Como empezó todo... Capítulo 8

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Rush deja de insistir y me subo a mi habitación. Me pongo a editar un poco y pasado un rato, Ro asoma la cabeza por la puerta.

- Chus... - dice mientras cierra la puerta a su paso.

- ¿Qué pasa? - digo tumbada en la cama.

Traga saliva, me mira y dice:

- ¿Te gustaría... qué lo supiera?

Me quedo mirando fijamente por la ventana. Mi cabeza me dice que me deje de tonterías y me quede callada, pero mi corazón me dice que debo hacerlo. Me hago una pequeña lista en la cabeza de ventajas y desventajas, entonces, me digo, "¿Estás tonta?"  Esto no se decide así.

Ro me mira y se muerde la lengua. La miro a los ojos y me lanza una mirada de comprensión.

- Ro... Es imposible intentarlo. ¿Te crees acaso que saldría bien?

- Chus, es decisión tuya, pero yo solo te digo... - comienza a decir, pero se calla.

- ¿El qué? - digo seria - No te calles.

- Jugábais a quereros, haciáis de broma que existia Chush, incluso a veces... Parecía que olvidábais que era eso, tan solo un juego.

Me quedo en silencio y Ro sale de la habitación, dejándome sola con mis dudas.

Pasa una semana, y la pregunta sigue en mi cabeza. Rush acaba de subir "Días de diciembre". Cada vez hay más comentarios sobre Chush. Ro sigue diciendo que lo intente, pese a mis persistentes negaciones. Aunque en el fondo, se que tiene la razón.

Christian viene unos días a casa, para vernos. Se acerca la navidad, y me siento irremediablemente sola. Ro y JP irán a Andalucía por navidad, para ver a la familia de Ro. Rush se irá a Barcelona, para pasar las navidades con su familia, y yo veré a toda mi familia.

JP ha decidido hacer una fiesta con todos nuestros amigos en casa para celebrar las fiestas un poco. Será en unos días e increíblemente, iremos de gala. En una semana todos se van, así que bajo al salón con el portátil para verlos.

- Hola - digo entrando en el salón y sentándome en un sillón.

- Hola - me responden los tres desde el sofá sin separar la mirada de sus móviles/ordenadores.

Me pongo a ver algunos vídeos, entonces, la voz de Rush rompe el silencio que hay entre los cinco.

- Bueno... ¿Y quién viene a la fiesta?

- Vienen Karli, Clau, Videópatas, Curri, Pablo, MolaViajar... - dice JP narrando muchos nombres más.

- Los de siempre, vamos - responde Christian.

Hablamos un poco sobre la fiesta y de la navidad, en general.

- Bueno... ¿Y tú en navidad, qué vas a hacer? - me pregunta Rush mientras teclea en su portátil.

- Pues ver a toda mi familia...

- ¿A todos tus hermanos? - pregunta Ro asombrada - Sois seis hermanos, más tus padres, tus sobrinos... ¡No cabéis!

- Y tú la pequeña de los seis hermanos - se ríe JP - Por lo menos serías la favorita...

- Ojalá - respondo riéndome - La favorita es la maldita de mi hermana...

- Cuéntame más... - bromea Christian.

La tarde se pasa rápido, y por la noche veo series con Rush. Mañana es la fiesta y hay mucho que preparar. Acabamos de ver la serie y me voy a dormir a mi habitación. Siento la cama muy fría, ya estoy acostumbrada al calor de Rush. Me desvelo, y no puedo evitar pensar en lo que me dijo Ro. "A veces, olvidábais que tan solo era eso, un juego", recuerdo. Me voy a dormir con esa frase en la mente.

La luz que entra por la ventana me da en la cara, obligándome a despertar. He pasado mala noche, perseguida por pesadillas sobre Rush. Son las 11:08. Me peino un poco y salgo de la habitación. Bajo las escaleras, y veo a JP barriendo. Paso a la cocina y me preparo el desayuno.

- En cuanto acabes, te pones a ayudar a limpiar, ¿Eh? - dice JP dejando una escoba cerca mía.

- Claro... - digo bebiendo café.- ¿Rush está ayudando?

- Pues se supone que sí...

Sube corriendo las escaleras llamando a Rush, que se intenta escabullir para no limpiar. Acabo de desayunar y me cambio de ropa. Ayudo a limpiar, se nota el ajetreo en la casa. Pasan con escobas, recogedores y no paran de colocar cosas.

Pasado un rato, nos tomamos un descanso. Miro a Rush, esta tan perfecto como siempre, estoy segura de que ha conseguido vaguear toda la mañana.

Acabamos de ordenar, comemos, y llega la hora de prepararse. Me ducho, veo un poco de televisión y abro el armario. Veo todo tipo de ropa: faldas, vestidos, pantalones, blusas... Pero no tengo ni idea de que ponerme. Revuelvo un poco y veo un vestido negro, de tirantes, que me regaló mi hermana hace unos años. Lo cojo, y recuerdo la historia de este vestido. Lo llevé puesto el día que Rush me dijo que tenía novia, aquella noche que me hizo tanto daño.  Aguanto las lágrimas, y pienso que le tengo que dar a este vestido recuerdos felices. Esta iba a ser una gran noche y este sería el vestido que llevaría.

Me pongo unas manoletinas sin tacón y paso al baño.

Son las 18:47, me encierro en el baño con el maquillaje. No me quiero maquillar mucho, no se como ir. Necesito tapar las ojeras que me dejó esta noche de pesadillas, pero quiero ser natural, porque estoy cansada de esforzarme por estar guapa, cuando la verdadera belleza, esta en la naturalidad. O por lo menos eso me dice Ro.

Paso unos minutos allí, sentada pensando en como pintarme. Llamo a Ro, que se que me ayudara.

Entra, coje su neceser y hace "su magia". Me maquilla durante diez minutos, luego se aparta, sonriendo.

- Has quedado preciosa - dice abrazándome.- Estás triste, lo noto. ¿Qué te pasa?

Sonrío levemente, y mascullo un "nada".

- Chus, puedes contármelo. Se que quizás te parezco pesada, pero me importas y quiero ayudarte.

- No necesito ayuda, solo necesito ser fuerte. Y yo sola puedo hacerlo.

Sale del baño, sonriendo, se que con mi respuesta la he dejado más tranquila. Me quedo sentada unos minutos en el baño, intentando ser fuerte. Pero entonces pienso que solo conseguiré ser feliz si lucho por ello.

Cojo aire y salgo del baño. Rush se me queda mirando, y yo a él. Lleva unos vaqueros oscuros, una camisa azul y una pajarita que le hizo una creeper de Rush Smith, de Monsters. Está rematadamente guapo y feliz.

- Estás guapísima - dice sonriendo, mirándome a los ojos.

- Tú también estás muy guapo - digo mirándole de la cabeza a los pies - ¿Así que con una pajarita de Monsters, eh?

- Sí - dice acercándose un poco sin perder el contacto visual - A veces es bueno recordar los viejos tiempos.

Esa frase me trae a la cabeza muchos recuerdos: risas, grabar para la Central, bailar Monsters, sus gafitas, salir de fiesta... No puedo evitar esbozar una sonrisa, como él.

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