Crónicas de una tartamuda

Frustración.

Es la mejor palabra que describe a la tartamudez.
Un tartamudo se frustra constantemente en su vida, de hecho, día a día.
Si eres una persona que no tartamudea, probablemente alguna vez hayas sentido que no das la talla, quisieras que te dieran más importancia, sientes que incluso te has decepcionado a ti mismo.
Bueno, si eres alguien que tartamudea, probablemente sientas esto una vez a el día, como mínimo.
Sabes que en todos tus círculos sociales, vas a ser el que menos habla, a el que menos se le escucha, al que más se le ignora. Tu opinión no es tomada enserio, o simplemente la pasan por alto.
Hoy queridos lectores, me ha pasado algo que me ha hecho escribir este capítulo.
Estaba en una tienda, comprando unas cosas, la compra había sido un desafío terrible, pero lo había superado. Justo cuando mi mente celebraba este triunfo, me entra una llamada.
"Me cago en todo" fue lo primero que pensé.
Contesté y al momento me respondió una voz femenina: ¿Hola, hablo con Julia? Bueno, eso supuse que dijo, porque se escuchaba entrecortado.
Sí, dije.
Les contaría el tema de la conversación,   el único problema, es que no la hubo.
Entre la mala señal y mi tartamudez, la señora solo me repetía: ¿hola? ¿Aló? ¿Julia? ¿Porque no me hablas Julia? ¿Me escuchas?
Si, si la escuchaba perfectamente, solamente, que estaba tartamudeando, y ella no lo sabía, creía que no le estaba hablando.

Es una historia sin mucho drama, y un poco tonta la verdad, nada importante. Pero imagínate que te pase esto, en tu día a día, en vivo y en directo con todas las personas a tu alrededor.
Auch. ¿No? Duele un poco, no sentirte en el mismo escalón de los demás, una vez que dices tu opinión, sabes que es solo para ti mismo, porque las personas te van a perder el hilo, se van a distraer,  te completarán la frase con algo diferente a lo que ibas a decir o simplemente acertarán para no hacerte sentir mal.
Y la peor parte, es que sabes que no puedes hacer nada, porque así es el mundo,estamos en un punto en el que básicamente, no tenemos tiempo para vivir, todo lo queremos a un clic, en la puerta de la casa, a tus pies, al segundo, y si es más rápido mejor. Con tu habla no es diferente.