[Temporada 2] Odio lo que me haces hacer. ~ Zed x Kayn

Marca de la muerte

Kayn se había calmado con dificultad. Se sentó aún desnudo en la orilla de la laguna con los pies aún en el agua mirando su reflejo.

Volvieron esos pensamientos, tan injustos que lo atormentaban. Zed lo había dicho antes y se lo volvería a repetir: no tenían nada formal, por tanto, no tendría que darle explicaciones ni negarse a hacer algo por él.

Lo único que podía hacer al respecto era quedarse callado e inventar una excusa. Tendría que conseguir la información de otra forma.

Mas ahora era difícil. Lo que había hecho era sentenciar toda buena relación con Irelia.

Pensó por un buen rato moviendo sus pies en el agua sin iluminarse de alguna idea.

Se vistió y volvió al templo.

.

Irelia corrió en línea recta. Estaba sonrojada y empapada de pies a cabeza mientras pensaba en lo idiota que había sido al irse sin negarlo.

Cuando llegó al templo llamó la atención de todos los sirvientes, guardias y operadores.

—¿Comandante Irelia? ¿Se encuentra bien? —

Irelia asintió, luego ordenó que le prepararán el baño y ropa limpia.

—¿Irelia? —

Karma salía de la sala de reuniones junto a Zed. Al verla en ese estado se quedó perpleja.

—Tu acólito... — Sus palabras se pronunciaban con ira. —... Ese maldito intentó abusar de mi. —

—¿Kayn? ¿Estás segura? —

—¡Sí! Me lanzó junto a él al agua y me aprisionó. Estaba convencido de que yo también lo quería ¡Está loco! —

Karma posó una de sus manos en su hombro.

—Tranquilizate, no te pasó nada malo. —

—¡¿Cómo quieres que me tranquilice?! ¡Es un sucio! —

—Te lo mereces. —

Las palabras de Zed sonaban tan secas que dejó a las otras dos sin habla.

—Lo maltrataste y lo mantuviste en un pésimo estado. — Volvió a hablar. —Seguramente quiso hacerte pasar un buen susto. Kayn es así, no deja que nadie lo dañe gratis. —

—¿Estás justificando una acción tan indecente? —

—¿Y no es una atrocidad haberlo secuestrado y tratarlo como una escoria? Irelia, te lo advierto: si te metes con Kayn te metes conmigo, y considera que yo puedo ser mucho peor que él. —

Irelia se cruzó de brazos sin decir nada.

—Le debes una disculpa desde ahora. —

—¡¿Qué?! —

—Lo que escuchaste. También quiero que duerma en una digna habitación con todas las comodidades. —

—Las habitaciones son para huéspedes importantes. Solo tú puedes tener el privilegio de tener una habitación. —

—Bien, entonces dormirá conmigo. —

Irelia alsó una ceja, mientras que Karma se tapaba la boca conteniendo una pequeña risa.

—¿Por qué pones esa cara? Es una solución sensata. —

—Me molesta que siempre termines haciendo todo lo que quieres. —

—En vez de molestarte, deberías tomar nota y reflexionar qué es lo que haces mal para que yo siempre te gane. —

Irelia apretó los dientes y frunció el ceño.