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Yoongi camina tranquilamente hasta el aparcamiento del centro. Por suerte ya ha terminado su jornada, y aunque le molesta no poderse llevar a cierto alumno con él porque aún le quedan varias clases, está contento por tener un rato para descansar. Solo puede pensar en el café que va a hacerse al llegar a casa, infinitamente mejor que los de la máquina del centro.

- ¡Alguien viene, alguien viene! —le suena esa voz, y aunque no la reconozca, sabe perfectamente que proviene de un alumno. Frunce el ceño y se para a las puertas, nada más cruzarlas, echando un vistazo. Los alumnos tienen prohibida la entrada al parking de profesores. — ¡Vámonos!

Chasquea la lengua y comienza a caminar a paso rápido entre los coches, buscando por encima a los intrusos, pero no da con nadie, y cuando está frente a su propio vehículo, escucha unas pisadas y una sombra uniformada corriendo, marchándose del lugar a toda prisa.

Inspecciona su coche y suspira aliviado por encontrarlo intacto, pero molesto por no haber atrapado al alumno. Aunque tras pensarlo detenidamente, eso le habría chafado su mañana libre, y dadas las ganas que tenía de disfrutarla, casi que ha sido un golpe de suerte que se haya escapado. No tarda en hacer borrón y cuenta nueva y sacar las llaves del coche, desbloqueándolo rápidamente para irse cuanto antes. No quiere ningún incidente más que le estropee la mañana.

- No me lo puedo creer —esa voz le sorprende, haciéndole pegar un respingo por lo cerca que ha sonado. Estaba a punto de abrir la puerta del coche cuando se gira, encontrándose con una cara medio conocida. También es un alumno, pero de seguro que no es la sombra que salió corriendo, pues de lo contrario no estaría frente a él en esos momentos. — Eres tú.

- Se supone que los alumnos no tienen permitido estar aquí —responde ignorando al menor. Es uno de los amigos de Jimin, y aunque pone todo su esfuerzo en resultar imparcial y tratarlo como a cualquier otro, siente un ligero chirrío solo con mirarle. Acerca su mano al hombro del alumno para guiarle a la salida, pero un fuerte aspaviento del contrario le obliga a soltarle. Solo en ese instante le mira a los ojos y se percata de lo enfadado que está menor.

- Se supone que los profesores no tienen permitido enrollarse con alumnos —casi escupe cada sílaba, y aunque al primer momento Yoongi casi ni les presta atención, cuando las procesa, todo su cuerpo se hiela. Son solo un par de segundos, pero son unos segundos en los que abandona la dimensión y todo se tambalea. — Sabía que había visto este coche en algún sitio. Asqueroso.

- No sé de lo que estás hablando —intenta recobrar la compostura, pero le cuesta hablar. Le cuesta incluso pensar. — Ahora te pido que me abandones este lugar inmediatamente o tendré que informar a jefatur-

- ¿Vas a informarles también de que te estás aprovechando de uno de tus alumnos? —Esas palabras le sientan como una jarra de agua fría, literalmente puede sentir como le hielan. Las había escuchado mil veces antes, pero jamás en labios de otro que no fuera él mismo. — Como no pude darme cuenta.... —el alumno negaba y se pasaba la mano por el pelo repetidas veces. — sabía que había visto ese coche antes, lo sabía...

- ¿Jeon Jungkoon? —al menos pronunciar su nombre consigue que el menor se relaje lo suficiente como para mantenerse en silencio. — ¿Es ese tu nombre?

- Te lo debes de conocer bien teniendo en cuenta que, aunque no me des clases, te tiras a mi mejor amigo.

- No me tiro a nadie —miente involuntariamente, solo intentando calmar la situación. Todo le da vueltas y no necesita tomarse el pulso para saber que lo tiene a mil por hora. El más joven también luce agitado, cruzado de brazos y con más rabia en sus ojos de la que nunca antes había visto en nadie. — No es el momento ni el lugar, Jeon.

- No existe momento ni lugar para lo que has hecho, jodido desgraciado —Yoongi se fija en como las manos del menor se tensan en dos puños. Inspira hondo y se pasa la suya por el pelo, intentando como mínimo cobrar una respiración a velocidad normal. — Jimin contigo... no puedo creerlo... asqueroso...

- ¿Qué? ¿Qué pasa conmigo? —sabe que esa pregunta jamás debería haberla formulado, pero una vez se ha soltado de todas las cuerdas, a poco le teme. — Mira niño, creo que te estás equivocando y has cruzado la línea demasiado.

- La puedo cruzar aún más yendo al director en este mismo momento —apoya la mano en el coche del adulto y le mira fijamente. Se nota que, a pesar de sus amenazas, tampoco está disfrutando con esto. — O puedes alejarte de Jimin y no volverlo a molestar en lo que te queda de vida —da un golpe al cristal, un golpe que quiebra poco a poco la paciencia del profesor, el cual aún no procesa como su mañana libre se ha tornado en su juicio definitivo por un niño de quince años. — que tampoco debe ser mucha teniendo en cuenta tu edad.

- Te estás pasando de la raya, te aviso.

- ¿Y qué vas a hacer? —da un paso hacia delante, casi rozando el rostro del adulto. Yoongi siente el deseo de apartarse, más que nada porque se siente incómodo con tan poco espacio entre los dos, pero su orgullo guía sus actos en ese momento. — ¿Vas a castigarme? —Jungkook le da un golpe en el pecho, haciendo que retroceda un par de pasos, y Yoongi mira a su alrededor para comprobar que siguen solos. — ¿Vas a llamar a la directora? —otro empujón que el adulto no evita, resignándose a soportarlos, pues no ve que otra cosa hacer en ese momento. — ¿O quizás vas a abusar de mí también?

- Mira —esa última frase le cala profundo, y antes de poder pensar, su mano se lanza a agarrar la muñeca del pelinegro. Los dos retroceden los pasos avanzados, llegando al punto inicial. Aprieta la muñeca del menor y la gira, inmovilizándole rápidamente contra el coche. Está inmovilizando a un niño de quince años, y cuanto más lo piensa, menos se lo cree. — Yo no he abusado de nadie —Jungkook no responde, pero intenta zafarse un par de veces de forma inútil. — Y te pido que te calmes y dejes de tocarme los huevos, porque no tengo el mejor don de gentes y estoy haciendo mi mayor esfuerzo para controlarme.

- Eres un cerdo —Yoongi tensa la mandíbula e inconscientemente pone más fuerza en su agarre, va a perder los estribos por completo, pero lo siguiente que dice el adolescente, le devuelve un poco la razón. — No te mereces a Jimin.

- Puede marcharse cuando quiera —suelta la muñeca del menor y se aleja un paso, dejándole espacio. El pelinegro inmediatamente va a observar su muñeca, que está rojiza por el agarre. Levanta la mirada y mira al adulto con total ira, pero no avanza. — Y agradecería que no hicieras ninguna locura —Jungkook suelta una carcajada amarga y se cubre los ojos, apenas creyéndose lo que está escuchando. — No te lo pido solo por mí, también te lo pido por ese amigo del que tanto parece que te preocupas hasta el punto de enfrentarte a un profesor.

- A una mierda de profesor. Tú no eres un profesor —da un paso, pero inmediatamente vuelve a retrocederlo con frustración y se limita a señalar al mayor. — eres un viejo asqueroso que de alguna forma has conseguido liar a uno de tus alumnos para que se acueste contigo.

- Cálmate, Jeon.

- No me voy a calmar una mierda porque ese chaval del que te estás aprovechando es Jimin —vuelve a dar un paso, y esta vez se mantiene adelantado, manteniendo la mirada al adulto, quien cada vez está más perdido en qué debería hacer en esa situación. — Y no voy dejar que le hagas eso.

- Te repito que no estoy hacie-

- ¡JUNGKOOK!

Ambos se giran a la voz recién llegada, reconociéndola igual de bien al mismo instante. Jungkook, quien acababa de hacer el amago de agarrar la camiseta de Yoongi, no duda en terminarlo y estrujar el trozo de tela entre su puño.

Yoongi solo mira a Jimin y ya no es agua fría lo que siente. Ya nada se tambalea o gira alborotadamente. Pero su pecho duele, y parece que, en ese momento, todo lo que le llenaba se ha roto en pedazos. 

Corrígeme si me equivoco  ▬ [Yoonmin]Where stories live. Discover now