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El héroe felino de París saltaba de un lado al otro esquivando una pelota gigante que le perseguía.

No tenía sentido alguno a decir verdad.

Había estado buscando al akumatizado pero lo único que encontró fue una pelota gigante rebotar y ocasionar caos en la ciudad ¿Las pelotas podían ser akumatizadas? Eso era algo nuevo, porque según sabia, las pelotas no tenían sentimientos. ¿Pero qué podía decir? El tiempo pasa y las cosas cambian, literalmente.

Corría en medio de la calle a cuatro patas con algo de dificultad, la cortada en su mano dolía cada vez que ejercía presión, pensó que el traje cubriendo su herida aliviaría el dolor pero no cambio nada. Para completar, su querida Lady no hacía presencia, ella era la de los planes, ella era la mejor de los dos, la más valiosa.

- ¡Voy a obtener el Miraculous del gatito! - una voz de una niña llegó a sus orejas gatunas, era lejana, pero logró escucharla, quiso dar la vuelta pero la pelota casi pisa su cola en el proceso, por lo que opto por no detenerse hasta encontrar la oportunidad -

- My Lady no debería tardar... ella se fue primero que yo ¿Dónde estará? - se preguntó a si mismo, mirando todas las calles y cruces, buscando un lugar por el cual escapar -

- ¡Te atrape! - un chillido involuntario se escapo de sus labios cuando sus ojos captaron el momento exacto de la niña aparecer de la nada frente suya, por impulso frenó de golpe haciendo inconscientemente lo que quería la niña, la pelota golpeo su espalda y su cuerpo fue mandado a volar estrellándose con un edificio cercano -

Antes de que la pelota chocará nuevamente con su persona tuvo que reaccionar rápido y salir de allí con su cuerpo adolorido. La persecución continuo, escuchando la risa de la niña ahora cerca suya, hasta que de pronto todo cesó y la pelota desapareció.

- ¡Miraculous LadyBug! -

Chat Noir cayó al suelo girándose para ver a su Lady, al parecer el plan de ella era esperar a que la niña se concentrará en el señuelo y atacarla. Como siempre ella era tan perfecta.

- Lamento no decirte nada... ¡Buen Trabajo! - alzo su puño dando una sonrisa tierna y dulce, el felino solo negó con una sonrisa traviesa en el rostro y chocó los puños con su compañera, tanto de batalla como de clases -

Por que si, él conocía la identidad de su querida Lady desde hace un tiempo, pero ella no sabía nada. Fue todo por un descuido de la azabache.

Desde hacía un tiempo sus sentimientos por Marinette se habían vuelto confusos, pensaba en ella como una gran amiga, pero los constantes rechazos de LadyBug empezaban a causarle dolor, se preguntó a si mismo si realmente hacía lo correcto al seguir insistiendo.

Entendió que no podía forzarla a amarlo.

"- Hey Adrien ¿Ya te enteraste que le gustas a Marinette?-"

Aquellos rumores llegaron a sus oídos y sin quererlo comenzó a mirar a su compañera de clase, fijándose en su belleza y en su personalidad, en físico era parecido al de su Lady, pero no era mucho de fijarse en el físico de las personas, lo que le interesaba era el corazón, los buenos sentimientos, y podía ver muchos buenos sentimientos en Marinette.

Le era tan parecida a su Lady que comenzó a dudar.

Un día estando en su mansión tranquilo, un akuma apareció en la ciudad, es parte de su rutina salvar París así que sin dudarlo se transformó para salir por la ventana de su habitación hacía el lugar del desastre, entonces la vio, Marinette corría lejos del peligro sin saber que había captado la atención del héroe felino, transformándose al pensar que no tenía la vista de nadie en su persona.

The Fencer | Lukadrien [MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora