Crónicas de una tartamuda

Como evadimos la tartamudez...o la vergüenza

Los tartamudos vivimos haciendo esfuerzos enormes para camuflar la tartamudez, y créanme, aunque puede que no se noten, créanme que cuando les digo que son enormes, es porque lo son.
Imagínate que estás en un restaurante, en donde venden tremenda cantidad de cosas. Desde hamburguesas, hasta platillos exquisitos. Tú ya sabes que vas a pedir, desde que viste ese plato, se te hizo agua la boca, su descripción...su portada...todo se ve genial...hasta que miras su nombre. Un maldito nombre más difícil que esternocleidomastoideo.
Ahora te preguntas ¿y como Carajos voy a pedir esto sin pasar una vergüenza?...ya lo resolveremos...
Llega el mesero a tomar tu orden...primero pide tu acompañante...tu sientes la presión mientras que en tu mente repites la palabra una y otra vez...para cerciorarte de que no cometas un error... ahora el mesero té dirige su mirada...y te dice ¿y usted que desea?...tu presión interna ya hasta te hace sudar...enserio ansías comerte ese plato, pero sabes que no será difícil llegar a el...
Luego de un tiempo de dejar esperando al mesero... llega el momento, el momento de abrir tu boca y decir lo que quieres...
Bueno ¿y ya pensó señorita?
....deme lo mismo que el por favor.
Y en ese instante. Te das cuenta que otra vez tu miedo te venció, que terminaste comiendo algo que no querías por no poder decir el maldito nombre del plato.
Así, así se siente un tartamudo.
Así sucede en clase...tienes la respuesta a lo que preguntó la profesora, la escribes en tu cuaderno...pero otra vez, no eres capaz de decirla.
Luego, en las reuniones con amigos... quieres comentar sobre lo que están hablando, pero sabes que van a tanta velocidad en la conversación, que no hay tiempo para tu intervención, y sabes que si la haces, probablemente solo unos cuantos la tomen en cuenta o si quiera la escuchen, hablas bajo, para así evitar tartamudear.

Así más o menos es por donde van estos esfuerzos, también los tartamudos solemos reemplazar palabras...
Por ejemplo, envés de decir martes, decimos "el día después del lunes" o ese tipo de cosas. Preferimos decir un si o un no a dar explicaciones, quedamos como antipáticos por no responder a las preguntas de las personas...

A los que no tartamudean que estén leyendo esto... les reto a que se pongan en el lugar de un tartamudo por lo menos media hora...a que no aguantan :) (si lo hacen me cuentan como les va)