Corrígeme si me equivoco ▬ [Yoonmin]

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La campana de último examen suena y mientras algunos intentan escribir las últimas frases antes de que el respectivo profesor les arrebate indiferentemente la hoja, otros dejan las revisiones y lo entregan ansiosos, haciendo borrón y cuenta nueva.

- ¡AL FIN! — Jimin va corriendo a por su mejor amigo y se cuelga de su espalda, agitando la mochila en el aire como una bandera de victoria. Taehyung también da vueltas a la suya por el fondo, pero esta se abre sin querer y tiene que pararse de inmediato a recogerla. Por suerte un hombre que pasa cerca de él, lo veo todo y se para unos segundos a ayudarle, por lo que el par de amigos se limita a verlo todo desde lejos.

- ¿Hoy era el último? —Jimin asiente, bajándose de su espalda y recomponiéndose.

- ¡Y ha estado facilísimo! —casi no puede hablar de la emoción que siente. — Parecía que este día no iba a llegar nunca, ah —echan un vistazo a Taehyung, quien aún sigue recogiendo hojas arrugadas del suelo mientras habla animadamente con el desconocido.

- Para mí todavía no ha llegado, así que dejemos las celebraciones para más adelante.

- Oh, es verdad —hace un puchero y revuelve el pelo del menor con cariño — Los de vuestro curso los hacen mientras nosotros vamos de viaje.

- Odio no poder ir con vosotros.

- Si no fueras tan enano —Jimin ríe y el contrario le fulmina con la mirada.

- ¿Te recuerdo que enano está a punto de superarte en altura? —ahora los papeles cambian.

- Da igual —Jimin se cruza de brazos y le da la espalda indignado, actuando con indiferencia. — Nunca podrás superarme en edad.

- ¿Por qué iba a querer superarte en edad cuando tengamos ochenta años?

- No tenemos ochenta años, Jungkook.

- Peeeeero... —coloca un índice en su sien y da un par de suaves toques. — Algún día los tendremos.

- ¡YA SOMOS LIBRES! —Justo en ese instante aparece de nuevo Taehyung, con la misma emoción de antes pero sin agitar la mochila. Esta vez la lleva bien colgada a la espalda. — ¡Y me ha salido genial el examen! ¡PERO GENIAL GENIAL! ¡Y TENGO PATATAS CON QUESO PARA COMER QUE ME LO ACABA DE DECIR MI MADRE EN UN MENSAJE!

De camino a la parada de buses, siguen charlando, animados por lo poco que queda para las vacaciones. Incluso Jungkook, aunque aún no haya empezado ni terminado ninguno de sus exámenes finales, se contagia de esa felicidad.

- ¿Entonces al final iréis al viaje? —Taehyung asiente con la boca llena de un perrito caliente que se ha comprado de camino a la parada de buses. Decía que tenía tanta hambre de patatas, que tuvo que calmar a su estómago con un cebo antes de llegar. — ¿Y tú?

- Supongo —el rubio, quien contesta, no se ve tan emocionado como su compañero de clases, pero aún así sonríe. — Mis padres ya hicieron el ingreso, y además tiene buena pinta. Hay un lago junto al albergue.

- Pero nos han dicho que no podemos bañarnos —interviene el castaño— aunque varios de clase hemos acordado hacerlo de todas formas. Como una tradición.

- Es el primer año que vais a ese sitio —responde el menor de los tres— no podéis llamarlo tradición. No aún al menos.

- Y dijeron que había lapas —añade Jimin. Su amigo no parece comprenderle, porque le mira ladeando la cabeza con desconcierto. — Son unos bichos asquerosos que te chupan la sangre... y n-no, Tae. No son vampiros, así que no lo dig-

- ¡HAY VAMPIROS EN EL LAGO! —exclama emocionado, zarandeando a Jungkook sin control— ¡¿HAS ESCUCHADO?! —El pelinegro se zafa de sus manos y aleja unos pasos, rodando los ojos, aunque en verdad está disfrutando de la escena. — ¡Esto va a ser genial, de verdad os lo digo!

- Esperemos que así sea —comenta Jimin en voz baja, intentando que la sonrisa que aún mantiene, no se borre de su rostro.

- ¡Claro que va a serlo! —un recién llegado rodea con un brazo los hombros de Jimin y sonríe de oreja a oreja, deslumbrando a todos los presentes. Saluda brevemente a todos antes de seguir hablando, pues también es compañero de clase de los mayores. — Y me acabo de enterar de que viene el jefe de estudios, imagínatelo. No va a ser capaz de andar ni medio metro. —se hecha a reír con Taehyung, pero a Jungkook no le hace gracia, por lo que le ignora, y Jimin está ligeramente desconcertado. — A saber lo que tendríamos que haber andado con el de literatura... también parece un flojo, pero está muchísima mejor forma.

- ¿El de literatura? — Jimin es el prjmero en hablar — ¿Qué pasa con el profesor Min Yoongi? ¿No va? —el recién llegado niega y se suelta de sus hombros, dejando un poco más de espacio. En su lugar, se acerca a Taehyung y le quita un poco de kétchup de su perrito caliente. — ¿Está malo? — vuelve a robar otro poco de kétchup y se encoge de hombros.

- Quizás.

- Yo le he visto hoy dando clase a los de primero y parecía que tenía buena cara.

- Y también ha vigilado varios exámenes finales en nuestro curso —añade Taehyung, intentando evitar que su compañero le robe más de su comida, aunque tenga otra porción de deliciosas calorías esperándole en casa.

- De cualquier manera —el chico nuevo desiste de pelear con Taehyung y se relame los dedos — es mucho mejor el jefe de estudios, ya os lo digo yo. Nos vamos a pasar el día tumbados.

- ¡O en el lago de vampiros!

- No hay ningún lago de vampiros —mira a Taehyung alzando una ceja y vuelvea a la carga, acercando rápido su boca para darle un mordisco al perrito caliente, un mordisco que no termina de conseguir. —¿Qué dices?

- Que sí, que sí —el castaño se termina la comida de un último bocado y se limpia las migas en el jersey del uniforme. Después de todo, no lo va a utilizar hasta dentro de varias semanas, aunque sus padres se enfadarán igual probablemente. — Me lo ha dicho Jimin.

Todos se giran a mirar al rubio, pero donde antes estaba él, ahora solo hay un espacio vacío. Jungkook le divisa entrando en un autobús diferente al cual ambos tienen que coger para volver a casa, y suspira. Se hace una idea de hacia donde se dirige, al contrario que los dos restantes, quienes siguen tranquilamente el debate de vampiros y lagos.

No intenta detenerle, y se limita a despedirse del rubio, quien hace lo mismo una vez está arriba, mirándole a través del cristal al tiempo que agita tiernamente su mano. Otro suspiro y su mejor amigo desaparece, dejándole un malestar en el estómago. Por suerte su autobús llega pronto, y aunque no lo coja acompañado, es un alivio pensar que pronto llegará a casa. 

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Cutie like u all.