Al siguiente día cierto chico de cabellos verdes se encontraba esperando, estaba de malas. Por un Beta que le había tirado los perros de una manera realmente descarada. Y aunque sus dos amigas, principalmente Momo le salvaron del insistente hombre, se sentía irritado.
De hecho le habían dado la mitad del día porque su olor comenzaba a alejar a los Alfas del lugar, así que ahí se encontraba él esperando a Shoto, quien extrañamente ya le había prohibido gran contacto con el pelirrojo desde hace días.
Aunque aquello le resultaba extraño, pues él aún no sabía lo que al parecer el chico iba a confesar aquel día a las seis de la tarde.
Cuando el auto apareció en su radio visual y se colocó al frente suyo, él abrió la puerta para entrar. Shoto de inmediato arrugó la nariz, porque para los Alfas y Omegas el olor a rechazo era uno de los peores.
Era un olor que secretaban cuando se encontraban realmente molestos por una presencia a la que rechazaban.
-¿Pasó algo?- preguntó.
-Nada, me dieron mitad del turno- se quejó, pues le resultaba como un insulto en su primer día.
Segundos después de mirar a la nada con un puchero, se acercó a la figura del Alfa que acostumbraba a manejar con sólo una mano, por lo tanto él se aferró a el que s encontraba libre. El Alfa simplemente se dejó hacer, no era fan del contacto físico al menos de que fuese para satisfacer su celo, pero con el Omega que se encontraba a su lado tenía la debilidad de siempre ansiar más.
El camino continuo durante un tiempo hacia el edificio donde el Alfa trabajaba, puesto que sólo se había salido un poco para recoger al menor.
-No te preocupes, son propuestas pacíficas- habló, al sentir a Izuku aferrarse a él cuando vio a tantos protestantes.
Cuando entró, claro que se molestó al ver el cómo muchos se le quedaban mirando a su acompañante. Aunque fue un silbido el que lo sacó de sus casillas, sus pasos pararon en seco y un gruñido de advertencia fue lanzado sin piedad a sus trabajadores que relajaron la raja.
-¿Quién fue?- la respuesta nunca llegó -Él es mi Omega y no dejaré le falten al respeto, así que, ¿Quién fue?
Los trabajadores comenzaron a mirarse entre sí, hasta que un chico levantó su mano.
-Sero... se te hará un descuento éste mes, sin quejas o te despido- habló, y sin más comenzó a caminar tocando con ligereza al chico a su lado en señal de que le acompañara -Lamento eso, Izuku.
-N-no te preocupes, Shoto. Sabes que te quiero a ti- habló entre tartamudeos, el Alfa gruñó complacido y acto seguido se acercó para darle un beso esquimal al de cabellos verdes.
No lo besaría, no sin su permiso.
Cuando el elevador se detuvo en el lugar correcto, ambos salieron.
-¡SHOTO!
-Mierda...- gruñó.
-¡QUÉ CREES QUE HACES!
-Nada, fui por Izuku. No molestes viejo- y sin más intentó sacar del lugar al menor que se encontraba realmente tenso ante la presencia de su padre que soltaba sus feromonas con la intención de asustarle e intimidarlo.
Nadie realizó nada, porque la televisión que se encontraba en el lugar se encendió sin previo aviso.
"En las últimas noticias, el primer ataque de los rebeldes ha hecho presencia. Nunca se había obtenido el nombre de éste grupo, pero se hacen llamar humanos y buscan la igualdad entre las tres castas y que sólo haya la diferencia entre machos y hembras.
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¡Omega en venta!
FanfictionSimplemente no lo pudo evitar, y lo compró aún sabiendo que estaba mal e iba en contra de sus principios. . . . ¡Hola!, aquí vamos con otra historia, es yaoi, si no te gusta sólo pido leas algo más de tu agrado. También me encantaría que ciertos pun...