Camila's POV.
Me removí incómoda en el asiento del copiloto del auto de Ally. El día viernes había llegado. Y por consecuencia, ambos nos dirigíamos a la fiesta de bienvenida de Liam. Dinah no había podido venir con nosotros pero antes de que yo colgara el teléfono esa misma tarde, ella me había recordado por quinta vez que apartara a cualquier chica que se acercara a Ally más de lo debido. Ella no podría estar allí pero yo sí, dijo.
Con respecto a Lauren, no la había visto desde el día en que estuvo en mi casa a medianoche. Tampoco la vi en el colegio. Había decistido en llamarla unas cuantas veces. Las llamadas telefónicas de manera anónima habían terminado lo que me dio la certeza de que ella había sido la que estaba llamando.
—Relájate, Camila —susurró Ally a mi lado. Me miró de reojo para luego volver a posar su mirada en la carretera—. Si no te conociera, pensaría que estás nerviosa de volver a ver a mi primo.
—No es eso —suspiré— ¿Crees que a él le moleste que vaya Hailee?
Yo misma le había dicho a Ally que Hailee iría como mi chaperona a aquella fiesta y ella había aceptado de manera gustosa. Ally y Hailee se llevaban realmente bien. Pero, quizá esa química no se daría con Liam. A veces su personalidad y forma de ser podían llegar a ser realmente borde y desagradable con las personas que no conocía.
—Claro que no —Ally giró a la derecha y nos adentramos en la avenida de Liam—. Además, apuesto a que él ni siquiera se dará cuenta de su presencia. Pero te conozco, Camila. Sé que hay algo más que te está preocupando.
Mi pequeña amiga, estacionó el auto unas cuadras antes de llegar a la casa de Liam. La música electrónica proveniente de la residencia se colaba levemente entre los cristales del automóvil.
Asentí con la cabeza, sin saber como explicar lo que pasaba por mi mente. Era una sensación extraña que me causaba escalofríos. Y no quería estar ahí. Quería ver a Liam pero un no sé qué me decía que no tenía que estar en esa fiesta.
—Siento, como un... —sacudí mi cabeza, sonriendo incrédula—. Solo olvídalo ¿vale?
Ally arqueó una ceja —¿Estás segura? —asentí, con una sonrisa para convencerlo. Ella me devolvió la sonrisa, y desabrochó su cinturón de seguridad— Entonces, vamos.
.
La fiesta se encontraba en todo su apogeo. Muchos adolescentes de nuestra edad se movían con destreza dentro de la casa de Liam. Algunos bailaban en el centro de la sala, otros conversaban y reían fumando cigarrillos, otros bebían alcohol, y los demás se concentraban en comerse a besos a sus parejas. Iugh.
Ally y yo serpenteamos entre la multitud, esquivando los cuerpos, para llegar a la barra donde hacía unos segundos había visto a Liam.
El chico de ojos cafés cuando me vio, sonrió ampliamente, y se acercó a mi con sus brazos extendidos.
—¡Liam! —chillé, saltando a abrazar por el cuello a mi viejo amigo –¡Oh por dios, Liam! ¡Has cambiado tanto en estos años! —le dije, cuando deshice el abrazo.
—Camila —él volvió a estrecharme entre sus brazos—, te extrañé tanto, muñeca. ¿Cómo has estado?
—Muy bien, ¿y tú?
A lo lejos, pude ver a Hailee abriéndose camino hasta nosotros con su peculiar caminar. Vestía unos jeans desgastados apegados a sus piernas y una blusa corta que dejaba ver su abdomen. Varias miradas femeninas y masculinas se posaron sobre Hailee cuando mi amigo alborotó su cabello de manera cómica. Cuando me vio, sonrió de manera dulce y al llegar a nuestro lado saludó a Ally con un amistoso abrazo.
—Mira, Liam —tomé de la mano a Hailee y lo arrastré hasta mi lado–... Ella es mi amigo Haileee. Hailee, este es Liam, el primo de Ally.
—Un placer conocerte. —Steinfeld estrechó su mano con el castaño.
—Igualmente. —Liam sonrió.
—Espero que no te haya molestado que la invitara —espeté en susurros, soltando una risita.
—Por mí no hay problema, muñeca —Liam guiñó un ojo— tú más que nadie sabe que tus amigas siempre serán bienvenidos en mi casa.
.
—¿Quieres algo de beber? —gritó Hailee sobre la música. Asentí con la cabeza y mi amiga sonrió y se perdió entre el mar de gente, caminando hacia la barra.
La noche había pasado mas tranquila de lo que me imaginé. Después de haber intercambiado un poco de palabras con Liam, él se había ido a recibir a sus demás invitados. Ally se encontraba hablando en la otra esquina, con una chica, la cual me presentaron como la sobrina de una tía de la prima de no sé quién. Un enredo de familia, lo sé.
Pasaron los minutos y Haiz no aparecía. Rodé los ojos y comencé a recorrer la sala que en ese momento era la pista de baile. Esquivé algunos cuerpos, y maldije un par de veces en silencio cuando alguien me pisaba los pies, o me lanzaban empujones.
Divisé a Hailee hablando con Liam. Mi castaño amigo me saludó con la mano y Hailee me hizo una seña para que esperara donde estaba. Negué con la cabeza, para que no viniera. Quería salir a tomar un poco de aire. La temperatura en la casa de Liam subía cada vez más, y nunca fui una amante del olor a sudor de otras personas.
Cuando salí por la puerta trasera, directo al jardín, el frío aire coló hasta mis huesos. Abrecé mi cuerpo por inercia y le sonreí a algunos chicos que estaban hablando animadamente entre uno que otro grupo. Saqué mi teléfono, para ver la hora. Las tres de la madrugada. Eran las tres de la mañana y la fiesta aún tenía para mucho tiempo más. Estaba a punto de volver a guardar el móvil en el bolsillo de mi chaqueta cuando éste vibró en mi mano.
Miré la pantalla que parpadeaba, y una llamada entrante se divisaba. Un número desconocido. Desbloqueé el móvil y tapando un oído con mi mano, llevé el aparato hasta mi oreja para tratar de responder.
—¿Hola? —alcé la voz para que la persona que se encontraba del otro lado lograra escucharme. Nadie respondió. Bufé molesta y cuando iba a colgar la llamada, una voz ronca se escuchó por la otra línea.
—Hace mucho tiempo que no te veía, Cami.
—¿Quién habla? —traté de apartarme un poco del ruino, y apoyé mi espalda en un tronco viejo de un gran árbol.
—Déjame decirte que esa chaqueta que llevas puesta se te ve jodidamente bien.
Un escalofrío recorrió mi espina dorsal.
—¿Quién habla? —gruñí, esta vez.
—¿Ya no me recuerdas? —preguntaron con voz burlesca.
—¿Debería hacerlo?
—Claro que sí. Yo fui la que te dejó esa sexy cicatriz en el cuelo.
Todos los vellos de mi cuerpo se erizaron la entender de quién era la llamada.
Ariana.
ESTÁS LEYENDO
Same Mistake (Camren)
FanfictionDespués de salir del hospital, Lauren Jauregui ha intentado a toda costa recuperar la memoria, con ayuda de Camila, la cual se ha convertido en una buena amiga. Las semanas comienzan a pasar, y el temperamento de la ojiverde ha ido de mal en peor po...