— Escuchó seguido del satisfactorio sonido de su presa cayéndose.
Cambió lugar con la sombra aún con posición de ataque. A quien se encontró le hizo bajar la guardia al instante.
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[Temporada 2] Odio lo que me haces hacer. ~ Zed x Kayn
Fanfiction[Secuela de odio lo que me haces sentir] A pesar de que tenía dos futuros posibles compartían el mismo camino: el sufrimiento. ⏺Los personajes de esta historia pertenecen en su totalidad a Riot Games. ⏺Los imágenes puestas pertenecen a la talentosa...