Sombras de culpa

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Llegaron al templo con pasos acelerados. Zed arrastraba a Kayn sujetándolo de la muñeca.

Al pasar por la entrada llamaron la atención de varios acólitos que hacían guardia. Zed no miró a ninguno, mas Kayn se dio cuenta de la intriga mientras atravesaban el pasillo principal.

Zed se detuvo en la habitación del menor.

-Deja esa maldita guadaña en tu habitación y cubrela con una sábana. Te esperaré aquí afuera.-

Kayn obedeció. Al principio la guadaña maldijo un sin fin de veces al ver como Kayn la cubría con la primera sabana que sacó de su cama. Apenas tuvo el contacto con esta, se convirtió en cenizas, lo cual indicaba que no podría esconderla tan fácil.

Decidió dejarla detrás de su guarda ropas, así no estaría a simple vista si alguien entraba a su habitación.

Luego salió, siguió a Zed intentando seguirle el ritmo en su andar. Lo dirigió a su habitación, apenas entró se quitó el Yelmo como era de costumbre, mas a diferencia de otras oportunidades su rostro reflejaba furia.

-Kayn, no sé por dónde empezar. Lo que hiciste hoy... Superaste los límites.-

-Zed, solo quiero saber la verdad.- Dijo el pelinegro. -¿Por qué no me comentaste nada? Hace un par de semanas me hablaste de tu antigua relación con el ojo del crepúsculo ¡No tenías que ocultarmelo!-

-Tu no tienes derecho de meterme en mi vida en primer lugar.- Dijo tajante. -Encima revelaste que sabías más de lo necesario.-

-¿Por qué no? ¿Acaso no soy especial para ti?-

-Tu y yo no tenemos nada formal, Kayn. Dijiste que serías paciente.-

Kayn guardó silencio unos segundos.

-Quiero ser paciente, pero siento que te estás aprovechando de mi lealtad.- Dijo. -Me prohibes ver a Akali, pero tú puedes encontrarte con tu ex amante sin problemas ¿Crees que está bien?-

Zed rió un poco.

-Kayn, tú y yo no somos iguales ¿Cuando lo vas a entender?-

-¿A qué te refieres?-

-Sigo siendo yo el que de las órdenes, tu único deber es cumplir con lo que digo y no interferir en mis planes.-

-Entonces... ¿Quieres que esté sometido a tu voluntad y no me queje de nada?-

-Exactamente. No estás capacitado nisiquiera para tomar tus propias decisiones por ahora. Haz hecho todo mal.-

Kayn frunció el seño.

-No soy un esclavo, Zed. Sabes muy bien que te sirvo voluntariamente, ¡Pero no puedes aprovecharte de esta manera!-

-Si fueras más obediente, no estarías en esta situación. Te dije claramente que quería al darkin destruido, Kayn. Ahora que te tomó como su portador es casi imposible deshacernos de él. -

Kayn desvió la mirada sintiendo la culpa, mas no dijo nada.

-Por cierto, sobre lo que quieres saber... Shen y yo no tenemos nada más que una alianza.-

-¿Alianza?-

Zed se tomó unos segundos para tranquilizarse.

-Kayn...- Dijo Zed mirándolo fijamente a los ojos. -¿Te haz preguntado alguna vez como me convertí en lo que soy ahora?-

-¿La persona genial que eres?-

Zed rió un poco.

-Sí tu opinas así, está bien. Mas no siempre he sido el hombre que intenta someter a todo el mundo. Yo antes pertenecía a la orden Kinkou, pero eso ya lo sabes.-

[Temporada 2] Odio lo que me haces hacer. ~ Zed x KaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora