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Solté el tenedor, cabreado. Algunas veces... O tal vez la mayoría de las ocasiones, Taehyung me sacaba de quicio con sus misiones infantiles.

Supongo que aprendí a simplemente ignorarlas, pero se me hacía imposible cuando el mismo problema era causante de un dolor de cabeza: una nueva discusión entre los dos, una pelea que solía ser pan de cada día debido a sus obvios deseos egoístas de ser un come-mierda de la sociedad.

No quería eso para él.

Observé a Kook, a ver si el mocoso se dignaba a comentar algo respecto a lo recientemente ocurrido. Porque eso de demostrar el pedazo de condescendencia y lástima que sentía en aquel momento por Kim me iba a quedar completamente torpe.

Aclaré mi garganta, pero el menor seguía lelo pasando el tenedor por los vegetales. Supuse que no me quedaba de otra, en el fondo sabía cómo iba a terminar todo.

─¿No crees que es una completa inmadurez de su parte?

─Yoongi, no me hagas decirte lo de siempre. Sabes muy bien que no puedes controlar a Taehyung.

─No lo estoy controlando ─sentencié con severidad.

Por supuesto que no lo estaba controlando, joder. En el fondo sabía lo que realmente ese chico deseaba. Dinero, lujos y esas porquerías... No quería creer que yo era un controlador, y tampoco quería creer que Kim nos haría a mí y a Jungkook lo mismo que hizo mi familia.

Me levanté de golpe, no planeaba dejar que los pensamientos me siguieran abrumando. No seguí la conversación con Kook y simplemente tiré los trastes en el fregadero y salí de la casa.

Necesitaba distraerme de las estresantes situaciones por las que me hacían pasar ese par. Porque no lo admitía, más bien evitaba la pregunta, pero quería muchísimo a Kim y a Jeon, más que cualquier objeto material. Y si tenía que arriesgar la vida por uno de ellos... No dudaría. Pero esa no era una opción en esos momentos, ¿qué podría pasar si yo no estuviera ahí para ellos? Para mi única familia.

Finalmente saqué un cigarrillo y lo sostuve con delicadeza entre los labios, mientras tanteaba mis bolsillos en busca de mi encendedor... Sin resultado alguno.

─¡Jungkook! ─me asomé por la puerta─ ¿Y mi encendedor?

─No lo sé, Taehyung fue el último en usarlo ─dijo.

Yo entré de nuevo, irritado. Él muy bien sabía que me desagradaba que lo tomara sin permiso. Me dirigí a su cama, alcé las sábanas y las sacudí fuertemente, provocando que el encendedor cayera sobre el colchón.

Me detuve a analizar el objeto.

¿Por qué de pronto pensaba acerca de todas esas cosas de las que había conversado millones de veces con Kim Taehyung, haciéndolo sentir errado? Cruzó por mi mente la posibilidad de que tal vez yo estaba mal.

¿Estaba frustrando a Taehyung? Él decía "felicidad" con sólo una de sus sonrisas cuadradas, quería proteger eso, ¿pero lo hacía de una manera inadecuada?

Porque tal vez en el fondo yo quería mirar al mundo de la misma manera ilusionada que Tae.

¡No! Me estaba poniendo demasiado sentimental. Yo no estaba equivocado, conocía perfectamente lo que era insano para mis mejores amigos, y Kim no podía entender eso.

Encendí el cigarro, dando una pequeña calada para luego dirigirme a la sala. Jungkook me escrutaba de pies a cabeza, lo que no hacía más que molestarme aún más.

Lo ignoré, y centré toda mi concentración en fumar desatendiendo la penetrante atención de Kook.

─¿Vas a buscarlo?

Le Plume House 🍂 KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora