Me arrancó el corazón ↠ jimsu.

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LEER NOTA DEL FINAL, ES IMPORTANTE

El calor me estaba matando, y en estos últimos días ha habido una pepa e sol que te quemaban hasta los huesos, bellísimo. Podía tirar todo este verguero en cualquier momento, marcar la milla e irme de aquí, pero necesitaba la plata, aunque fueran unos míseros soberanos que ni a sueldo mínimo llegaban; peor es nada. Necesitaba de dónde poder mantenerme a mí y primordialmente a mi hermano menor, recién había comenzado su segundo año de la universidad, el carajito le echa bolas, y no quiero que por nada del mundo termine como yo; ganando medianamente algo cortando monte, manteniendo limpio el patio de los vecinos. Aunque solamente era a medio tiempo, ya que en las mañanas me dedicaba a acompañar a Jin en su negocio: vender huevos (y a veces queso llanero) en un puesto en la calle. Al tipo le iba bien, y como buen pana me había ofrecido trabajo para ayudarnos.

Pasaban de las 6 de la tarde y ya estaba camino a mi casa, a pie, no quedaba lejos, ya que los trabajos que hacía únicamente los hacía por ahí cerca, en casas del mismo barrio, porque no tenía carro y me daba caligueva buscar maneras de ir más lejos a trabajar.

Al llegar a la casa dejé las cosas en su lugar, puse el efectivo ganado de hoy en los ahorritos de por ahí, y prendí el celular. Tenía un mensaje de SeokJin: "Te tengo que decir algo mañana, llegas temprano", primero me entró sendo cague, este nunca usa esa seriedad conmigo, mucho menos de enviarme un mensaje sin un término como 'pajúo' 'gafo' 'estúpido' 'mongólico' u otros términos semejantes. Lo primero que se me vino a la mente es que me quería botar, o cualquier otra cosa peor, pero no me imaginé que me diría lo que me dijo la mañana siguiente.

— ¿Cómo que me conseguiste un trabajo mejor?

—Lo que estás escuchando, panita—me respondió Jin terminando de sacar y conectar el punto.

—Coño, sabía que me querías botar, pero tampoco pensé que tan rápido.

—A pues, que no te quiero correr. Solamente que tienes que dejar esto sí o sí, porque el trabajo que te encontré es de tiempo completo y un poquito más—afirmó y se irguió para verme a los ojos.

—Yo lo único que sé hacer es...-

—Cortar paja, yo sé, chico. Precisamente eso es lo que vas a hacer, es en la casa aka mansión de un tipo con el que antes trabajaba, paga ridículamente mucho por hacer prácticamente nada y me parece que te cae de chaquetica.

— ¿No me estás jodiendo?—pregunté todavía impactado, que me saliera algo así de la nada era inusual, y tenía miedo de ilusionarme para que este animal me diga que es de joda.

—Por mi madre santa que no.

— ¿Adónde es?

—Es medio lejos, pero lo más probable es que el tipo te saque una mudanza para que estés más cerca y no tengas faltas.

—Verga, ¿así de bueno es?

A mi pregunta, se comenzó a reír como un loco, se inclinó en la mesa para sostenerse y se agarró el estómago, el chiste del siglo.

—Es un maldito mamaguevo, el comandante de los caretablas, flojo, amargado, insoportable, una piña en el culo. Pero tú eres un amor de gente, tienes paciencia, y necesitas la plata.

En eso último tenía toda la razón, y lo único que se me vino a la mente fue Jungkook, su universidad, su futuro. Si era verdad que este tipo pagaba lo que fuese, me valía verga hasta que fuera chavista, iba a aprovechar.

—Dime cuándo empiezo.

—Hoy, ahorita, ya mismo. Te viene a buscar un taxi, vuela a buscar todos tus peroles y vete.

—Mamaguevo.

Corrí a lo flash para mi rancho a buscar todas las cosas y volví a subir a la esquina a esperar el dichoso taxi. Tardó poco y en menos de lo que canta un gallo me vi en la tremenda casa en la que iba a trabajar. El tipo que parecía el solitario dueño estaba esperando en el porche techado, por lo blanco que era parecía que no sabía qué era la calle, ni salir de su casa en algo que no fuera un carro con aire acondicionado por si acaso. Me bajé del carro y me llegué hasta donde estaba, el patio era bonito, necesitaba trabajo para mantenerlo y podría ser aún más bello.

Fue un rápido intercambio de palabras y presentaciones. Se llamaba Min Yoongi y lo primero que hizo fue darme un formulario para que llenara y pusiera también mi número de cuenta, dándome la opción de transferirme la mitad de mi sueldo y la otra dármela en efectivo. Todo fue de inmediato y apenas espabilé y ya me encontraba en el patio de enfrente de la casa, con todo el equipo adelante y a punto de empezar la jornada, bajo pleno sol de mediodía. Igual a mis trabajos anteriores, con la diferencia de que este tipo pensaba que era una máquina, que ni un trago de agua me ofreció. Y con la diferencia de que mientras trabajaba, mi nuevo jefe no se me salía de la cabeza, por mucha mierda que SeokJin me habló de él, por mucha vaina que me advirtió en una retahíla de mensajes que me envió cuando venía en camino, y por muy jodido que me había dicho que era, me había llamado la atención, como nadie antes. Y se me dio la gana de tener con él más que una relación laboral.

esta historia surgió como una idea de regalo de cumpleaños de anamauvic para deya, ella le prometió escribirle un fic de su shipp favorito y adivinen a quién recurrió para redactarlo.

sabes que no me molesta que me ladilles menor, pero yoonmin, coño, YOONMIN:))))

para explicar mejor: ella me dio la idea inicial, las escenas más relevantes o principales, y yo las escribí. así que, la historia la voy a escribir y publicar yo, pero es toda de anamauvic para deya ;)

FELIZ CUMPLEAÑOS (atrasado) MENORCITA<3