Memories. 🥀 [Namjin]

Lagrimas.

Los segundos pasaban lento al igual que cada una de las imágenes frente a sus ojos, si Seokjin moría... el solo pensarlo le hacía sentir como si una enorme espada le atravesara el alma. Lo amaba, lo amaba más que a nada en todo el mundo y no podía imaginarse el perderlo ahora que podían estar juntos sin preocuparse de que alguien les hiciera daño por eso.

—Déjeme ir, por favor. Necesito saber que estará bien —Dijo con un hilo de voz, lágrimas resbalando por sus mejillas mientras veía como la camilla se alejaba hacia un quirófano y el hombre de bata blanca le impedía el paso.

—Joven, tiene que esperar. Lo mantendremos al tanto —Namjoon quiso seguirlo cuando se fue pero Yoongi se lo impidió y lo abrazo con fuerza.

Era su mejor amigo, claro que al peli-blanco le dolía ver a Namjoon tan destruido, lo abrazaba y sentía como si estuviera tratando de consolar a un niño al que le habían robado algún juguete solo que no se trataba de ningún juguete si no del amor de su vida. Del dueño de sus más profundos anhelos y con quien el moreno ya había planificado todo una vida.

—No me lo pueden quitar Yoongi... no otra vez y para siempre —Murmuró entre sollozos.

Jimin que veía todo desde una silla en la sala de espera sentía como si le estrujaran el corazón. La historia entre esos dos chicos a los que Yoongi les tenía tanto aprecio lo conmovía a pesar de que no los conociera.

—Nam, tienes que calmarte y dejar de pensar así. Se que te estoy pidiendo algo casi imposible en este momento pero te juro que todo va a estar bien, Jin es un chico muy fuerte. —Namjoon asintió sin muchas ganas y con el dorso de la mano comenzó a limpiar sus lágrimas.

El sonido del reloj de pared en el hospital resonaba con fuerza, ¡Tic toc, tic tic!. El tiempo parecía pasar tan lento cuando él deseaba ver a alguna enfermera salir y decirle que había pasado el peligro, que Jin estaba bien y entonces podría correr hasta el y decirle mil y un veces cuan enamorado estaba de el.

—¿Como está?, díganme que está bien —Taehyung entró hecho un ovillo de nervios y desesperación seguido de Jungkook que lo abrazaba por la cintura intentando tranquilizarlo sin mucho éxito

—Está en el quirófano, el médico dijo que nos mantendrían al tanto —Fue Yoongi quien hablo pues Namjoon se encontraba sentado con la mirada perdida, como si su mente estuviera vagando en algún lugar desconocido.

—Hoseok vendrá con algo para beber, esta igual de preocupado pero se mantiene con esa actitud positiva. Todos debemos permanecer igual, Jin estará bien —Dijo Jungkook haciendo una mueca pues odiaba ver a Taehyung triste y no saber muy bien que hacer para calmarlo.

—Tu padre Tae, ¿Acaso el...? —Yoongi no termino de formular la pregunta.

—No, el no estaba enterado de ninguno de los negocios chuecos de mi tío. Pero si está muy preocupado ya que con este escándalo la empresa recibirá grandes estragos... —Y con justa razón, muchos socios se retirarían por mera desconfianza. —Ahora eso no importa

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Las manecillas del reloj parecían moverse en cámara lenta, los deos chicos en la sala de espera sentían los nervios comérselos vivos, Hoseok había llevado un café para cada uno, solamente para hacer la espera más llevadera pero Namjoon solo podía preguntarse cómo un tonto café podría ayudar.

De pronto el mismo doctor que le había impedido el paso al chico de cabellera azabache salió por la misma puerta que se había ido. Quito el cubre bocas y llamó.

—Familiares de Kim Seokjin —Fueron Taehyung, Hoseok y Taehyung quienes se acercaron a la velocidad de un rayo.

—Soy su novio, ¿El está bien? —El semblante en el rostro del médico por un momento los asusto. Pero luego el hombre cambio su expresión.

—La cirugía para remover la bala fue un poco complicada, afortunadamente está no toco ningún órgano importante así que Seokjin está fuera de peligro.

Nada se compara con el enorme alivio que sintieron los chicos al escuchar eso, fue como si les quitaran toneladas de peso de encima.

—¿Puedo... mejor dicho, podemos verlo? —Pregunto Namjoon sintiendo que sus manos temblaban como gelatinas y el corazón amenazaba con salírsele disparado del pecho.

—Por ahora no, Seokjin necesita descansar y justo ahora se encuentra sedado por la anestesia. Pero mañana ya podrán pasar a verlo.

—Gracias —Dijeron al unísono. Por lo menos tenían la seguridad de que Seokjin ya estaba fuera de peligro.

—Me llevaré a Jimin a mi casa, mañana tiene que ir a rendir su declaración y necesita descansar —Yoongi se acercó a los chicos sin soltar la mano del que ahora si, sería su novio y el destino lo quería, algo más.

—Claro, gracias por el apoyo chicos —Namjoon y Yoongi se dieron un último abrazo y Jimin sonrió tímidamente. Quizás debería dejar a un lado ese complejo de inferioridad que sentía al estar con esos chicos, pero apenas los estaba conociendo.

Se despidieron de todos y se fueron prometiendo que irían a ver a Jin en cuando Jimin terminará con el otro asunto.

—Hyung —Jungkook miro a Taehyung quien estaba recargado en su hombro —También deberíamos irnos, necesitas dormir y no le veo el caso a quedarnos si no lo podrás ver hasta mañana.

Taehyung no quería aceptar pero al final se rindió y le hizo caso a Jungkook.

—Eres todo un gobernado —Se mofo Hoseok soltando una pequeña risita, luego Nam se le unió, después de todo el rato en el que la preocupación los invadía era justo que por lo menor una risa se hiciera presente.

—Cállate —Dijo Taehyung con los ojos entrecerrados mientras se alejaba de ellos por el pasillo, tomado de la mano de Jungkook.

—Parece que solo quedamos tú y yo —Namjoon abrió los labios a punto de decir algo pero Hoseok lo interrumpió —No me pienso ir, Jin es como mi hermano desde hace mucho tiempo así que me quedaré a acompañarte por si se ofrece algo

—Entonces, te invito a sentarnos. Será una larga noche