Capitulo 7

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Tomás se ha puesto extremadamente celoso de Dante, dice que ahora paso mas tiempo con él que con el. Yo prefiero negarlo para que no haya problemas en mi súper reducido circulo social, pero es verdad. Y no me siento mal al respecto, me gustaría recordarle cómo el me cambió por mi hermano hace años, pero no me gusta el conflicto así que no le digo nada.

Amo a Tomás, el es mi mejor amigo (mi único buen amigo) me apoya en todo pero con este tema de la lista no me apoya, de hecho creo que el ya lo olvidó. No la ha mencionado ni una sola vez.

Pero Dante es asombroso. De acuerdo, sé que solo tengo algunas semanas conociéndolo y que nunca debes de cambiar a tu mejor amigo por ningún hombre, pero no miento cuando digo que es asombroso, no hay ni un segundo que no esté feliz cuando estoy con él.

— Solo acepta que te gusta. Yo lo sé porque es obvio, pero quiero que lo aceptes —insiste Tommy con esa voz burlona que utiliza a veces. Estamos acostadas en mi cama. Tengo la cabeza recostada en sus piernas y el está recargada en el respaldo de la cama.

— No me gusta —niego con fuerza a pesar de que es imposible que ella no se de cuenta— es guapo y todo, pero no es la gran cosa.

Mentira. Dante es la gran cosa. Es la cosa más grande. Es la cosa más deliciosa y linda que he conocido y espero con ansias el día que me diga que me ama y me tome en sus brazos y me de vueltas por un jardín lleno de flores mientras mi canción favorita suena de fondo.

— No intentes mentirme a mí porque no te va a funcionar —abro el esmalte rojo antes de que prosiga y empiezo a pintar las uñas de mi mano izquierda en un intento de parecer despreocupada— el chico es perfecto.

— Sí, supongo que lo es —suspiro, incapaz de detenerme— pero me voy a morir y no vale la pena que me guste alguien. Además, hace unos días me contó que le gusta una muchacha de Londres así que... — Me encojo de hombros como si eso no comiera mis entrañas y sigo pintando mis uñas.

— ¿En serio? ¿Te contó cómo es ella? —me pregunta, completamente asombrada, como si no fuera posible que a él le gustara alguien. Termino con esa mano y tomo la derecha.

— Eh, ya sabes, lo usual. Rubia, ojos verdes, linda y dulce, toda una señorita. Probablemente tiene un gran trasero y sus pechos no están caídos como los míos —murmuro con los dientes apretados, dejando salir un poco del veneno que he contenido dentro de mí desde que me contó acerca de ella.

Esa muchacha es todo lo que yo no soy. Obviamente a él le gusta alguien así ¿a quién no? Lo que es dificil de creer es que alguien se fije en alguien completamente imperfecto. Por ejemplo: yo.

— Agh, que común —se queja Tomás. Como siempre tan lindo, pretendiendo que no piensa que ella es perfecta solo por la descripción que le acabo de dar— pensé que tendría mejor gusto. Los pechos parados están sobrevalorados.

—  Seguro la tipa es hermosa —mascullo, más para mí misma que para ella, con los dientes apretados. Digamos que el tema simplemente no me gusta.

Mi celular vibra en la cama antes de que caiga en depresión por el hecho de que Londres está lleno de mujeres bellas con las que no me puedo comparar. Cierro el esmalte y tomo mi celular, contestándolo sin siquiera ver el nombre porque sé que es Dante.

Nadie más me llama.

—Hola —contesto con una sonrisa intentando no sonar tan emocionada como me siento.

Hay algo que se llama dignidad... yo nunca la he tenido, pero he escuchado maravillas acerca de ella.

—Hey ¿Cómo estás hoy, señorita? —me pregunta, exagerando su acento para mi deleite, haciéndome reír.

Everything has a solution | DALLY | Kally's MashupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora