Los días pasaron. Kayn se mantenía estable y sus heridas sanaban con rapidez. Los demás acólitos comentaban inquietos sobre el cambio del pelinegro, mas Zed evitaba las preguntas a toda costa, aunque sabía que no podría hacerlo por siempre.
Aún no sabía que decirles. Sabía que muchos se alarmarían si les confesaba que Kayn estaba corrupto por un ser milenario que quería tomar su cuerpo para acabar con todo.
Estaba consciente que en cualquier momento, la guadaña podría tomar por completo. No era para nada seguro vivir con el portador de un darkin, de hecho había leído sobre una reina que ordenó ser enterrada viva al ser portadora de uno de los demonios milenarios. Fue la única forma de detenerlo, mas no fue absoluta.
Sabía que Kayn era peligroso, sabía incluso que mientras durmiera podría despertar a mitad de la noche con la guadaña clavada en su abdomen, mas se negaba a acabar él.
Cuando se recuperó finalmente, Kayn vistió una de sus yukatas que tenía guardadas en lo más escondido de su guarda ropas.
Después del baño se sentía como nuevo. Pero siempre le estresaba la parte de desenredar su cabello.
Usaba el peine con demasiada torpeza. Su paciencia para cosas por el estilo era escasa. Muchas veces maldecía tener el cabello así de largo, pero sabía para cierta persona era símbolo de belleza.
Kayn no solo quería ser fuerte y atractivo, quería ser perfecto.
Zed entró a su habitación, aunque para su sorpresa, vestía una de sus yukatas también. Se había cubierto el rostro con su yelmo, mas se lo sacó apenas entró.
Kayn se sintió feliz por la visita, pero no lograba comprender el porqué de su vestimenta.
—¿Por qué me miras así?— Preguntó Zed.
—Está pensando en que quiere que te lo folles.— Comentó Rhaast desde la pared.
Kayn lo ignoró, mas hizo una mueca de disgusto.
—Te estás controlando bien, Shieda. Tan solo recuerda lo que hablamos, es importante que gobiernes tus sentimientos.—
Kayn asintió.
—¿Por qué estás vestido así, Zed? No es normal que vistas ese tipo de prendas, generalmente lo haces para ocasiones festivas.—
Zed sonrió.
—Uhm, así que lo olvidaste...—
Kayn lo miró sin entender.
—Estoy vestido así porque estás de aniversario. Feliz cumpleaños, Shieda.—
Kayn se sorprendió, realmente lo había olvidado.
—Vaya... Creo que he estado viviendo un mundo aparte, ni recordaba qué día era.— Dijo con una sonrisa nerviosa. —Gracias, Zed. Me hace muy feliz que lo recordaras.—
—Bebamos un poco de té ¿Te parece? No podré quedarme mucho tiempo, más tarde tengo una pequeña reunión.—
—¿Con quién?—
Zed no respondió de inmediato.
—Asuntos externos, no te preocupes.— Dijo. —Por cierto ¿Quieres que te ayude con eso?—
Zed apuntó el peine que aún estaba en las manos del menor. Kayn asintió emocionado, siempre le gustó ser peinado por el mayor.
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[Temporada 2] Odio lo que me haces hacer. ~ Zed x Kayn
Fanfiction[Secuela de odio lo que me haces sentir] A pesar de que tenía dos futuros posibles compartían el mismo camino: el sufrimiento. ⏺Los personajes de esta historia pertenecen en su totalidad a Riot Games. ⏺Los imágenes puestas pertenecen a la talentosa...