𝚁𝙴𝙵𝙻𝙴𝙹𝙾𝚂

Capítulo 25°

 "La memoria de los muertos se coloca en la muerte de los vivos"

¤KIERA POV¤

Un líquido helado me recorrió el cuerpo, lo que provocó que despertará exaltada.

El piso era rocoso, frío y húmedo, al parecer el agua trasminaba el suelo, había pequeños charcos en distintos lugares de la habitación, aunque en realidad esto no parecía una habitación, era más una Iglesia enclaustrada en una cueva.

La erosión producida por el agua, dio lugar a la creación de esta cueva.
Habia bancas que distribuían el espacio por todo el recinto, en las paredes de la cueva, por el tiempo se habían creado  pequeños arroyos, de un agua tan cristalina que con la entrada de la luz de la luna, la cueva resplandecia.

Del techo colgaba un candelabro de plata, parecía una gran araña que bajaría en cualquier momento para atacarme, al pie del altar una habia gran cruz de piedra de obsidiana negra que estaba asentada sobre una fuente,  me acerqué para reflejarme en el agua, pero no me veía, en el agua nadie se reflejaba.

Las gigantesca puertas de roble oscuro rechinaron al abrirse, corrí a esconderme tras de una de las bancas, desde donde estaba pude ver que por la puertas  entraron 2 hombres  sólo podía ver sus siluetas  ya que por lo poco iluminado que estaba no los distinguía claridad.

Se arrodillaron al llegar hasta la cruz y el altar, mientras un  tercer hombre llegó más se quedo de pie mirando el altar.

- Miguel, Rafael.

Fruncí el ceño al escuchar los nombres que esos no eran nombres bíblicos.

-Dime que están mintiendo Miguel, ella no pudo haber muerto.

-Lo siento Azrael- el hombre rubio se levantó con una elegancia y rapidez que me sorprendió.

-¿Porqué lo hicieron? Debía ser yo quien la matará, ese era mi asunto, no el suyo.

-Calmate Azrael, él nos lo pidió, además no lo tienes nada  contento, tienes bien sabido que  involucrarse con humanos está prohibido- le dijo él castaño furioso.

-Lo sé Rafael, pero no era humana.

Él castaño lo miró aún más furiosos y escándalizado si eso era posible.

-Mucho peor aún, Azrael, con  los hijos de los nefilim no debemos procrear, de hecho con nadie debemos hacerlo, está prohibido para nosotros enamorarnos, los sentimientos sólo fueron creados para los humanos.

-Crees que no lo sé, pero recuerden que cada 100 años me hago un poco más humano, siento su dolor, veo lo que hacen, también puedo sentir, no soy de piedra.

-No deberías hacerlo, ellos no lo merecen.

Del altar sentado en un trono estaba un hombre, por un segundo pensé que era una estatua, la armadura negra que llevaba crugio cuando se levantó, de su espalda sobresalía el mango de una espada plateada.

Se acercó hacia ellos con un andar y mirar que daba miedo.

-Gabriel- siseo el pelinegro molesto.

-Deberia moderar tu tono, mocoso- por la forma en que se miraban se notaba que no se llevaban nada bien.

-¿Qué rayos haces aquí?

-Debes tratarme con más respeto niño, ¿con quien crees que estás hablando?. Veo que tu nueva versión de reencarnación es más idiota que la anterior.