Peligro

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—¡Shen! ¡Espérame!—

La jovial voz del albino lo llamó mientras corría hacia él. El niño de rostro sereno no le pasaba por más de tres años. Apenas lo escuchó, se dio la vuelta.

—¿Zed? ¿No estabas enfermo?—

—¡Ya me siento mejor!— Dijo con una radiante sonrisa.

—Es bueno saberlo; pero las ordenes han sido claras. No puedes salir del templo.—

Zed infló una mejilla.

—El maestro lo entenderá. Sólo ordenó mi cuarentena porque apenas podía moverme ayer. El surtido de yerbas que me diste fue muy efectivo ¡Realmente me siento mejor!—

El adolescente lanzó un suspiro agotado.

—No vas a dejar de insistir ¿No es cierto?—.

—¡Por favor, Shen!—

—Bien, puedes ir conmigo. Pero si padre pregunta debes dejarme libre de cargos.—

El albino asintió.

Los jóvenes se adentraron en el bosque en dirección al pueblo. Zed vestía una túnica blanca con detalles celestes haciendo juego con su blanca apariencia, mientras que Shen, vestía su túnica azul oscura que le había regalado recientemente su padre por sus quince años.

—Oye Shen, ¿Qué deseo pediste en tu cumpleaños?—

—No puedo decirlo, o no se cumplirá.—

—¡Anda! Somos mejores amigos ¡Casi hermanos! ¿La tradición te ha cumplido algún deseo acaso? Por que a mi no.—

—Cada año, se cumple mi deseo.—

—¿ENSERIO?—

El albino lo miró sorprendido, mas Shen solo contestó con una sonrisa.

—Woah, qué suerte tienes. Supongo que las energías espirituales están siempre de tu lado.—

—Eso dice mi padre, y así lo creo.—

—Uhm...—

El pequeño Zed se vio pensativo mientras imaginaba que clase de deseo podría pedir Shen.

—¿Sí alguna vez no se cumple, me lo harás saber?—

—Por supuesto.—

Dentro de poco llegaron al pueblo. Zed sonrió entusiasmado y miró a Shen.

—Nos vemos aquí en una hora ¿Bien?—

—Casi nunca podemos compartir juntos en la feria artesanal ¿Por qué me evitas?—

Zed se rió.

—Tu seriedad espantaría a mis amigos, Shen. Además, tu me tienes todo para ti en el templo ¿Por qué te pones así de celoso?—

El niño mayor frunció el ceño desviando la mirada.

—No son celos, es solo que es algo grosero.—

—Uhm... Tienes razón.—Dijo —¿Qué tal si después de que termine con mis asuntos paseamos juntos? Enserio necesito hablar a solas con ellos.—

—Bien, aquí estaré en una hora en punto.—

Zed se fue corriendo.

—Este chico, es tan... Especial.—

Zed se preparó para su actuación de siempre. En un sector de la feria vendían libros usados de buena calidad. Los libros eran de todo tipo, inclusive eroticos, sus favoritos.

[Temporada 2] Odio lo que me haces hacer. ~ Zed x KaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora