Capitulo 29.-

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No one's point of view.

Niall sonrió de costado y Dinah le dio un abrazo amistoso. La polinesia hacía mucho tiempo que no veía a Browining. Él había cambiado mucho. Ella recordaba que la última vez que lo había visto, Niall apenas tenía dieciocho años y estaba en la Escuela de Investigaciones. Ahora, con veintidós años, tenía un gran futuro por delante. Si bien, por lo que Jane conocía, Niall nunca fue un chico de andar de fiesta en fiesta, más bien siempre prefirió quedarse en casa el día viernes, viendo alguna película o tal vez leyendo un buen libro. Igual que su amiga.
—Has cambiado mucho, Niall —dijo Dinah, cuando deshizo el abrazo. Lo miró de pies a cabeza y asintió. Sus ojos se veían mucho más celestes ya que cuando era un adolescente, pequeñas centellas de verde esmeralda, manchaban ese azul intenso, que ahora se había convertido en un completo celeste.
—Tú también lo has hecho —él sonrió de lado. Guardó sus manos en los bolsillos traseros de sus jeans y miró a la castaña, que se encontraba unos pasos más lejos — ¿Y ella? ¿No me la vas a presentar?
Dinah alzó las cejasun poco sorprendida. Vaya que habían pasado los años, todo había cambiado, incluida la personalidad de Niall. El ojiazul, ya no era el chico tímido que se refugiaba en los libros.
—Por supuesto que sí, Casanova —Dinah golpeó el hombro de Niall y ambos rieron. La pelirroja se giró hasta su amiga y alargó una mano para que ella la tomara. Camila no dudó ni un segundo en cogerla—. Niall, ella es mi mejor amiga, Camila —musitó Dinah con una sonrisa en el rostro.
—Mucho gusto, Camila —Niall le tendió la mano examinando su rostro y sonriendo. Camila aceptó su saludo y luego apartó la mano rápidamente—. Estos últimos días, he escuchado mucho sobre ti.
—Sí..., yo también sobre usted. —vociferó la castaña, haciendo una mueca un poco chistosa.
—Bueno, ahora que los he presentado, me iré —anunció Dinah. Camila la miró con ojos abiertos y la pelirroja se encogió de hombros—. Ustedes tienen mucho de qué hablar ¿no, Niall?
—Así es —él asintió—, espero que no te moleste, Camila.

****

Dinah desactivó la alarma de su automóvil cuando le faltaban unos pocos metros para llegar. Bufó un poco molesta y maldijo en su interior al haber estacionado su auto tan lejos del lugar que debía. Camila ya se había ido con Niall a un café que él sugirió, y después que la polinesia intercambió algunos comentarios obscenos con Ally con respecto a la "no cita" de Camila, se despidió y se fue.
Jane abrió la puerta trasera del auto y aventó su bolso dentro. Cerró la puerta con un poco de brusquedad y cuando se disponía a subir al auto, un agarre en el hombro la hizo girar con sorpresa golpeando así, su espalda en el coche.
Dinah se quejó en silencio, y cuando subió la vista, por el torso bien definido de una chica, se dio cuenta que su agresora era nada más ni nada menos, que Lauren Jauregui.
La ojiverde se encontraba con el ceño fruncido y respirando con irregularidad. Al parecer, había corrido para alcanzarla. Y así había sido.
Lauren cuando había salido del colegio, iba caminando mientras se fumaba un cigarrillo en completo silencio. Divisó a la distancia a Camila, a Dinah, y a un chico nuevo, de pelo negro hablando un poco más allá. Al parecer, Dinah le estaba presentando a aquel muchacho. Lauren apretó el cigarrillo con fuerza sobre su palma, sintiendo de lejosel ardor que este producía. ¿Por qué Dinah Jane le estaba presentando chicos a Camila?
Cuando Cabello se despidió de Dinah y el chico de remera negra le abrió la puerta del copiloto para que la castaña entrara en el auto, la cordura abandonó por completo el cuerpo de Jauregui que se encontraba estática, mirando desde lejos. Apretó los puños con fuerza, cuando el automóvil se perdió en la carretera.
Inhalando y exhalando por la nariz con exageración, Jauregui esperó que Dinah se despidiera de Ally para ir por ella.
—¿Qué demonios te pasa, idiota? —se quejó Dinah, tratando de salir de entre el cuerpo de Lauren y el auto.
—¿Quién mierda es ese chico que se fue con Camila? —contrarrestó Lauren. Dinah la miró, entrecerrando los ojos, y la empujó. Pero lo único que consiguió, fue que la chica posara ambas manos a la altura de su cabeza y se inclinara un poco, para intimidarla. Lauren alzó una ceja, esperando una respuesta— ¿Y bien?
—¿Y bien, qué? —dijo Dinah— Quien sea él, no tiene porqué jodidos importante, Jauregui.
Lauren chasqueó la lengua y negó con la cabeza. Con su mano derecha, alborotó su cabello recordándose otra que vez que estaba frente a la mejor amiga de Camila y no podía golpearla. Pero ganas no le faltaban. Dinah era tan jodidamente pesada que la sacaba de quicio.
—No juegues conmigo, Jane —amenazo la chica de piel pálida—. Te estoy preguntando una jodida cosa y si quieres irte pronto, deberás contestarme. Con la verdad.
—No quiero —ella como pudo, se cruzó de brazos. El cuerpo de Lauren se encontraba tan cerca que le incomodaba—. Tú no eres nada de Camila, como para que vengas aquí a pedir explicaciones.
—¡¿Cómo que no?! —gritó Lauren, golpeando el auto con su mano hecha puño. Dinah cerró los ojos con fuerza— ¡Claro que ella es algo de mí! ¡Y tengo el puto derecho de saber que hace!
—¡No tienes el derecho de nada! —Contradijo la polinesia— ¡Déjala en paz de una vez, Lauren! ¿Acaso no te das cuenta que ella ya no te ama?
Ouch, golpe bajo.
—Estás mintiendo —Lauren rió con incredulidad. Dinah se mantuvo seria. Claro que estaba mintiendo, pero no estaba dispuesta a decirle quién era Niall—. Eres una maldita mentirosa, Dinah —espetó Jauregui, con los dientes apretados—. Ella me ama.
—No lo hace, Lauren —ella susurró, como si estuviera hablando con una niña de cinco años—. Y si lo hace ¿Por qué ya no quiere tenerte cerca?
Touché.
—Eso a ti no te importa —gruño Lauren.
—Claro que me importa. Ella es mi maldita mejor amiga y me molesta que la hagas llorar. Siempre destruyes lo que tienes cerca, Lauren y claramente, no quiero eso para ella.
—¿Quién eres? ¿Su madre? —espetó Lauren, con sarcasmo— Bien, me da lo mismo.
—Siempre te da lo mismo todo ¿no? —la polinesia alzó una ceja. La respiración de Jauregui le daba justo en el rostro y la incomodidad de tenerla cerca, estaba siendo reemplazada por el enojo—. Eres tan egoísta, que te importa una mierda tenerla a tu lado, obligada.
—Eso no es cierto —contradijo la ojiverde—. Yo la amo.
—Mentira –gruñó Dinah—, porque si de verdad la amaras, la dejarías en paz.
Lauren soltó un suspiro y se alejo de Dinah. Caminó unos cuantos pasos, dándole la espalda. Lauren Jauregui solo le había ido a preguntar quién era el chico, y porque se había ido con su novia.
—Mira, Dinah. Te haré más fácil ¿vale? —Lauren se giró, encarándola— Solo quiero saber quién es ese chico que se llevó a mi novia. Solo tienes que decirme el puto nombre y ya está.
—Ella no es tu novia.
Y eso fue la gota que derramó el vaso que representaba la paciencia de Lauren. La ojiverde avanzó hasta la polinesia con dos grandes zancadas y tomo su pequeño rostro con su palma derecha. Azotó con fuerza la cabeza de ella en el borde del blanco automóvil, escuchando el gemido de dolor que salió de sus delgados labios.
Dinah la miró con terror, viendo como los ojos de Lauren se iban oscureciendo, siendo absorbidos por la oscuridad de su vida.
—Última oportunidad, Jane —dijo Lauren, con voz ronca de enojo— ¡¿Quién mierda es ese puto chico?! ¡¿Y por qué se llevó a mi chica?!
—¡Ella no es tu chica, maldición! —chilló Dinah, con voz débil.
—¡No te estoy preguntando eso! –el moreno volvió a golpear la cabeza de la chica en el auto— ¡Responde lo que te he preguntado!
Dinah posó sus manos en el pecho de Lauren, tratando de empujarla hacia atrás. La ojiverde  como pudo, se las arregló para tomar sus muñecas y estrujarlas con su mano izquierda. Dinah Jane cerró los ojos con fuerza, pidiendo ayuda en su mente. Pero nadie pasaba por ahí. Estaban completamente solas. Y ella sabía, que si no quería ser golpeada por esa Lauren, que no se comparaba nada a cuando estaba con Camila, tendría que decir quien era realmente Niall.
—Dime quien es... —exigió Lauren.
—Es... es un amigo mío... —ella balbuceó, al borde de las lágrimas.
—¿Cómo se llama?
—Eso no te lo puedo decir —lloriqueó.
—¡No te pregunté eso! –Lauren zarandeó su cabeza, apretándola con fuerza por las mejillas.
—S-su nombre es... —Dinah sintió como pequeñas lagrimas caían por sus mejillas. Odiaba llorar en público pero la actitud de Lauren le daba miedo. ¿Cómo es posible que Camila, estuviera enamorada de esa bestia? Pensó Dinah—. Su nombre... es Niall.
Al escuchar el nombre de aquel chico, Lauren soltó el agarre que estaba ejerciendo en el cuerpo de la chica. Dinah deslizó su cuerpo hasta el suelo abrazando sus rodillas, temblando de miedo. La miró entre sus pestañas. Lauren se encontraba a unos pasos de ella, mirándola con una sonrisa enfermiza en el rostro.
—Muchas gracias, Cheechee —enfatizó su seudónimo con sarcasmi, como Camila acostumbraba llamarla—, fue un placer tener esta agradable charla contigo.
Lauren le guiñó un ojo y giró sobre sus talones para alejarse por completo.

Same Mistake (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora