Como empezó todo... (Chush)

Como empezó todo... Capítulo 19

Entro en mi habitación y cierro la puerta. Una ola de sentimientos me arrasa por dentro, y lamentablemente, también arrasa a mi alrededor. Oígo a Rush preocupado entrando en su habitación, haciendo cosas. No me gusta verle preocupado por mi, ¿Pero cómo decirle esto? "Hey, hola, que te quiero, pero resulta que creo que también a Ruescas, besitos." Si todo fuera tan fácil...

Saco la foto rota de Rush, Ruescas y yo. Me asusta tan solo pensar en como la rompieron... ¿Estaría enfadado? ¿Por qué todo se ha vuelto tan complicado de repente?

Es extraño como en tan poco tiempo, todo ha cambiado tanto con mis dos mejores amigos. Necesito desperadamente ver a Rush, no aguanto verle sufrir por mi culpa. Pero solo pensar en los besos de Ruescas... Me hace suspirar, recordando sus palabras. "Te quiero". Ojalá yo tuviera valor para pronunciar esas palabras. Todo iba genial, pero llegó Ruescas... Y le ha dado la vuelta a todo. ¿No sería eso a lo que se refería Rush? "Esa persona especial que lo cambia todo". Pero yo amo a Rush... ¿Pero y a Ruescas? ¿Qué se supone que siento por aquella persona que me ha vuelto loca en apenas una semana?

Me pongo música intentando no pensar en ello, pero como no, se me había olvidado el detalle de que casi todas las canciones son de amor. ¿Por qué todo gira alrededor de el? Pienso en huir de mis problemas, pero, ¿Cómo huir de algo que forma parte de ti?

El amor es como una adicción, y lamentablemente, todas las adicciones son malas. Te ciega y te impide ver con claridad. Hace que una persona se convierta en el centro de tu vida. En las películas siempre lo muestran como algo bello, algo perfecto, siempre ves a las parejas felices, sin problemas. Pero en realidad, el amor duele. ¿Por qué siento esto? ¿Por qué viene esa maldita sensación a fastidiarme la vida?

Me tumbo en la cama, apagando la música. Lloro, sabiendo que para este problema no hay ninguna solución. ¿Enfrentarme a él? No es tan fácil cuando no tienes claro ni quien es la persona. Me duermo, vestida, aunque no me importa.

- ¡Chus! - me despierta la voz de Rush.- ¡Feliz cumpleaños!

- ¿Eh? - respondo girando la cabeza.

- Chus, es 6 de enero, ¡Tu cumple!

Me siento en la cama, aún medio dormida. Se me había olvidado totalmente la fecha.

- Para ver tu regalo deberás esperar un poco, pero solo un poquito.- dice abrazándome.

Se pone de pie, y me agarra del brazo.

- ¡De pie, ya! - dice sonriente.- ¡Qué además también es Reyes!

Bajo por las escaleras con él, hasta que llegamos al salón. Allí me encuentro con chocolate caliente, churros y una mini-tartita de chocolate. También veo que hay un pequeño ramo de rosas apoyado en la mesa.

- Esto es una pequeña parte de mi regalo.- dice rozándome la mano.- Te lo mereces.

Desayunamos juntos, de buen humor. A veces cuando estás al borde del abismo necesitas que venga alguien a salvarte. Nos tomamos la tarta y los churros viendo la tele, como en los viejos tiempos, cuando no había pasado nada. Me canta el cumpleaños feliz, gritando un poquito de más, pero así somos nosotros.

- Bueno, mi Wendy Teñida.- dice recogiendo los platos.- Ve a ponerte guapa, yo recojo esto. Hoy es tu día.

Subo las escaleras, mientras le veo recoger felizmente los platos y esas cosas. Dejo el ramo de rosas en mi habitación. Me ducho y me pongo el vaquero negro, una camiseta blanca y una camisa roja encima. ¿Qué pretenderá hacer?

Al salir, le veo esperando abajo, en la escalera, con un vaquero y una camisa gris.

- ¿Ya está lista la princesita del día? Bueno, de todos los días.- dice mirándome a los ojos fijamente.

Salimos juntos de la casa, en silencio. Todo está mejor que ayer, pero aún se notan las huellas de estas dos semanas.

- ¿Adónde se supone que me llevas? - pregunto apartándome el pelo de la cara.

- Al mejor regalo de cumple que jamás te harán.- dice ilusionado.

- ¿Estás muy confiado, no? - digo riéndome.

- Hazme caso, te estoy mimando mucho hoy, ¿Eh?

- Podría ser así siempre.- digo sonriendo.

- Si tú eres mi princesita, Wendy, no paro de mimarte.- dice rozándome la cara.

Seguimos caminando hasta que llegamos a un parque cercano. Vemos a niños jugando, corriendo, riendo. Llegamos hasta un laguito, en donde hay unas barcas.

- ¿Vas pillando lo qué es?

Miro ilusionada el lago, recordando cuando Rush y yo montábamos en las barcas del Retiro. Hace muchísimo de eso... Veo a Rush acercarse al hombre que lleva las barcas, pagándole.

Coge una barca y me da la mano para ayudarme a montarme.

- Entra en la barca destino a Nunca Jamás, donde seremos felices...- dice sonriendo.

Entramos y nos ponemos a remar. Lleva una bolsa grande, supongo que llevará algo para mi.

- Chus, ¿Recuerdas cuándo nos conocimos? Porque ese día siempre está en mi cabeza. Y pensar en todo lo que hemos vivido juntos... Eres la mejor. Me has ayudado con todos mis problemas, incluso llegando al punto de anteponer mi felicidad a la tuya. La verdad, no creo que pueda agradecerte todo esto como te mereces. Así que por lo menos, quiero recordarte los buenos momentos que hemos vivido juntos.

Saca de la bolsa un álbum de fotos, en el que puedo leer "El Álbum de los Recuerdos". Lo abro y veo muchas fotos de las que vi en su caja de los recuerdos. Al lado de cada foto hay una descripción de cuando nos hicimos la foto, que pasó aquel día, algo que aprendió gracias a mi...

- Rush, es precioso.- digo sintiendo como resbala una lágrima por mi cara.- No me merezco amigos así de buenos.

Le rodeo el cuello con los brazos y él me rodea la cintura con los suyos, sonriente.

- Chus, no sabes todo lo que significas para mí.- dice dándome un beso en la frente.

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¡Holi, hey! ¿Qué tal? Siento muchísimo la tardanza :'( Espero que os esté gustando, de verdad! Os quiero muchísimo, no os olvidéis de comentar y opinar y si os ha gustado, compartidlo!

Infinitos besos y gracias <3

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