¿17?// CAMREN

capítulo 19

Lauren Pov's

Mi noche iba perfecta, los padres de Camila hablaban animadamente conmigo,
Camila contando sus chistes malos sobre plátanos.
Todo iba bastante bien

Pero lamentablemente las cosas no siempre durán para siempre.
( Cómo Fifth Harmony )

Recibí la estúpida llamada que hace meses no recibía,
¿Porque ahora?
¿Porque hoy que todo estaba llendo perfecto?
¿Porque cuando por primera vez alguien me corresponde se arruina?

Muchas preguntas pocas respuestas.

Hablé con Camila sobre que tendré que salír mañana en la mañana,
Le tuve que mentir para que no se preocupara.

Después de salir del baño, volví a hacer una llamada telefónica.

–¿Diga?

–Vero, necesito que me reserves un boleto de avión para mañana en la mañana.

–¿Lauren? ¿Está todo bien? Creí que regresarías en 2 semanas.

–Lo se Vero, yo también creía eso.

—¿Que ha pasado?

—Es...—Suspire— Es el de nuevo. 

Escuche como Vero maldecia del otro lado de la línea.

—Tranquila Vero, Prometo que será la última vez.

—Eso habías dicho hace meses atrás, O le pones un alto, o se lo pongo yo.

—Se lo pondré yo, tranquila.

—Ahorita saco tu boleto de viaje, mañana que llegues me llamas y pasó por ti al aeropuerto.

—Muchas Gracias, No sé qué haría sin ti Vero.

—Lo sé. —Reimos— Bueno Lauren, tengo que seguir trabajando. Que tengas unas linda noche.

—Tu Igual Vero. —Colgue la llamada—.

Suspiré, fingí una gran sonrisa, y fui a sentrarme a cenar con la famila Cabello.

La cena recién había llegado, y solo me estaban esperando a mi para empezar a cenar.

Me senté al lado de Camila, y del otro lado tenía a Sofía.

Los señores cabello hablaban animadamente, se tomaban fotos, y nos tomaban a nosotras, ellos estaban en su mundo.

—Lauren.

—¿Que pasa Camz?

—¿Esta todo bien?

— ¿Porque no debería de estarlo?

—Hm... Olvídalo mejor, disfrutemos la cena. —Toco mi pierna por debajo de la mesa.

Me estremecí ante su tacto, los movimientos circulares que hacía en ella me ponían mal.

Enlace nuestras manos por debajo de la mesa, y ella me regaló una sonrisa angelical.

La cena pasó tranquilamente,
Reíamos, recordamos cosas, los padres de Camila me hicieron un interrogatorio un poco gracioso y brindamos.

Salimos del restaurante y el chófer ya nos esperaba, la camioneta era un poco más pequeña que la anterior, así que tuve que sentar a Camila en mis piernas.
Habíamos bebido un poco, y sus ojos estaban rojos y pequeños.
Se acomodo en mi pecho como un pequeño bebé, y besaba mi mandíbula.

—Lern... —Dijo con sus ojos cerrados.

—¿Que pasa cariño?

—No quiero separarme nunca de ti, estoy segura de que eres el verdadero amor de mi vida. —Despues de eso se escucharon unos pequeños ronquidos.

Sonreí y por dentro estaba hecha mierda, no podía fallarle a Camila, ella era todo lo que siempre busque, mañana en la mañana tendré que irme a el aeropuerto, no sé cuánto tiempo estaría lejos de Camila, ella se va en 2 semanas más.

¿Y si ya no la vuelvo a ver jamás?

Llegamos al hotel y todos bajaron un poco mareados.

—Dejame Ayudarte con Camila, Lauren. —Decia el señor cabello afuera de la camioneta, con la corbata toda deshecha y tambaleándose.

—No hace Falta señor, yo la puedo llevar cargando a la habitación. —Sonreí y él asintió.

Cargué a Camila como una princesa, subimos al elevador y ella seguía durmiendo.

Al entrar a la habitación quité mis tacones, y fuí directamente al  cuarto.

Acosté a Camila en la cama, y le quite los tacones, la acomode bien y la cubrí con una manta.

Me quedé viéndola por unos 5 minutos, y decidí que era hora de empacar.

Saque mis maletas y mis cosas con cuidado de no hacer ruido para que Camila no despertará.

Me dirigí al living, y comenzé a empacar, eran las 2:15 AM.

Después de empacar, me recosté en el sillón y conecte mis audífonos al celular, y solo esperaría a que amaneciera.

Me quedé dormida, Vi la hora y eran las 4:00.
Vi a Camila recostada en mis piernas con una manta de bananas.

—Camz? ¿Que haces aqui? —La movi un poco para despertarla.

—Tenia Frío y miedo Laur, el cuarto es frío y no estabas tú. —Hizo un puchero muy adorable y le besé.

—¿Quieres ir a dormir al cuarto?

—¿Duermes conmigo?  —Enlazo nuestras manos.

—Si Pequeña.

—¿Y me abrazas?

—Todo lo que quieras.

Nos levantamos y nos dirigimos a la habitación.
Nos acostamos y Camila me abrazó la cintura.

—Buenas Noches Camz.

—Buenas Noches Lolo. —Me besó.

Y mañana, enfrentaría mi realidad.