𝓹𝓪𝔂 𝓶𝓮 𝓪𝓽𝓽𝓮𝓷𝓽𝓲𝓸𝓷! © (YoonMin) +18

XIV

Minnie 🩶

"¿Llegarás temprano?"

Yoonie (Máster) 🩶

"¿Tienes planeado algo?

Minnie 🩶

"No... Solo quería saber."

Visto: 7:00 pm

YoonGi entro a la casa sonriendo, la última noche había sido hermosa y aunque a la mañana siguiente volviera a tener cuidado cuando tocaba a Jimin este seguía deseando su toque una vez más, llego hasta el punto de darle un beso antes de que fuera a trabajar.

YoonGi miraba todo con cautela hasta que un fuerte olor a quemado llego desde la cocina y comenzó a preocuparse, Andrew nunca había quemado algo en su vida. Cuando llego a la cocina una carcajada fuerte salió de su pecho. Andrew estaba dándole en la cabeza con una cuchara de palo a Jimin mientras este todo lleno de chocolate sacaba un pastel quemado del horno al igual que los otros cinco que tenía en la mesa, uno estaba muy crudo o el otro estaba muy duro, uno le había echado mucha leche y al otro le había echado sal por accidente, este último, quemado.

— ¿Qué es lo que ambos están haciendo? — Pregunto YoonGi mientras se acercaba a ambos, pero con su vista solo en Jimin el cual estaba sonrojado avergonzado aún por la noche pasada.

— Jimin me pidió que lo ayudara a hacer un pastel de chocolate para ti. — Andrew sonrió al darse cuenta en cómo ambos se veían, al parecer ambos estaban sanando poco a poco. — Yo creo que tengo que hacer unas cosas, ¿YoonGi? ¿Por qué no le enseñas tú cómo se hace? —

YoonGi sonrió ante lo lindo que su niño se veía todo cubierto de chocolate y harina. Asintió lentamente y espero a que Andrew saliera de la cocina para acercarse al chico.

— Te ves bien... Bastante hogareño. — Jimin se rio por lo bajo y se acercó a YoonGi también, cuando este estuvo cerca embarro en la mejilla un poco de chocolate en YoonGi y se alejó riendo. — Muy gracioso, Jimin.

Con sus dedos YoonGi tomo el chocolate que tenía en su rostro y se lo comió bajo la vista de Jimin el cual se sonrojó y desvío la mirada.

El corazón de Jimin corría como loco, YoonGi... YoonGi le robaba el aliento con todo lo que hacía aunque fuera algo totalmente estúpido. Lentamente, camino donde estaba él y YoonGi levanto sus palmas para que las rozara con sus dedos antes de que se tocaran, pero Jimin lo ignoró y solamente dejo su cabeza entre sus manos sintiendo el calor en sus mejillas suspirando.

— Te extrañé... — Dijo YoonGi en voz baja haciendo que Jimin abriera los ojos, ya que los había cerrado ante su toque.

Jimin lo miro a los ojos y alejo sus manos de su rostro lentamente. YoonGi pensó que tal vez no debía haber dicho eso, sin embargo, sus pensamientos fueron callados cuando Jimin se lanzó a él dejando un beso en sus labios mientras lo abrazaba.

— Yo también te extrañé, YoonGi... —.

YoonGi sintió calor en su corazón al ver la pequeña sonrisa que comenzaba a aparecer en el rostro de Jimin, finalmente, ambos estaban sanando.

***

— Estaba pensando... — Comenzó a decir Jimin mientras ambos estaban sentados en la cama de Jimin jugando con su toque una y otra vez, buscando partes donde le ardiera, pero en realidad todo empezaba a ser cálido. — Teñirme el cabello para Navidad.

— No. — Respondió YoonGi sin más. No quería que Jimin cambiara su bonito rubio cabello.

— Pero... — Jimin trato de pelear al respecto, pero YoonGi le dio aquella mirada. Era una orden de su Señor. — Mi señor, quiero saber el motivo. Por favor.

Jimin le habla con respeto una vez más, ambos recuperando aquella confianza poco a poco a través de pequeños gestos, un paso a la vez.

YoonGi suspiró, era una pregunta justa.

— No quiero que te dañes tu precioso cabello, amor mío. — YoonGi se acercó con cuidado a tocar su cabello y Jimin correspondió con una sonrisa esperando su toque. — Amo tu hermoso cabello rubio y como se ve bajo la luz, tan brillante... Eres brillante.

Jimin sonrió ante lo que YoonGi le había dicho, no quería dejar de ser brillante para sus ojos y pensar que se lo quería teñir de negro a YoonGi le hubiera dado un infarto.

— Sabes... Últimamente, he pensado en mi madre. — El corazón de YoonGi se detuvo y sus manos también. — Quisiera saber o recordar cómo se veía, seguramente era muy bonita. También he pensado en mi padre y en lo que hacía seguro había sido un hombre amable y fuerte, siempre me los imagino así... A veces en mi mente viene la idea de que tengo hermanos menores y me pone feliz saber que pude tener alguien de quien cuidar.

YoonGi estaba congelado en su posición sin decir nada. Jimin nunca había mencionado a su familia en tantos años el que lo haya hecho ahora... ¿Podría estar recordando? Si así fuera eso quiere decir que lo odiaría una vez más por haberle mentido y dicho que su madre estaba muerta.

— ¿Qué piensas? — le sonrió Jimin a YoonGi logrando que su corazón se estrujara.

— Pienso que... Es bonito que sigas pensando de tu familia, aunque no recuerdes mucho, es bueno de que sigas pensando en ellos constantemente, seguro ellos también lo hacen desde el cielo, siempre cuidándote. — Se iba a ir al puto infierno por todo lo que había hecho en esa vida, pero solo quería seguir estando al lado de Jimin. — Eres un ángel, Jimin

Este se acercó lentamente y le sonrió tomándolo del cuello enfrente de él.

— Tú también. — Respondió el menor haciéndole sentir a YoonGi como un puto imbécil.

— Eso no es verdad. — Jimin se negó ante lo que dijo y se acercó para darle un beso en los labios.

— Si lo eres... — Y finalmente los unió con los del contrario.

El beso se había sentido amargo y pesado, como se sentía mi corazón.

Egoísmo, irá, mi corazón se estaba llenando de tantas cosas malas que lo único que hacía que siguiera latiendo era Jimin y sus ganas de amarme con toda su alma.

Sin embargo, le seguía haciendo daño.

— ¿Tienes todo? — YoonGi le pregunto una vez más haciéndole exasperar. — Solo quiero estar seguro de que no se te olvida nada.

— Si no confías en mí mejor lo haces tú. — Jimin lanzo el bolso contra su pecho y rodó los ojos mientras se sentaba en la cama. — Revise y dime que me falta porque según tú sigo olvidando cosas.

YoonGi sonrió de lado y abrió el boldo para luego checar que estuviera todo al igual que en sus maletas.

— Sí olvidaste algo, Minnie. — YoonGi sonrió vencedor.

— Okay, según tú, ¿Que cosa innecesaria olvide? —

— Calcetines, es tu problema si después se te irritan los pies, solo decía...

Jimin pasó como alma que lleva el diablo por el lado de él hacia su habitación donde tomo una montaña de medias y regreso tirándolas todas en la maleta bajo la risa burlona de YoonGi.

— ¿Estás feliz? — La voz de Jimin sonaba fastidiada mientras se cruzaba de brazos y se sonrojaba. — Ya está todo... No me molestes.

YoonGi sonrió acercándose a él tomando su mentón con delicadeza.

—¿Cómo se siente? —

— Caliente— respondió refunfuñando aun sin mirarlo.

— ¿Puedo besarte? — Fue ahí donde finalmente capto la atención de Jimin el cual comenzó a mirarlo intensamente y sonrió finalmente. — Me encanta tu sonrisa...

— Puedes besarme YoonGi. — le concedió finalmente recibiendo aquel delicado beso que tanto necesitaba para calmarse de los nervios que tenía por viajar.

Siempre era así, era totalmente estresante viajar.

— Schiz Ch