Cuando Seokjin se dio cuenta de que le gustaban los chicos sintió una sola cosa: miedo. En muchas ocasiones había escuchado a sus padres expresarse horriblemente de las personas que gustaban de su mismo sexo y de alguna manera sentía que al enterarse solo lograría decepcionarlos y por esta razón se había estado negando lo que pasaba hasta que lo acepto.
Tenía 16 años y había un chico en su misma clase que lograba ponerlo nervioso con solo sentirlo cerca, de vez en cuando dicho muchacho parecía coquetearle también y eso no hacía más que alimentar un sentimiento que el quería suprimir a toda costa.
Lee Jae Hwan es el nombre del chico que en aquellos momentos tenía su mundo de cabeza, su primer amor adolescente y por quién de pronto se le escapaban suspiros al responder algún mensaje suyo ganándose comentarios de su madre al estilo "Seguro alguna linda señorita ya conquistó a mi hijo"... si supiera que en realidad era un chico quien lo hacía tartamudear al hablar en persona.
Un día "Ken" como le decían sus amigos, le regalo un lindo tulipán naranja que Seokjin dejó secar hasta que pudo usarlo como separador en sus libros de texto, hablaban durante el descanso, escuchaban musica juntos sentados bajo la sombra de un enorme árbol en un parque... Y un día sucedió.
Seokjin esperaba a su madre afuera de la escuela cuando Ken se sentó a un lado suyo, no era novedad pues ambos chicos esperaban a sus padres juntos así que lo tomo como algo bastante normal
—Espero que no te molestes por esto —Fueron las palabras que le había dicho y acto seguido el joven Seokjin de 16 años sintió los carnosos labios de su primer amor sobre los suyos... abrió los ojos de par en par sintiéndose demasiado sorprendido con la acción.
Pero no tardó mucho en corresponder, cerró los ojos y ladeo un poco el rostro moviendo sus labios torpemente contra los ajenos, ninguno de los dos era experto pero sentía como mil mariposas revoloteaban en su interior. Poco les había importado el hecho de que muchas personas pasaban y varias miradas estaban sobre ellos, claro hasta que la voz de una mujer los saco de su burbuja.
Seokjin se separó en seguida de los labios de Ken sintiendo algunas gotas de sudor frío bajar sobre su frente. Su madre prácticamente se lo había llevado a jalones del lugar y al estar en la casa le grito que no debía tener nada que ver con ningún otro chico, que era antinatural, que era un horrible pecado.
Al llegar su padre a casa y haberse enterado de cada uno de los acontecimientos llego a la habitación de su hijo con su cinturón en la mano y dijo "Quizás esto te enseñe a ser hombre"... el tono que uso, su aspecto tan sombrío logró erizar la piel de su hijo causándole temor.
Rogó que no le hiciera daño pero de nada sirvió pues uno tras otro los golpes se impactaban sobre su espalda y uno que otro en sus piernas o brazos.
Y entonces Seokjin se lo creyó... creía que el no era normal, que merecía lo que había pasado y que tenía que olvidarse de Ken. Fue entonces cuando llego a Seúl.
Pasó el tiempo y claramente no podía cambiar lo que era porque ser homosexual no es una enfermedad que te quitas con una vacuna... le costó entender que estaba bien, que al final de cuentas también tenía derecho a amar.
Por su parte Kim Namjoon sabía de sus preferencias desde pequeño, ninguna niña llamo nunca su atención y a los 12 años preguto a su madre si estaba mal gustar de otros niños como el, sin embargo la mujer, con voz melosa y comprensiva le dijo:
"por su puesto que está bien, tú puedes gustar de quién quieras y enamorarte de quién quieras. Yo ya viví mi vida cariño, estaré feliz con lo que a ti te haga feliz"
Y así fue, tanto su madre como su padre (aunque a este último le costó más asimilarlo), lo aceptaban tal y como era, habían conocido a los chicos con los que Namjoon en algún momento salió y por supuesto que estaban encantados con Seokjin pues a diferencia de los padres del mayor los de Nam conocían a Jin.
Fue una enorme sorpresa para ellos cuando su hijo les dijo que todo se había terminado, que Seokjin lo había dejado y que quizás nunca más volvería a toparse con el.
Pero estaba equivocado. Cuando el destino tiene algo preparado, no importa lo que sea y no importan los obstáculos que se presenten tarde o temprano las cosas se acomodaran tal como estaban destinadas a ser.
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Memories. 🥀 [Namjin]
FanfictionSu conexión era maravillosa, se amaban mas que a nada en el mundo. Pero tristemente los padres del mayor no pensaban lo mismo, hay quien no ve la pureza de un verdadero amor y optan por destruirlo al ir contra sus creencias. Nadie se esperaba que e...