「 It's Mine - Yoongi & Tú. 」

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-Ya se te veía lo perra, Min Ho al parecer le gustan las zorras.- Sus ojos estaban oscuros y me agarró de la muñeca fuertemente tirándome hasta salir de la casa.

Entré al auto y Yoongi me dio un empujón para entrar más rápido. Mí corazón latía, nunca volveré a una casa que hayan más personas.

El subió y mí corazón latió aún más y más.

-Perra, ya verás en casa, maldita idiota.- Dijo y comenzó a conducir con las venas notables, no pude más y exploté en lágrimas.

-Yoon..

-Eres una zorrita.

Finalmente llegamos a casa, abrí la puerta pero me empujó para que entre y me tiro al suelo.

-Quise cambiar pero lo haces imposible.- Se saco la blusa dejando ver su marcado abdomen.- Lo haremos en el piso. Sacate la ropa y no lo hagas empeorar.

-Por Dios. MIN YOONGI DEJAME HABLAR.- Eleve la voz pero una golpiza de el en la mejilla me hizo callar.

-¡SACATE LA ROPA O TE LA ROMPO!- Grito levantando la mano en forma de amenaza.

-Esta bien.- Saque tres lágrimas en menos de un segundo, Nuevo Récord, Ha-Neul. Retire toda, completamente toda mí ropa. Estaba desnuda solamente para el.

-Mmh, que  preciosa eres.- Relamió sus labios, los dos estábamos acostados en el suelo. Paso su lengua por mis pezones y mordió uno, a lo que Gemí de dolor.

-Duele~.- Gemí

-No me interesa.- Se retiró toda la ropa y retiró su cinturón para golpearla en cada parte de su cuerpo.

-¡BASTA, YOONGI!- Exclamé llorando, tenía el rostro bañado de lágrimas. Me dolía ver a mí esposo, a la persona que juro amarme tratándome a si.

-Callate, ¿A si que besas a otros chicos y a mí no? ¿Eh? Puta.- Me golpeó y se saco el bóxer. Se colocó el condón y comenzó a embestirla de forma descontrolada.

-Por favor, basta.- Susurré.

-Sshh..- Luego de treinta minutos se retiró de ella, y colocó tres dedos en su intimidad.

No sentía placer, sentía un dolor descontrolado. Un dolor no simple, un dolor salvaje, ya no podría caminar. No sentía ni el mínimo de placer.

-Basta.- Grité, me ignoro, como todos los días de mí vida. Comenzó a salir sangre de mí feminidad. Por Dios. Es un salvaje, un idiota.

-Mmh, que rica eres. Ahora quiero sentir placer yo, vamos, lame.- Apunto a su miembro.

-No.- Negué.

-¿Cómo que no?

-¡Que no quiero!

-Estúpida.- Empujó mí cabeza a su miembro y comencé a lamer por obligación.

Colocó su cabeza hacia atrás en una forma de placer, se vino cuatro veces en mí y estuve dos horas lamiendo eso. Me sentía mal, quería volver con Min Ho.

-Oh, nena, si.- Gruñó y se vino por quinta vez. Finalmente retiró su miembro de mí boca y beso la dicha.

-Te amo, eres excelente. Vamos a dormir.

Bastardo.