Arrepentimiento.

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Dos días. Habían pasado dos días y no había noticias de Seokjin por ninguna parte, era como si se lo hubiera tragado la tierra y el sentía que moría con cada hora que pasaba.

Mientras tanto Seokjin caminaba por la calle donde lo habían dejado esos tipos, con las muñecas doloridas debido a que lo habían tenido atado, el cabello despeinado cayéndole ligeramente sobre su rostro. Sin duda podría estar peor pero le hacía más daño saber quién era el causante de sus desventuras... algo muy malo tuvo que haber hecho en su vida pasada para merecer todo eso.

—¿Jinnie? —Escucho una voz detrás de él, en seguida supo de quién se trataba así que se giró y se lanzó sin más a los brazos de Ken. A pesar de como habían terminado las cosas con el, guardaba su recuerdo con cariño, después de todo fue la primera persona de la que se enamoro. —¿Que te sucedió?, te llevaré a casa...

—Es una larga historia. Mi vida últimamente parece parte de un dorama —Se separó un poco del chico y limpio el par de lagrimas que se le habían escapado.

—Me lo contaras en el camino, ¿vale?. —El rubio asintió un par de veces, caminaron hasta el auto de Ken en donde ambos se subieron y este condujo hacia el edificio donde sabía que Seokjin vivía.

Y con todo eso, alguien más estuvo al tanto de lo que pasaba y así Jin sintió que estaba involucrando a alguien más y la culpa en su interior creció.

—¿Me estás diciendo que tu padre es un mafioso? —Pregunto totalmente sorprendido. Era un poco difícil creer en aquello pues si veías al padre de Jin parecía ser un tipo bastante correcto, aveces todo eso no es más que una careta.

—Te estoy diciendo eso y que quizás hubiera sido mejor que no regresará a Seúl, ni siquiera debi venir en un principio. —Suspiro pasándose las manos por el rostro sintiéndose inútil y de nueva cuenta, débil.

—Si no hubieras venido no habrías conocido a Namjoon... —Mencionó bajito, estaba un poco celoso pues en el pasado le habría encantado estar en el lugar del moreno, porque una persona como Seokjin valía cualquier riesgo. Era un ángel en toda la extensión de la palabra.

—Y probablemente actualmente estaría casado contra mi voluntad pero no habría metido a Nam y a mis amigos en problemas. Incluso creo que jamás debí recuperar la memoria —No quería culpar de eso a Hoseok porque el lo había llevado a su encuentro con Namjoon solamente porque pensó que era lo correcto. Nadie se esperaba las consecuencias que eso traería.

—No puedes culparte —Ken miro al rubio que yacía a su lado por una escasez de un par de segundos y volvió su vista a la carretera —Nosotros no elegimos los padres que tenemos, quizás los tuyos son los peores pero si te rindes solamente estarías haciendo exactamente lo que él quiere que hagas.

Jin sintió sus ojos picar, lo que Ken le estaba diciendo era cierto pero no podía mentir, tenía miedo de intentar algo más y que quien lo ayudara saliera herido en el intento. Era tan fácil decirlo pero era muy complicado llevarlo a cabo.

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Namjoon se encontraba parado en el umbral de aquella puerta, sus manos temblaron un poco pero logró levantar una de estas hecha puño y golpeó la puerta eres veces. Pasó saliva con un poco de fuerza y entonces, del otro lado apareció la madre de Seokjin que en seguida intento cerrar pero el moreno fue más rápido y se lo impidió.

—Si aún le queda un poco de amor hacia su hijo permítame hablar con usted unos minutos —Habló con voz queda esperando que la mujer cediera.

La expresión de la mujer se ablandó de un momento a otro y abrió la puerta con tanta velocidad que Namjoon se sorprendió, se adentró e hizo una pequeña reverencia. Al poco tiempo ya estaban ambos en la sala.

—Señora Kim... —La mencionada lo miro sin ningún tipo de expresión, parecía desinteresada en el asunto. —Tengo dos días sin saber nada de Seokjin, le juro de verdad que siento que me estoy muriendo al no saber nada de el... es por eso que quiero saber si, ¿Sabe usted algo de su hijo?

La mujer pareció palidecer, su corazón comenzó a latir con gran velocidad. Ella siempre pensó que su hijo era un chico de carácter débil, creyó que al tenerlo cerca podía protegerlo de su marido aunque aveces tuvo que usar palabras demasiado ofensivas contra el, ¿Por qué?. La respuesta a esto es bastante sencilla, siempre vivió con miedo, porque ella también fue golpeada, porque también fue amenazada solo que a diferencia de su hijo ella fue cobarde y siempre hizo lo que su esposo le pedía, era estupido y enfermizo pero prefería ver a su hijo siendo infeliz que, aunque le doliera pensarlo y admitir que hasta ese grado llegaba el hombre con el que caso, prefería verlo infeliz que saberlo muerto.

—No lo sé, deberías dar parte a las autoridades o algo así —Respondió con la voz ligeramente temblorosa, mirando hacia la puerta con insistencia ya que tenía miedo de ser descubierta.

—Lo hice, me dijeron que tenía que esperar 72 horas para que pudieran actuar... yo no puedo esperar tanto. Puede estar sufriendo, me rompe el solo imaginar lo que pueden estarle haciendo —Su voz tembló por un momento y estaba al borde de las lagrimas. No había dormido nada y eso se notaba en sus prolongadas ojeras. —Necesito que si sabe algo, aunque sea lo más mínimo me lo diga

¿Y si esa era su oportunidad de enmendar sus errores?, estaba tan arrepentida de todo lo que había hecho con su hijo que estaba desesperada por encontrar una manera de redimirse.

—Acompáñame —La mujer se levanto y camino con tranquilidad hacia la oficina de su marido, sus tacones resonaban en el piso mientras Namjoon la seguía de cerca... no podía mentir, tenía cierta desconfianza.

—¿Que se supone que hago aquí? —Miro a su al rededor una vez que estuvo dentro del lugar. La oficina era fría y monótona, como cualquier otra solo que en la pared detrás del escritorio había un cuadro familiar. Incluso la expresión de Jin en esa fotografía era neutral.

—Detrás del cuadro hay una caja fuerte —Namjoon frunció el entrecejo y se acercó al cuadro desprendiéndolo de la pared y encontrándose con lo mencionado. Mientras tanto la madre de Jin seguía mirando hacia allá puerta de la entrada.

Le dio la contraseña y abrió la caja fuerte mirando confundido su interior.

—¿Y bien...?

—Ahí están todos sus documentos importantes. Estados de cuenta, escrituras de algunas de sus propiedades, entre otras cosas... saca lo que te sea útil.

Namjoon estaba completamente incrédulo, ¿De verdad estaba escuchando eso?. Pudo jurar que escucho el canto de Ángeles a su alrededor. Esperaba encontrar algo útil.


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Se me había olvidado preguntar, ¿Que les pareció la nueva portada? 💜

¡Gracias por leer!

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Memories. 🥀 [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora