C A P Í T U L O 11

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×stand by you×

Pasaron un par de semanas después de esa noche y Percy seguía en Nueva York, vive conmigo y mientras yo voy a la universidad él se ha buscado un pequeño trabajo en el supermercado de la esquina.

Llevo dos días encontrándome un poco mal pero no se lo he dicho a Percy para no preocuparle. Hoy en la universidad se lo he comentado a una de mis mejores amigas y me ha sugerido hacerme una prueba de embarazo, pero... Es imposible que esté embarazada, la última vez usamos protección, creo... Por si las moscas he decidido que mañana me quedaré en casa para hacerme la prueba tranquilamente y quedarme segura.

Al día siguiente Percy se va a la misma hora de siempre, me da un beso y sale por la puerta para volver a las dos de la tarde.

Decido hacer la prueba cuanto antes. Hago todos los procedimientos necesarios y ahora solo me queda esperar. Los minutos pasan lentamente, mis piernas tiemblan y me muerdo las uñas inconscientemente. Ya. Es la hora. Miro los resultados con nerviosismo y efectivamente ha dado positivo. ¡Estoy embarazada! Me siento en el frío suelo del baño. No se como reaccionar y tampoco se si contárselo a Percy, un mar de dudas me inunda.
El tiempo pasa más rápido de lo que pensaba. Oigo el ruido de la puerta abriéndose y a Percy decir "ya estoy en casa listilla". Me levanto corriendo del suelo y guardo todo lo de la prueba en el cajón del baño.

- Listilla, ¿pasa algo...? - entra en el baño y me ve ahí todavía con el pijama puesto - ¿estás bien?

- Sí, por qué no iba a estarlo.

- Tal vez porque llevas todavía el pijama puesto y parece que ha habido una matanza en este mismo baño.

- Eh... - rápidamente intento salir del baño pero Percy me coge por la cintura impidiendome escapar.

- Sally... Por favor...

Abro el cajón lentamente y le enseño los resultados de la prueba. Me mira incrédulo, vuelve a mirar la prueba y así sucesivamente hasta que dice con voz temblorosa:

- Estás... Embarazada - asiento vergonzosamente, pensaba que se lo iba a tomar a mal pero me abraza entre lágrimas y grita "¡voy a ser padre!" varias veces mientras me alza en vuelo.

Durante la cena hablamos de como podría ser el bebé, su nombre, su sexo... Creo que esa noche fue una de las más felices de mi vida.

Nuestra historia de verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora