Kiera Danvers acababa de aceptar que su vida seria de lo más normal, cuando comenzaron a sucederle cosas inesperadas.
Una de ellas Blake Allen, el chico nuevo, sexy y atractivo, él más deseado de todo el instituto Roosevelt High y el dolor de c...
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"La verdad es que todo el mundo te va a herir. La idea es encontrar por los que vale la pena sufrir." BobMarley
Resoplé por enésima vez en pocos minutos, ganándome una mirada de suspicacia del muchacho que se encontraba detrás de mí en la fila.
—Avanza mujer que muero de hambre— Dylan me dio un leve empujoncito con su charola.
—Ya voy no molestes— Estábamos en la fila de la cafetería esperando por nuestro turno.
—¿Sabes qué hora es? — la fila casi no avanzaba y nosotros moríamos de hambre. James, Cee y Owen estaban frente a nosotros.
—¿Acaso soy un reloj de pared?— James me miró ofendido.
—¿Qué sucede hoy contigo? Estás más agresiva que de costumbre.
—No molesten, habló en serio — me volteé para recargarme en Jonathan.
La verdad no había dormido muy bien por eso mi humor de perros y si le sumamos que tenía hambre, la combinación perfecta para él desastre.
Durante las clases estuve distraída y bastante nerviosa de encontrarme a al loco de ayer, no sé porque pero de sólo recordar que su simple presencia rondaba por el instituto me ponía nerviosa.
—Te noto cansada— me dijo Owen, mientras estaba recargada en la espalda de Jonathan intentando no quedarme dormida.
—No dormí por culpa de... un proyecto, y las clases estuvieron horribles— me quejé, no les diría la verdad para que preocupar los más.
—Falta poco para ser graduados— me consoló, la graduación era lo que menos me preocupaba ahora.
—Lo sé— dije aún con pucheros.
—Yo sé que te va alegrar el día— me dijo sonriéndome traviesamente Cee. —Ahí viene tu novio.
Inmediatamente me pare bien y arregle mi camisa y mi cabello, con mi maquillaje no podía hacer nada, esperaba estuviera perfecto.
—Hola Edward— le dijo James en cuanto llego a nosotros.
—Hola chicos— le sonrió de vuelta.—Venía a preguntarles si podría robarles unos minutos a Kiera.
—¡¿A Kiera?!— dijeron todos al unísono sorprendidos, incluso yo también me sorprendí.
—¿A mí? — me auto-señales, hablaba en serio, digo que me pellizquen por que no me lo creo.
Kylee pareció pensar y me pellizco, brinque adolorida por lo que le di un manotazo.
