Same Mistake (Camren)

Capitulo 30.-

No one's point of view.

Camila rodeó la pequeña taza de color blanca con sus pequeñas manos y fijó la mirada en el detective frente a ella. La chica tomó un sorbo del líquido humeante y apoyó la taza en su respetivo plato, sin quitar sus manos de ella.
Niall hizo a un lado su taza de café y apoyó en la mesa una pequeña croquera con páginas en blanco. Del bolsillo de su pantalón, deslizó un lápiz grafito numero tres y lo posó sobre la pequeña libreta. Entrelazo sus dedos sobre la mesa y miró a la castaña. Le regaló una sonrisa, para lograr tranquilizarla.
Niall se había dado cuenta que para Camila era bastante complicado hablar sobre aquel asunto. En todo el trayecto desde el colegio hasta la pequeña cafetería en la cual estaban, ella se mantuvo completamente en silencio. Solo había hablado para pedirle a la camarera una taza de té verde y no había vuelto a abrir la boca.
El chico de ojos celestes aclaró su garganta.
—Bien, Camila... —comenzó él. Arrastró la silla un poco más adelante y apoyó los codos sobre la mesa, entrelazando sus dedos de nuevo y apoyando el mentón sobre sus manos—, ahora necesito que me describas físicamente como es Ariana ¿vale?
Camila lo miró, un poco confundida.
—¿Para qué lo necesita? Claro, si es que le puedo preguntar —la chica bebió un corto sorbo de su té.
—Por favor, dejemos un poco las formalidades de lado, ¿bueno? Necesito que te relajes y hablándome de esa manera, no lo lograrás nunca.
—Está bien —Camila chupó sus labios hacia dentro de su boca, sintiéndose un poco incomoda por la mirada fija del chico—. Entonces..., Niall ¿Para qué necesitas que te describa a Ariana?
—Necesito hacer un bosquejo de ella —informó, tomando la taza de café por la oreja. Bebió un corto sorbo y la volvió a dejar en su lugar—. Quiero que me describas su rostro y trates de recordar hasta el más mínimo detalle ¿podrías hacerlo?
—Claro.
—Bien, puedes comenzar cuando quieras.
Niall tomó el lápiz entre sus dedos y acomodó bien la libreta sobre la mesa. La castaña se aclaró la garganta, y trató de visualizar el rostro de Ariana en su mente.
—Bien... ella tiene el pelo castaño claro y con algunos mechones rubios —comenzó la castaña. Cerró los ojos para concentrarse un poco más. El pelinegro comenzó a trazar líneas sobre la hoja, creando el cabello de una persona—. Antes lo usaba amarrándose solo uña pedazo de su cabello, pero ahora usa una coleta de caballo alta. Su frente es normal, y sus cejas son definidas. De un color café oscuro. Sus ojos cafes, son algo oscuros. Su nariz es pequeña.
A medida que Camila iba hablando, Niall estaba muy concentrando, escuchando cada detalle que ella decía y lo iba trazando en el cuaderno. El chico necesitaba alguna fotografía de Ariana, pero ya le había preguntado a Dinah si Camila conservaba alguna, y cuando ella le negó aquello, no vio otra alternativa que tomar el camino largo de la investigación.
—Sus labios son gruesos—siguió la castaña. Bebió un sorbo del té para remojar su garganta que ya estaba un poco seca. Miró con detenimiento el dibujo que estaba haciendo Niall y quedó impresionada en el parecido—. Su mandíbula es definida.
Niall asintió y terminó de trazar las últimas líneas en su cuadernillo. Con un bufido, aclaró su vista de aquellos cortos cabellos que insistían en posarse sobre sus ojos. El chico pasó su dedo índice sobre el dibujo creando una especie de sombra en el rostro. Cuando terminó, alzó la vista y se encontró con la mirada curiosa de Camila.
—He terminado...
—Vaya... —Camila alzó sus cejas, claramente impresionada—. Eres demasiado rápido. ¿Puedo verlo?
Browning asintió y con su mano derecha tomó la esquina de la libreta para alzarla. Un dibujo a blanco y negro, con leves sombras estaba plasmado en la que antes era, una blanca hoja. El rostro no era igual al de Ariana, pero se asemejaba bastante.
—¿Se parece algo? —inquirió Niall.
—¿La verdad? —Niall asintió— No está igual, igual, pero sí se parece bastante.
Camila sonrió y ladeó un poco la cabeza, mirando fijamente al chico que se encontraba frente a ella. Niall estudió su rostro, guardando cada detalle en su memoria. No podía negar que ella era bastante atractiva, pero aun así, le daba una pena tremenda cuando se enteró de todo.
Dinah le había contado con pinceladas lo que le había ocurrido a la chica, y Niall lo primero que se preguntó, fue cómo era que aún existían personas así. En sus años de instituto, nunca le había tocado vivir aquello en Kansas, pero cuando se mudó al Oeste de Londres, todo había cambiado.
La mayoría de los londinenses eran amables y simpáticos con los extranjeros, pero también como había personas buenas, también habían malas.
—Bien...ahora necesito que... —Niall tomó un sorbo de su café, e hizo una mueca un poco chistosa, logrando que la chica soltara una pequeña carcajada—. Esta cosa ya se enfrió.
—Ya me había dado cuenta —Camila sonrió y jugueteó con la taza ya vacía con sus manos—, pero no quise decirte nada. Quería ver tu reacción.
—¿De verdad? —ella asintió— Vaya, me alegra saber que mis feas muecas te han sacado una sonrisa.
—Lo lamento —ella reprimió una sonrisa—. Eres mucho más agradable de lo que pensé ¿sabes?
—Gracias —Niall guiñó un ojo—, pero ahora vamos a lo que vinimos ¿vale? —Camila asintió— Ahora, necesito que me cuentes lo más que puedas lo que sucedió hace ocho meses atrás y también lo que sucedió hace una semana.
La sonrisa que había estado alumbrando el rostro de Camila desapareció al momento de escuchar aquello y Niall maldijo en su interior. Pero era su trabajo, y tenía que cumplir con los procedimientos correspondientes.
—Tranquila —el ojiazul se atrevió a posar su mano sobre la de la chica, y se dio cuenta que estaba muy helada—. Si no quieres conversar de eso, no lo haremos.
—¿De verdad? —preguntó ella, con un deje de esperanza.
—Así es —el ojiazul asintió, haciendo que algunos mechones cayeran sobre su frente—. Hablaremos de eso, cuando estés lista. Tengo para bastante tiempo para quedarme aquí.