Como empezó todo... (Chush)

Como empezó todo... Capítulo 31

Me saca una sonrisa, pero sin poderlo evitar, me separo, dejándole con la palabra en la boca.  No puedo parar de pensar en Ruescas, en todo lo que pasó, en Ro... Se como duele darle todo a una persona, y que ella te tire a la basura. ¿Por qué tuve qué estropearlo todo?

Tú te creas una barrera. Una barrera para que nadie pueda entrar en tu mundo. Pero entonces, llega alguien. Tú te esfuerzas taaanto por ser fuerte. Porque no pase nada. Pero entonces empiezan a crearse grietas en tu fuerte muro, mientras tú, estás observando las maravillas que te muestra la otra persona. Esa persona clava su fuerte garras en esas grietas, abriéndolas y entrando. Y entonces, no sabes como, todo se ha perdido en un simple suspiro. Un fuerte sentimiento, el cual nunca comprenderás,  se apodera de ti, haciéndote perder la razón, obligándote a hacer las más fuertes locuras...

Nos subimos en el taxi. Todo tiembla a mi alrededor, como si estuviera sobre una cuerda floja con granadas en las manos. Llegamos al hotel, mientras disfruto de un "agradable" dolor de cabeza. Mañana cogeremos el tren para Madrid a las 8:45, así que cenaremos en el hotel e iremos a dormir prontito.

Tras cenar, con un incómodo silencio, subo a la habitación con Rush, sin dirigirnos ni una misera palabra.

- ¿Te lo has pasado bien? - le pregunto entrelazando mis manos, sin poder disimular mi incomodidad e inseguridad.

- Sí.- contesta serio, con la mirada fija al frente.

Muestra una sonrisa torcida, sentándose en su cama. Entro al baño, me cambio, y al salir veo a Rush en el mismo lugar.

- Todo está bien, ¿no? - rompe el silencio, dejándome sin habla. Ni siquiera se mueve, simplemente se mantiene frío, esperando una respuesta.

- Sí, supongo...- digo tartamudeando, sonriendo pese a la tensión.

Me acerco a él, abrazándole. Apoyo mi cabeza en su hombro, cerrando los ojos.

- No se que haría sin ti...- digo suspirando, intentando olvidarme de todo, como si así todo se solucionara.

Me aparta, brusco, quedándose a un metro de mi, nervioso. Me quedo callada, confusa, mirándole a los ojos, buscando una mirada de comprensión. Pero no la encuentro.

Se mete en el baño, mientras yo me tumbo en la cama, hundiendo el rostro en la almohada, buscando soledad.

- Buenas noches.- murmuro cuando sale del baño.

Apaga la luz, sin darme una respuesta. Me quedo callada, en la oscuridad, dejando que mis pensamientos inunden mi cabeza. Entonces, noto que está despierto, como yo.

- Rush...- susurro, mordiéndome el labio.

El silencio permanece, como si se riera de mi. Siento como si el silencio se riera de mi, el siendo tan fuerte, y yo aquí, débil, temblando en la oscuridad.

- ¿Me puedes explicar qué te pasa? - digo, encendiendo la luz.

- ¿Cómo qué que me pasa a mi? - exclama alterado.- ¿Qué se supone que te pasa a ti?

- ¿A mi?

- Sí, a ti.- responde señalándome, enfadado.- Cada día estás diferente. Un día, gritas a los cuatros vientos que me quieres; al siguiente me esquivas si te muestro mis sentimientos. Chus, ¿Qué coño quieres?

- Tú no lo entiendes.- seria, me giro, apartándome de él.

- ¿Qué tengo que entender? - alza la voz.- ¿Qué pareces bipolar? A ver, ¿Qué te pasa? ¿Tus sentimientos cambian cada día del mes?

- Sabes, ¡No todo es tan fácil! - empiezo a gritar yo también.- No puedo mantener una relación contigo así...

- ¿Pero por qué? - grita, nervioso.- Cuando dos personas se quieren, solo tienen que estar juntas.- baja ligeramente la voz.

- Rush, es que, tú y yo...- miro al suelo.- Somos amigos. Y eso no puede cambiar.

- Ah, vale, ahora para ti soy un simple amigo.- se aleja, apoyándose en la cama.

- No, pero es que...- titubeo.- ¿Por qué es todo tan dificil?

- Cuando quieres a alguien, luchas por estar con ella a toda costa.- dice alterado, noto como su expresión se endurece.- Entonces... ¿No me quieres?

Su rostro de enfado no cambia, simplemente baja la mirada, calmándose. Se sienta en la cama, como si ni siquiera estuviera allí.

- Rush... Claro que te quiero.- digo, mirándole a los ojos, de los que resbala una lágrima.- Te repito que es dificil.

- Claro, es taaaan dificil querer a alguien.- contesta, burlándose de mi, ignorando mis lágrimas, el sufrimiento que pretendo mostrarle a él.- Mira, ya lo has dicho tú. No somos más que simples amigos.

- Pero...- empiezo a decir.

- Buenas noches.- me corta, tumbándose en la cama.

Me tapo el rostro con las manos, controlando mi respiración, como si así pudiera borrar todo aquello.

- Te quiero.- repito.

- Déjalo ya.- noto tristeza en sus palabras.

- No pienso dejarlo.- alzo la voz.- Cuando algo te importa, luchas por ello.

- ¿Ves? Ya te estás contradiciendo. Buenas noches.

- Rush...

No abre la boca, cosa que me irrita.

- Rush.- repito, más segura.

Sin respuesta.

- ¡Rush! - grito, furiosa, poniéndome de pie.- ¿Puedes hacerme caso de una maldita vez?

Sigue pasando de mi. Está tumbado. Salto sobre él, sentándome en su tripa, agarrándole por las muñecas.

- Hazme caso.- digo, respirando entrecortadamente, fruto de la emoción.

- Sí que eres bipolar.- sonríe, socarrón.

- Rush, te quiero.- le miro a los ojos, aún furiosa.

- Pues explícame porque todo esto.

- Mira...- miro al suelo, me siento como cuando en el colegio te preguntaban y no tenías ni idea.- Te amo demasiado. No quiero herirte más, de verdad. Si supieras como me siento... No quiero que sufras por mi. Pero este amor... me está matando a mi.

- Chus...- dice cerrando los ojos.

- Amo estar contigo, pero cada vez que noto tus labios cerca... Una lluvia de emociones me consume. Amor, deseo, dolor, culpabilidad... No puedo estar sin ti, pero si estoy contigo no puedo vivir.- suspiro, para entonces murmurar.- Yo solo quiero protegerte.

Se mantiene en silencio, pensativo, mirando al infinito. Le suelto las muñecas, separándome. Entonces, me agarra la cintura y me tira encima de él. Nos fundimos en un dulce beso, lento y suave. Disfrutamos de un festín de besos, mientras nuestras respiraciones bailan al son de nuestras caricias.

Acaricio su pecho, mientras él me rodea las caderas. Me quita lentamente la camiseta, mientras yo le intento desabrochar el pantalón. Agarra mis manos, las aparta, y susurra un "A dormir, Wendy".

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¡Holi! Siento haber subido tan poco, ahora intentaré subir mucho más, esta vez, en serio xD Muchísimas gracias, sois los mejores, sois fantabulosos, millones de besos!

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¡Infinitas gracias! Pronto más ;)