Capítulo 36 *HABÍA NECESIDAD Y GANAS... MUCHAS GANAS*

719 63 196
                                    

Narra Alec-

-Es cierto Alec, no te lo voy a negar. Siempre supe que era Jace, con quien hacía tiempo que se acostaba Camille.

-¿Lo sabías, sabías qué ellos eran amantes desde hace tiempo, y no hiciste nada al respecto? -abrí mis ojos con asombro- Tu mujer te pone los cuernos.... ¿Y a ti eso te da igual?

-Camille nunca me puso los cuernos, porque ella desde un principio, me contó que se estaba acostando con tu amigo.

Me quedé estupefacto, ahí, de pie, chorreando, mirándole con asombro, mientras él me contaba tranquilamente todo esto, como si fuese la cosa más normal del mundo.

¿El mundo se había vuelto loco?

-No entiendo nada. ¿De verdad qué no te importa?

-Camille y yo tenemos un matrimonio abierto. Ella al igual que yo, podemos acostarnos con quien queramos. Ambos nos lo hemos contado todo siempre, y estamos al tanto de nuestras pequeñas aventurillas sin importancia.

-O sea, que eso soy yo para ti, ¿no? Una aventura sin importancia, un pasatiempo.

-No, claro que no. Te he dicho que te quiero y que estoy enamorado de ti, por favor no me interrumpas ahora y déjame explicarte, luego cuando termine de hablar, me puedes preguntar todo lo que quieras.

Magnus respiró hondo, mientras el invernadero se iluminaba de nuevo, ante la fuerza de los relámpagos de la intensa tormenta.

-Yo como ya te he dicho, sabía perfectamente que Camille se acostaba con Jace, es más, le dije a ella que también me apetecía participar de esos encuentros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Yo como ya te he dicho, sabía perfectamente que Camille se acostaba con Jace, es más, le dije a ella que también me apetecía participar de esos encuentros. Sí Alec, no me mires con esa cara de horrorizado, ella y yo hemos compartido alguna vez amante, y también hemos participado en algunas orgías. El día en que te vi por primera vez, cuando fingiste que te desmayabas para proteger a tu amigo.

-Yo no....

-Sí Alec, sé que estabas fingiendo, soy actor, y sé distinguir una buena actuación de una mala.

-Vale, sí. -admití finalmente.

-Me gustaste Alec. Desde el primer momento me sentí atraído por ti, y cuando abriste esos impresionantes ojazos que tienes, me juré a mi mismo que serías mío, costase lo que costase. Así que me inventé toda esa historia, sabiendo perfectamente que tú amigo se escaquearía, y te dejaría a ti como vulgarmente se dice, con el culo al aire. Camille me había comentado que el rubio necesitaba el dinero con urgencia, y por lo tanto no se podía permitir el lujo de que yo lo despidiese. Sinceramente, me lo pusiste tan difícil al principio, que fuiste un auténtico reto para mí; un desafío. Yo pensaba que una vez que consiguiese mi objetivo de acostarme contigo, todo el deseo que yo sentía por ti desaparecería, pero no fue así, al contrario, lo que empezó siendo un juego para mí, se fue convirtiendo en algo mucho más profundo. Yo no quería darme cuenta de eso, es más, lo negaba, cuando Camille me lo insinuó por primera vez, cuando ella me dijo, "Magnus estás enamorándote de Alec" Yo me mentí a mi mismo y a ella, no quise admitirlo. No quise creer que lo que me pasaba, es que estaba, y estoy locamente enamorado de ti.

CHANTAJE EMOCIONALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora