C A P Í T U L O 4

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×Womanizer×

Terminé de arreglarme, salí, Percy se acercó a mi y me dió un pequeño beso en la mejilla.

-Es hora de irnos.

Percy me cogió la mano y me llevó hasta su coche. Nos subimos y arrancó. Durante el camino no hablamos hasta que yo puse la radio y empezó a sonar una de mis canciones favoritas, comencé a tararearla hasta que llegó el estribillo y me puse a cantarla, cuando iba a parar por la vergüenza Percy se puso a cantar a voz en grito, no cantaba demasiado bien pero me pareció muy tierno. Al final acabamos los dos cantando hasta que Percy paró el coche enfrente de una hermosa playa pero antes de que pudiera ver algo más, me tapó los ojos con una venda y yo claramente me asusté.

-Tranquila listilla, no te voy a hacer nada. Simplemente es para que no estropees la sorpresa.
Me ayudó a salir del coche y me guió hasta la playa.

-Ya te puedes quitar la venda. - me la quité y justo enfrente mío había una mesa con varías velas y unos platos encima. - ¿Te gusta?

En vez de responder me giré rápidamente y lo besé. Fuimos hacia la mesa y cenamos. La cena transcurrió entre caricias por debajo de la mesa y besos robados, al terminar Percy se levantó y me hizo un gesto para que lo siguiera. Llegó hasta el coche y me dijo que me parara, fue hasta un matorral y comenzó a sacar algo de ahí, con curiosidad me acerqué y vi una preciosa moto azul.

-¿Es para mí? - asintió con una sonrisa y yo lo abracé fuertemente. - Espera, esto debe haberte costado un riñón. No puedo aceptarlo, no puedo...

-Por supuesto que puedes, venga listilla quieres probarla. - dió unos golpes al asiento de la moto y me ofreció un casco que casualmente era azul. Me subí a la moto con cuidado de no romper el vestido y Percy se acercó a mí.

-Vale, ahora tienes que...

-Percy se perfectamente como montar en moto.

-Ah... ¿En serio?

-Sip - dije remarcando la p- Ahora sube.

Se subió detrás de mí y arranqué, al principio no se agarró muy fuerte pero cuando cogí velocidad se agarró a mi cintura como si su vida dependiera de ello, porque así era.
Estuvimos bastante tiempo dando una vuelta en la moto, cuanto más tiempo pasábamos ahí, Percy se iba relajando hasta que al final empezó a hacer bromas sobre lo cómoda que era mi espalda.

Al terminar la noche él me acompañó a casa y me entregó las llaves de la moto. Entré en casa y no pude evitar pensar en todo lo que había hecho con Percy, los paseos por la playa, las bromas y las risas compartidas. No quería que esto fuese un simple amor de verano, no quería que esto se quedara en nada y que sea un simple recuerdo. Quería compartir mi vida con él, quería que esta locura durara para siempre, y la verdad es que espero que él también lo quiera así.

Al día siguiente me levanté bastante tarde y de hecho habría seguido durmiendo sino hubieran llamado al timbre. Me levanté de la cama y fui a ver de quien se trataba. Al abrir la puerta me encontré con una chica rubia y bastante despampanante, con muy poca ropa creo yo.

-Tú eres esa tal Sally -menuda voz de pito que tiene, por favor.

-Sí , y tú eres...

-La novia de Percy, obviamente.

-¡¿Qué?! Imposible, él nunca...

-De verdad creías que él te quería a ti, estas de broma ¿no? - soltó una enorme carcajada que lo único que hizo fue hacerme sentir aún más estúpida. - Mira yo solo he venido aquí para decirte que no te acerques más a mi novio. Yo que tú tendría un poco de cuidado con quién me revuelco en la arena. - y dicho esto se fue por donde había venido.

Nuestra historia de verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora