Kiera Danvers acababa de aceptar que su vida seria de lo más normal, cuando comenzaron a sucederle cosas inesperadas.
Una de ellas Blake Allen, el chico nuevo, sexy y atractivo, él más deseado de todo el instituto Roosevelt High y el dolor de c...
La foto que se encontraba en mis manos era la misma que había visto en la habitación de Blake aquella vez que me llevo a su casa.
La mujer de cabello rubio que le resplandecía con el sol, ojos verdes que reflejaban alegría, mejillas rosadas y una gran sonrisa, era ella, la recordaba a la perfección.
-¿Y ella que tiene que ver conmigo?- le pregunté a Krishna, está estaba montada en una escalera bajando de un estante un libro.
-¿Ya la has visto antes?.
-Si, en la casa de Blake- dije acomodando la foto en la mesita de té.
-¿Cómo? Apuesto que la tiene en su habitación- me miró expectante casi mofandose de la situación, yo sólo asentí y Krishna casi se cae de la escalera. -Dumnezeu! acel idiot nu o depășește încă.
*¡Dios! ese idiota aún no la supera.*
-Pues parece que no - le conteste encogiendome de hombros.
-¿Me entendiste?- volvi asentí, creo que era lo único que hacía, Krishna me intimidaba, no lo negaré. -¿Dónde aprendiste a hablar rumano?
La mire sin entender a que se refería, hasta que caí en cuenta.
¿Qué rayos? ¿Cuándo? ¿Qué?
-Yo no se hablar rumano.
Krishna me observó detenidamente casi podía sentir el escaneo mental que me hacía.
-¿Crees en las vidas pasadas, Kiera? ¿En la reencarnación?, ya sabes ese tipo de cosas- inquirió haciendo un ademán con su mano como restándole interés a el asunto.
-Ehh... pues no soy muy creyente de eso... además- fui interrumpida por Krishna que del estante sacó un libro azul oscuro.
- Aquí está, te puedo contar una historia Kiera.
Por el tono que lo dijo no supe descifrar si tener miedo y salir corriendo o curiosidad y saber de que se trataba.
-Okay tomaré tu silencio como un si- Brinco de la escalera para caer de pie al lado del diván y recogiendo la falda del vestido se sentó en su mecedora colgante.
Yo por otro lado me acomode en el diván, la espalda y el cuello ya habían dejado de dolerme.
*No, dileque no te cuente nada.*
Brinque como un resorte cuando escuche su voz, voltee para todos lados pero no había nadie más que Krishna y yo en la habitación.
-¿Te sucede algo, Kiera?
-Bue... bueno yo.
*Dile que estás bien*
Un escalofrío me recorrió por toda la columna.
-¿Qué diantres?, ¿Krishna de casualidad hay alguien más en está habitación?- decir que estaba asustada era poco. Ella negó frunciendo el ceño. -Llamame loca pero podría jurar que escuchó la voz de... Blake.
-Ese bastado, B no te metas en esto, termina tu sucio juego y sal de la mente de Kiera o juro que terminarás despertando desnudo en el himalaya.
*Sabes muy bien que no siento frío ni calor, así que...*
-Te castraré mientras sigues dormido, y créeme que eso si lo sentirás- lo amenazó, Krishna estaba realmente molesta. -Asi que métete en tus asuntos y desaparece de aquí.
*Técnicamente estoy...*
-¡WILLIAM BLAKE ALLEN! ¡LARGO DE AQUÍ!- de pronto de sus manos comenzó a salir escarcha de color verde.
Estaba hipnotizada viendo los color cuando algo en el techo llamo mi atención, era un especjo del tamaño del cielo razo nos cubría, pero no fue hasta que vi mi reflejo en el espejo que me percaté de algo extraño, moví la mano y la persona del reflejo lo hizo también.
-¿Krishna que rayos significa esto?- dije señalando el espejo.
Ella me miró sin entender hasta que se dio cuenta de lo que le señalaba.
-Bueno ya que no está el entrometido de Blake, creo que es hora de que hablemos de... tus vidas pasadas- dijo comenzando a caminar a mi lado.
Alcé una ceja
-¿Mis que...?- Yo me paré y la miré con el ceño fruncido.
-Ya sabes lo que dicen que cuando mueres sabes que ya estabas preparado para ello. Todos en algún punto esperan reencarnar, volver a vivir de nuevo. Saber que fuimos en nuestra vida pasada. Pero la pregunta aquí es: ¿Quién fuimos en la vida pasada y quién podremos ser en la siguiente?
La mire si entender aún más.
Ella me tomo de la mano y me llevo frente a un espejo.
-¿Qué ves ahí?
En el espejo estaba una chica de cabello pelirrojo, ojos verdes, de estatura promedio, tan pálida que asustada no se notaría la diferencia, ya que la ropa que llevaba estaba echa tirones y había sangre por doquier.
En pocas palabras me veía a mí en el espejo.
-Soy yo.
-¿Estás segura?- asentí -Mira fijamente.
Fije mi mirada en el espejo de pronto algo cambio en un destello mi cabello cambio a rubio, mis ojos seguían verdes pero un tono más oscuro, mi estatura era más alta, era ella.
Me aleje del espejo asustada.
Choque con el sillón y caí al piso, esto debía ser una broma.
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