La sociedad para Todoroki Shoto era una mierda, así de simple. Una sociedad en la que el tan sólo nacer en la categoría equivocada podía condenarte a una mala vida, un ejemplo fue su madre que nació Omega.
Los Alfas y Omegas eran por naturaleza cambia formas, sin embargo los últimos mencionados ni de cerca tenían los privilegios que un Alfa tenía. Los betas en cambio tenían una buena vida, parecida a la de los Alfas a decir verdad, con trabajos, hogares propios, autos y más.
Algo que la mayoría de Omegas no tenía.
La mayoría de los Omegas desde su nacimiento o años después de este eran abandonados a merced del gobierno o compañías independientes, pues mantener a uno equivalía a pagar altos precios por simplemente conservarlo como si de una mascota exótica se tratara.
En otras palabras tener a un Omega era todo un privilegio, algo que podía demostrar tu estatus social si así uno lo quería, pero en si eran parejas, parejas literalmente entrenadas para ser serviciales a su amo sin excepciones.
Estaba mal, y era por ello que Todoroki prefería quedarse solo o conseguirse a una beta antes que comprar un Omega, ya que eso no sólo significaría traer a una persona con collar y correa, sino que también significaba apoyar a aquellas tiendas. De todas formas los gastos para él no eran un problema.
De hecho, en ese momento se encontraba leyendo un libro en una banca del parque más cercano a su hogar. Su mirada curiosa por su alrededor de vez en cuando se desviaba de las hojas y se paseaba por su panorama, viendo como niños jugaban y como otros paseaban a sus Omegas, ya sea en forma humana o animal.
Los Omegas cambiaban a animales domésticos, ya sea perros o gatos incluso conejos. Los Alfas en cambio cambiaban a tigres, leones o lobos, como él. Un lobo albino de ojos grises, ya que su ojo azul se volvía gris al cambiar.
—¡Oye Todoroki!— llamó una voz, el Alfa al voltear s encontró con uno de sus compañeros del trabajo. Eijiro Kirishima entraba en escena, pero no estaba solo y eso era nuevo —Mira lo que conseguí.
—Un Omega— contestó, Kirishima le dio una de aquellas sonrisas que enamoraban a cualquiera.
—¡Sí, como el hombre que soy me conseguí compañero!— contestó el beta, levantando a un perro pomeranian del suelo. El Omega gruñó en respuesta, acto seguido mordió la mano del beta.
—¡Auch, calma Bakugou!— exclamó dejando al pobre en el suelo, este de inmediato comenzó a morder el collar que presumía una dorada placa con el nombre y dirección de su comprador para liberarse —No es justo que me trate así, no sabes el papeleo que tuve que hacer para conseguir el permiso, aparte de los costos— mencionó, Todoroki asintió al saber su situación.
Los betas no solían tener Omegas, por los problemas que implicaba el tener un permiso que los Alfas no requerían por el simple hecho de ser Alfas. Un papeleo que tomaba alrededor de dos años en ser completado, y que finalmente te daban de tener un Omega a tu lado.
Mantener a un Omega mayor de quince ya no era problema, pues los costos por su mantenimiento que se llevaban al cabo cada mes ya no eran tan extensos. Más bien lo eran antes, un táctica para obligar a aquellas familias incapaces de mantenerlos a dejarles.
—Es un salvaje, pero yo me lo busque porque me lo advirtieron— confesó el pelirrojo con su afilada sonrisa, la cual se encontraba apenada.
—Devuélvelo— comentó igual de directo que siempre, Kirishima saltó en su lugar.
—No, sabes lo que pasaría— contestó con una mueca esta vez, pues los Omegas que se devolvían por segunda vez eran considerados defectuosos y por ello eran ejecutados. Si lo devolvía sería la segunda vez de aquel pomeranian.
Hubo un silencio entre ambos, en el que el único sonido era el de los ladridos agudos pero molestos del que se encontraba en su forma animal.
—Oye, sé que no te gusta este asunto pero me preguntaba si podrías acompañarme a comprar algunas cosas para este pequeñin— inquirió, retomando su buen humor.
Todoroki simplemente asintió, iniciando la caminata a la tienda de Omegas.
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¡Omega en venta!
FanfictionSimplemente no lo pudo evitar, y lo compró aún sabiendo que estaba mal e iba en contra de sus principios. . . . ¡Hola!, aquí vamos con otra historia, es yaoi, si no te gusta sólo pido leas algo más de tu agrado. También me encantaría que ciertos pun...