Sábado.
Esa mañana todos se habían despertado muy temprano, incluso Bakugou, a pesar de que ese día debía ir a trabajar en la tarde debido a ciertas movidas del día.
El joven policía aprovechó la mañana para darles de comer a sus perros idiotas y de ocuparse de las cosas de la casa, como lavar la ropa para el día siguiente y hacer un poco de limpieza dentro del primer piso de su hogar, ya que el mismo se hallaba hecho un desastre por culpa de los mismos pulgosos. El día de ayer habían sido víctimas de sus típicos impulsos de idiotez, trayendo tierra seca y mojada del bosque para poder construir "castillos de tierra", pues dentro de la casa no hacía tanto frío.
Bakugou gritó maldiciones durante todo el periodo de limpieza –sin contar los del día de ayer apenas llegó y se encontró con el desastre-, cabreándose más y más cada vez que encontraba montoncitos de tierra debajo de los sillones y dentro de las gavetas de los muebles. Peor aún, cuando encontró tierra mojada dentro del refrigerador que el día de ayer no había, pero que esos bastardos decidieron guardar allí mientras que Bakugou dormía.
"Es para que se mantenga fresca", fue lo que le dijo Todoroki antes de que el mismo recibiera una paliza con el palo de la escoba esa misma mañana.
Bakugou terminó por enfadarse demasiado ese día, mucho más de lo acostumbrado, pero es que esos dos se habían pasado de la raya. Siquiera hubieran jugado con un poco y listo, incluso dejar el desastre sólo en un lugar, pero no. Esos dos no pensaron en sus acciones y decidieron esparcir su porquería por todos lados, haciendo parecer como si dentro de la casa hubiese pasado una tormenta de arena. O en este caso, tierra de bosque, llena de piedrecillas, pasto y hojas secas.
Los híbridos, luego de ser regañados, fueron enviados a apestar al patio. Al delantero o al trasero, no importó; simplemente fueron echados de la casa hasta que el periodo de limpieza física y espiritual de Bakugou terminara.
Aún faltaban unos minutos para que la lavadora terminara su trabajo. Bakugou ya había terminado de limpiar a fondo la sala y la cocina, teniendo que darse el tiempo de revisar el resto de la casa minuciosamente para buscar más rastros de suciedad temiendo que esos retrasados hubiesen metido tierra en otros lugares.
-Voy a matarlos... ¡No saben hacer nada más que cagarme la existencia, maldita sea! –Gruñía a sus adentros sacando la ropa semi mojada de la lavadora y metiéndola con violencia dentro de una canasta.
Sabía muy bien que enojarse y gritar no serviría ni le ayudarían en nada, pero, ¿qué más podía hacer con esos dos idiotas? No podía hacer nada más que regañarlos, aunque supiera que ninguno de los dos le haría caso y simplemente volverían a realizar sus estupideces más tarde. Porque Bakugou sabía muy bien que si obligaba a ese par a realizar TODO lo que él hacía por la casa y por ellos solamente por UN MÍSERO DÍA, estos no harían nada más que cagarla y probablemente terminar incendiando la casa y medio bosque.
Porque esos imbéciles no sabían hacer nada incluso si se tomaba las molestias de enseñarle, aunque fuese cosas básicas.
No obstante –aunque no servía de nada, de todas formas-, posiblemente lo único que esos dos hacían por la casa era que Kirishima lavaba los platos cuando terminaba último, mientras que Todoroki sacudía los sillones con un paño cuando se encontraba desocupado. Pero tampoco podía alegrarse mucho, ya que esos dos siempre llegaban con sus estupideces a cagarla, siendo estas nada más que Kirishima se gastase todo el contenido del lava lozas de una sola pasada sólo porque encontrase divertido jugar con él, y que el emo de Todoroki se quedase dormido sobre los mismos malditos muebles apenas empezaba.
Porque era un holgazán de mierda, y el otro, el de pelos feos, un chico estúpido con cerebro de cachorro de mandril.
Terminó de sacar toda la ropa del electrodoméstico y cerró el mismo tratando de tranquilizarse, sabía que si seguía alimentado su furia matutina no lograría nada más que realizar las cosas mal, y como ya se acercaba la hora de preparar el almuerzo... Realmente no querría tener que lidiar con eso también.
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¡Mamá, me casé con el perro!
FanfictionAU.- Asesinatos, secuestros, robos a mano armada, balaceras, tráfico de drogas, yakuzas, etc. Katsuki Bakugou se había enfrentado a eso y mucho más siendo uno de los mejores policías de su ciudad, asegurando que nada en el mundo podría sorprenderlo...