C A P Í T U L O 2

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×they don't know about us ×

Había pasado una semana desde mi encuentro con Percy pero no lo había vuelto a ver, todos los días había bajado a la playa pero nada. ¿Estaba decepcionada? Creo que sí. A ver tenéis que entenderme, fue una tarde increíble con un chico genial y ni siquiera lo había vuelto a ver,así que sí era bastante decepcionante. Ese día no bajé a la playa hasta la noche y no fui con mi bikini habitual, esta vez iba con un vestido blanco y mis imprescindibles chanclas azules que me quité nada más entrar en la playa.

Me senté en la arena y contemplé la hermosa explanada azul que se extendía frente a mis ojos, la luna se reflejaba en el mar y daba una luz blanca preciosa. De repente sentí a alguien detrás de mí y me giré rápidamente, entonces vi al perfecto chico del otro día que me miraba desde el otro lado de la playa, se acercó lentamente hacia mí; eso me torturó, quería saltar sobre él, abrazarle y pedirle que no se separara nunca de mí pero no iba a caer tan bajo. Llegó a mi lado y se sentó.

-Hoy no has venido a la playa. - ¿pero qué? En serio... Hace una semana que no me ve y lo primero que me dice es eso.

-En teoría sí he venido, estoy aquí. Eres tú él que no ha venido en toda la semana. - mi voz sonó más enfadada de lo que pretendía pero en realidad me molestaba que actuara con tanta indiferencia.

-Sí que he venido pero lo que pasa es que tú no me veías. - lo dijo susurrando como para que no le oyera pero le oí perfectamente

-¿Así qué eres una especie de acosador o algo así?

-¡No! Es que... -se empezó a poner nervioso y no paraba de mirar al suelo, no pude evitar reírme, me miró muy confuso pero justo después sonrió- tienes una risa preciosa ¿lo sabías? -me sonrroje a más no poder y esta vez fue a él a quién le tocó reírse. - También estás hermosa cuando te sonrojas. ¡Pero que digo! Siempre estas hermosa. - y dicho esto me levató, cogió mi cintura y me acercó a él. Apoyé mis manos en su pecho, ese esculpido pecho digno de un modelo- Sally, necesito verte más. Prometeme por favor que nos veremos aquí todos los días, a la misma hora. Quiero disfrutar más de tu sonrisa, de tu risa, de ti.

No pude resistirlo más, cogí sus mejillas y estampé mis labios contra los suyos. Al principio no me correspondió por el asombro que le provocó mi acción repentina pero después me agarró más fuerte a él y su lengua se hizo un hueco en mi boca. Al cabo de un rato nos tuvimos que separar por falta de oxígeno, sus ojos brillaban a la luz de la luna, me sonrió y me dió otro beso pero esta vez con menos intensidad.

-Ahora si que tengo que volver a verte. - los dos nos echamos a reír y me acompañó a casa.

Cuando llegamos ahí le ofrecí pasar y él con mucho gusto aceptó. Le dije que se sentara en el sofá y yo iba a la cocina ha preparar un café, pero cuando estaba en la cocina noté como sus manos rodeaban mi cintura y su barbilla se apoyaba en mi hombro.

-¿Estas cómodo? - intenté aguantar mi risa pero fue un poco imposible. Él simplemente asintió y siguió apoyado en mí.

-Sally... ¿Te gusto? - esa pregunta me pilló un poco desprevenida y me giré para mirarle a los ojos.

-¿Qué? Por supuesto que me gustas, sino no te habría besado como lo he hecho en la playa. - ante mi respuesta me besó, apoyó sus manos en la encimera y me besó como si fuera la última cosa que haría en este mundo. Pasé mis manos por su cuello y fui subiendolas hasta llegar hasta su pelo, enredé mis manos en su negro pelo y de repente sonó el pitido de la cafetera, nos separamos y nos quedamos mirando durante un largo rato. Me separé de él y fui servir el café mientras él se quedaba apoyado en la encimera, mi pregunta es, si no hubiera sonado la cafetera ¿eso habría llegado a más?

El resto de la noche nos quedamos tirados en el sofá, hablando y con algún beso robado por parte de ambos.
-Sally... Prometo que te organizare la mejor cita que has tenido en tu vida.
-He tenido muy buenas citas así que veré si eres capaz de superar el reto.
Me besó y me apoyé en su pecho. Al cabo del rato me quedé dormida y si os digo la verdad, dormí como nunca.

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