Just A Kiss •Kookmin• |+18| [Pausada]

Familia

Jimin PoV

No sabría cómo describir lo que siento en estos instantes, estoy hecho un manojo de nervios, pero sé que es la única salida a este problema. También sé que para un chico de diecisiete años como yo nada pintara bien en los próximos meses, aunque Jungkook diga lo contrario. En el fondo sé que lo hace para calmarme. Esta ha sido mi idea, la solución que creí más viable a todo esto. Tal vez me arrepienta en algunos años, pero estoy decidido.

Observe mi casa por última vez antes de entrar, claro que tenía sentimientos encontrados. Esa casa había sido mi hogar, mi único refugio después de un día largo. Pero también se ha convertido en un infierno.

Jungkook tocó la puerta principal, entrelazando su mano libre con la mía en un gesto de apoyo. Estaba muy nervioso y asustado, pero él estaba conmigo. Me sentía bien. Seguro. Completo.

La puerta se abrió lentamente, dejando ver a mi madre detrás de ella.

—Jimin, cielo. ¿Dónde has estado?. Estábamos apuntó de salir a buscarte — la preocupación en mi madre era notable pero aquel sentimiento rápidamente se desvaneció abriendo el camino a la furia y la perplejidad. Su mirada rápido viajó hacia mi mano izquierda la cual seguía entrelazada a la de Jungkook. Ella abría más los ojos, como si no pudiera dar crédito a lo que estaba viendo.

— Madre, necesito hablar contigo, y con mi padre. — mi voz sonaba segura, pero dentro de mi todo era un caos. Mi madre no era tonta y sabía a dónde iba todo esto.

— JImin, no dejaré que arruines tu vida por una confusión. — las palabras salían con rabia de su boca. Pero la última la dijo perfectamente mirando a Jungkook. — No cometas una tontería, mi cielo. Aún estás a tiempo. Sólo tienes que pedirle perdón a tu padre, decirle que todo fue una tontería. Y volveremos a ser una familia feliz, mi vida. — suplicó. Mi madre solía ser muy persuasiva, pero también ilusa. Yo también lo había sido Pero ya no más, me dolía tener que hacer esto, pero sólo así mi madre también abriría los ojos.

—¿Familia Feliz? — pregunté con Ironía. — No quiero vivir en una mentira mamá, y tú tampoco deberías hacerlo. — Me abrí paso hacia la sala, haciendo a un lado a mi madre. Jungkook me seguía de cerca.

Mi padre estaba sentado en el sofá principal, viendo la televisión y riendo a carcajadas. Pero en cuanto nos vio, su sonrisa se desvaneció. El momento había llegado. Ya no había marcha atrás. Todo estaba decidido.

— Madre, Padre. Él es Jungkook. Mi novio.— mi madre se llevó las manos a la boca en una mueca de asombro. Mi padre se levantó del sofá, y pude ver cómo su puño derecho estaba completamente cerrado, haciendo fuerza con el mismo. Las venas de su cuello estaban exaltadas y su cara estaba completamente roja. — No espero que me entiendan y no quiero que lo hagan. Jamás lo harán. Amo a Jungkook como a nadie en este mundo. No es ninguna confusión y mucho menos un capricho.— suspiré — Me iré de la casa. Ninguno de los tres debería vivir en esta mentíra. No voy a ocultar lo que realmente soy por temor a ustedes. — Me acerque a mamá lentamente. Me dolía ver las lágrimas en sus ojos. Le tome la cara con ambas manos — Mamá. Te Amo.......Por favor, perdóname — suplique con lágrimas en los ojos. No pretendía hacerla sufrir más.

Mi padre sólo me miraba con desdén. Me acerqué a él también y susurré:

— Sé lo que has hecho con la hermana de mamá. — El cuerpo de mi padre se petrificó — Espero que tomes la sabia decisión de irte a la mierda y alejarte de nuestras vidas para siempre. Te doy dos semanas antes de que yo mismo se lo diga.

Mi padre seguía en estado de shock. Busqué a Jungkook con la mirada y me extendió su mano, la tome y juntos salimos de aquella casa, conscientes de lo que acabábamos de hacer.

— Fuiste muy valiente, ángel. ¿Seguro que no te arrepentirás?..........A pesar de todo es tu familia — La voz de Jungkook era débil. Era obvio que temía mi respuesta.

— Ahora tú eres mi familia.

(...)

Después de la discusión que tuvimos en la mansión de Jungkook, Baekhyun me ofreció vivir con él en su departamento. Él vivía sólo así que no habría problema. La convivencia sería un poco incómoda pero no tenía otra opción. Jungkook también me lo había propuesto pero yo ni siquiera conocía a sus padres y no creo que les agrade la idea de que un extraño viva en su casa.

—Compartiremos habitación, si no te importa, claro.— dijo Baekhyun sacándome de mis pensamientos. El departamento era pequeño pero acogedor. Sólo tenía una habitación pero era espaciosa, dos camas cabrían perfectamente aquí.

—No, está perfecto. — le sonreí.

— Esta bien. Te dejaré sólo debo ir a trabajar.

— ¿Trabajas? ¿Dónde? — pregunté curioso. Yo también necesitaba encontrar algún empleo aunque sea de medio tiempo. Necesitaba comprar algunas cosas y solo contaba con cuatro cambios de ropa.

— En una cafetería que está por aquí cerca, a veces es muy pesado pero la paga es buena.

—¿Crees que haya algo para mí?. No me quedaré aquí sin ayudarte a pagar los gastos.

— Te dije que no era necesario, Jimin. Pero supongo que pueden necesitar ayuda.

Tras lo dicho nos dirigimos a la cafetería donde él trabajaba, el encargado era un joven tan solo cuatro años mayor que yo, pero era amable. No requirió de gran esfuerzo para convencerlo de que me contratara aunque iba a requerir capacitación. Sólo trabajaría en las tardes después de salir del instituto y me haría cargo de atender la caja. Baekhyun y otros tres chicos se encargaban de llevar a cabo los pedidos y eran bastante rápidos.

Después de salir de noche fuimos a cenar a un restaurante donde todo era muy barato, mientras comíamos conversamos a cerca de lo que había sido de nuestras vidas en estos años que llevábamos sin vernos, me contó que no mantenía una buena relación con su madre y que su padre ni siquiera se había comunicando con él en más de dos años. Mentiría si dijera que no sentía lástima por él, pero no era su culpa.

Me dijo también que se inscribió en el mismo instituto que yo, pero no sabía cuando presentarse. Lo anime a que iniciará inmediatamente y también le ofrecí mi ayuda en cualquier cosa que no comprendiera. Así transcurrió una semana, los dos nos dirigíamos todas las mañanas al instituto juntos, como dos hermanitos emocionados. A veces comíamos con Jungkook, los tres conversábamos de cosas triviales y reíamos a carcajadas. No sentía celos ni mucho menos, Baekhyun se estaba convirtiendo en un hermano para mí.

De Yoongi no sabía nada desde aquella noche que me invitó a cenar. No hasta hoy que estaba en la entrada del instituto mirándome fijamente y caminando hacia mí.

Hola hermosuras perdón por la demora pero las compensaré, estén pendientes el fin de semana habrá maratón.

Los amo, bye.❤️