Mi cuello se está rompiendo, mi cuerpo se sacude, a veces es tan difícil respirar.
Pero nadie lo ve, sígueme, siempre termino debajo del peso del mundo.
Me desperté exaltada, un ruido estrepitoso se escuchó en todo el lugar dando a entender que una gran tormenta se aproxima, me senté sobre mí cama al ver qué la puerta se abrió sola, lo cual es muy curioso.
¡porque desde que llegué me han mantenido bajo llave! ¿La razón? Ojalá supiera, solté un bufido y caminé descalza hacia la puerta, el frío calaba hasta mis huesos en el momento en que la piel de mis pies tocaba los fríos azulejos del suelo, me encaminé hacia la puerta y la terminé abriendo por completo.
di un salto nuevamente al escuchar otro estruendo del mal tiempo sonar con más intensidad, rechistando de rabia por el susto, salí de mí habitación, no sería escapar, la puerta ya se encontraba abierta.
Caminando por los pasillos aún desconocidos, me di cuenta de que el lugar era algo tenebroso de noche, las paredes estaban manchadas por la humedad, dándole un toque tétrico y macabro para que aquel que es miedoso ensucie sus vestimentas.
Hay cuadros, sillas y un escritorio con papeles encima de colores pasteles.
Al terminar de caminar por ese pasillo, a mí vista aparecieron otros dos, indicando la derecha y la izquierda, no sabiendo que elegir decidí hacerlo de la forma más infantil posible, tape mis ojos con mí manos, y empecé a dar vueltas sobre mis pies contando hasta diez.
—1,5,8,10 —paré de dar vueltas, dejé a la vista mis ojos y empecé a caminar por el pasillo que atiné en mí intento de escoger sabiamente mí camino.
En una de las sillas del pasillo, una niña se hizo ver, sentada y en sus pequeñas manos sostenía lo que vendría ser una muñeca de porcelana, la pequeña se dispuso a cantar una melodiosa canción en un idioma desconocido para mí.
su apariencia decía que era una menor de seis años de edad, pero su vestimenta daba a entender que tenía más edad, tenía puesto un tapado color rojo carmesí lo cual lucía algo mojado, supuse que estuvo afuera en la tormenta, la mire, no sé por cuánto tiempo la estuve observando.
Ella volteó, para mirarme con la misma intensidad que yo lo hacía, solté un gemido de exclamación al no poder procesar lo que mis ojos veían, la pequeña sólo tenía sus labios en su rostro.
Centró de nuevo su mirada en el objeto que tenía entre sus manos, decidí abandonar el pasillo, para volver a mí habitación lo más rápido posible.
—Lo conocerás —ella artículo en voz baja y dulce en cuanto me digné a regresar.
me detuve en seco, no me di cuenta en qué momento empecé a temblar.
—¿A q... quién? —pregunté con un nudo en la garganta.
—A él... —la niña apuntó al otro lado del pasillo.
observé de manera inmediata hacia donde la señalaba, encontrando a un chico dándonos la espalda, dirigí mí vista hacia la niña cuyo nombre desconozco, entré en pánico al no verla sentada en donde se encontraba hace unos segundos, sentí miedo, era como si todo esto fuera una broma.
el chico del pasillo empezó a caminar a pasos apresurados, lo seguí esperando respuestas, pero el ya mencionado desapareció.

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El Chico Usurpador De Mundos
Mystery / ThrillerGeorgina despierta en un lugar desconocido, días después se entera que es un hospital psiquiátrico, que le termina siendo familiar. Le empieza a suceder cosas un tanto extrañas y horrorosas, junto con su amigo Adams que es parte de esas alucinaci...