κε'

3.1K 446 139
                                    



Jimin camina por la acera, intentando mantener los pies sobre una sola línea, balanceándose continuamente pero nunca llegando a caerse, hasta que un coche pasa demasiado cerca suyo y cuando toca el claxon, se asusta y aleja unos pasos de la carretera. Tampoco le importa mucho, pues la casa de Taehyung está a tan solo unos metros y en un minuto ya se encuentra llamando al telefonillo.

- ¿Sí? —reconoce esa voz, pero no es la de Tae. — ¿Jimin?

- ¿Jungkook?

- Estoy con Tae jugando a un videojuego —suspira, pensando en lo obvio que era. Debía haberlo imaginado. — ¿Le digo que ya has llegado o te abro? —ni siquiera le da tiempo a responder antes de que el timbre suene y el bloqueo de la puerta desaparezca. — te abro y subes, mejor.

Cuelga y Jimin se queda con los apuntes entre sus brazos, ligeramente desconcertado, más no tarda en activarse y dirigirse al piso de su amigo. Quizás hasta le viene bien distraerse un rato y dejar de pensar en los exámenes por un tiempo. La idea de superar el curso y abandonar la escuela está comenzando a agobiarle demasiado.

Cuando llega a la casa, la puerta ya está medio abierta, por lo que se toma las confianzas para entrar él mismo y dejar su chaqueta en el perchero. Desde la entrada ya puede oír a sus amigos gritándole a la televisión.

- ¡Jimin, hazme un favor y tráeme esa bolsa de patatas que Taehyung ha dejado en el sofá! —exclama el más joven de todos sin despegar la vista del juego. Por la cara de frustración del castaño a su lado, parece que Jungkook va ganando. — ¡Ay, Taehyung, no vale pegar patadas!

- Ha sido sin querer —miente descaradamente el castaño — Oh, Jimin, puedes dejarme los apuntes en... —mira por un segundo a su alrededor, pero parece importarle más la partida de la pantalla, porque pega inmediatamente los ojos a ella — en cualquier lado.

- ¡Y mis patatas, por favor!

- Si quieres patatas, te levantas tú mismo —declara concentrado el dueño de la casa. Jimin supone que no hay ningún adulto en ella, aún así, se comporta más modosamente hasta estar seguro de ello. — que para eso tienes manos.

- Solo dices eso porque quieres que me distraiga para poderme ganar.

- No necesito que te distraigas para poderte ganar —le responde sin mirarse. Ambos tienen los ojos clavados en la pantalla. — Soy mejor que tú.

- Pues vas perdiendo.

- Pues cállate —ni siquiera tiene sentido la conversación, prestan menos atención a lo que dicen que a los dedos que controlan los mandos. De cualquier manera, Jimin, una vez se asegura de que no hay nadie más en el piso, coge la bolsa de patatas y se sienta en medio de ambos, mirando la televisión con indiferencia.

Aún le quedan varios minutos a la partida, por lo que se distrae con el móvil, concretamente con Yoongi, quien por suerte está en línea en ese momento. Lo imagina en alguna cafetería, escribiendo en su libreta, pero toda esa imagen se rompe cuando le responde que está haciendo la compra en el supermercado, a pocos minutos de la casa de Taehyung. El adulto le propone ir a cenar juntos, y aunque nada más leerlo, sus labios formulan un sí en un tono inaudible, sus dedos terminan tecleando algo distinto.

[Estoy con Tae y Jungkook]

[¿Y?]

[Nada. Podemos quedar en el restaurante directamente. O voy en autobús a tu casa.]

[O te paso a recoger]

[¿No te importa?]

[Cuando termine, te aviso. Piensa lo que quieres de cenar.]

Corrígeme si me equivoco  ▬ [Yoonmin]Where stories live. Discover now