XVIII

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—¿Aún sigues pensando en lo que sucedió? — Jimin negó cabizbajo y acarició su propia mano por inercia.

—Él estaba molesto, eso es todo. — suspiró y acercó con el kit de emergencia al cuerpo de Yoongi. — Te curaré.

Yoongi detuvo sus manos y lo abrazó esperando hacerle sentir mejor.

— Yo estoy bien, Jimin. — Este comenzó a sentir las lágrimas salir de sus ojos y abrazo a Yoongi con fuerza.

De todas las cosas que podían sucederle ¿Por qué Jungkook decía cosas como esas?

—Y-Yo...— Yoongi sostuvo su cuerpo más fuerte y dejó que se desahogara.

Él sabía que ese chico traería problemas desde un principio, debió haberlo mandado a desaparecer, pero no lo había hecho por su pequeño príncipe.

Pasaron minutos en los que Jimin solo lloraba en los brazos de Yoongi sin parar, su cara estaba roja y sus labios hinchados de tanto morderse haciéndole sentir terrible a Yoongi completamente. Fue luego de tantas lágrimas que se quedó dormido en sus brazos. Yoongi acarició su cabello suavemente y lo movió hasta dejarlo en su cama tranquilamente durmiendo.

Se levantó con cuidado y desabrochó su camisa negra de vestir poco a poco dejando su abdomen al descubierto, sus venas estaban a la vista y sus nudillos estaban llenos de sangre ajena aún. Jimin soltó suspiros entre sueños haciéndole negar a Yoongi con la cabeza dirigiéndose al baño a darse un baño y curarse las heridas como Jimin hubiera querido.

A la mañana siguiente Jimin se levantó callado, no hablaba con ninguno y andaba cabizbajo mientras jugaba con la comida haciéndole a Yoongi carraspear para llamar su atención.

Jimin levantó la mirada y dejo los cubiertos abajo mirándolo mal.

— No me gusta que juegues con la comida, lo sabes Jimin. — Yoongi lo miraba fijamente y tenía un mal presentimiento en su pecho. Él sabía que Jimin por dentro estaba pensando en muchas cosas y muchas de ellas probablemente no serían ciertas.

Jimin se encogió de hombros y se levantó de la mesa. No quería hablar con Yoongi, al menos no por ahora. No podía ni verlo a la cara y no escuchar a Jac diciéndole lo egoísta y enfermo que era. Necesitaba tiempo para pensar, aunque estuviera lastimando a Yoongi de igual manera.

Yoongi apretó sus cubiertos con fuerza ante la frustración que estaba sufriendo en ese momento, los tiro a un lado junto a la demás comida y se levantó de ese lugar. No tenía tiempo para esas cosas tenía que ir a trabajar.

Tomó su maletín junto a las llaves de su camioneta mientras comenzaba a colocarse los zapatos en la entrada y suspiró, Jimin no vendría a despedirlo.

Salió de casa y su temperamento estaba empeorando, aún no era ni medio día.

Cuando Jimin bajó ya había pasado media hora desde que Yoongi se había ido, revisó cada parte de la mansión asegurándose de que él no estuviera y luego suspiró, no le gustaba tratarlo de esa manera, pero estaba un poco fuera de sí.

Tomó su mochila e intento salir de la casa, tomaría el autobús hasta la universidad o al menos eso planeaba hasta que fue detenido por el chófer de la casa.

—No, no, no, ni lo intentes Minnie. No queremos problemas con el Sr. Min. — Dijo un hombre alto de piel acanelada mostrando sus lindos hoyuelos.

—¡Namjoon! ¡Déjame ir! — El mayor solamente se río del comportamiento de Jimin y negó con su cabeza mientras lo guiaba lentamente hacia la camioneta sin tocarlo.

—A estas alturas de tu vida no entiendo cómo es que creías que podrías irte solo. — Jimin entró a regañadientes en la camioneta y cerró la puerta fuertemente en berrinche. — Todos están de mal humor hoy, al parecer.

𝓹𝓪𝔂 𝓶𝓮 𝓪𝓽𝓽𝓮𝓷𝓽𝓲𝓸𝓷! ©   (YoonMin) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora