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Una vez más frente a aquella mansión.

Suspiró intentando relajarse, metiendo sus manos en los bolsillos de su abrigo con la esperanza de subir su temperatura, las estrellas se alzaban en el cielo al igual que la luna llena, una bonita noche, lamentablemente el frío no ayudaba.

Adrien le había dicho por teléfono que se vistiera como quisiera, seria algo casual, así que optó por su atuendo favorito, el cual no era irrespetuoso pero tampoco elegante, lo consideraba término medio, el punto era agradarle al Señor Agreste siendo él mismo, no fingiendo ser alguien que no era.

- Buenas noches Joven Couffaine - la voz de Nathalie le sobresalto, se giró a verla sorprendido, ¿En qué momento ella apareció? Correspondió el saludo de forma baja saliendo de su sorpresa, podía ver el vaho de ambos al respirar debido al frío de la noche, parecía como si en cualquier momento fuera a nevar - Pase adelante -

Asintió entrando después de ella a la mansión, en cuanto la puerta fue cerrada, la calidez del lugar lo alivio un poco, aún así no se deshizo del abrigo, seguía teniendo frío. Miró a su alrededor en busca del rubio, no estaba allí, tampoco su padre, no había nadie a excepción de ellos dos.

- El joven Agreste está en su habitación, bajará en un momento, así que lo llevaré al comedor, el Señor Agreste está allí esperándole - informó caminando hacia una puerta, la cual abrió a la par, Luka le siguió en completo silencio, sintiendo como los nervios comenzaban a tomar control de él, haciéndole temblar un poco -

Estaría junto al padre de su rubio, sin Adrien.

Al asomarse por la puerta pudo ver al Señor Agreste, con sus codos sobre la mesa mientras en sus manos entrelazadas recargaba su mentón, parecía que había estado mirando la puerta todo este rato, en espera de verle llegar, trago grueso y miró a Nathalie de reojo, ella no se movía, tan solo le invitaba a pasar de forma silenciosa.

Tal parece estará a solas junto al hombre de actitud fría, eso era mucho peor que estar junto a Nathalie y Gabriel. Así que sin tener otra alternativa, entró al comedor.

- B-Buenas noches Señor Agreste - tartamudeo un poco, maldiciendo aquello mentalmente, no sería buena idea mostrarse nervioso, si no le terminaba agradando, podía usar esos nervios en su contra, lo cual no quería, claramente -

- Buenas noches para ti también y por favor, puedes decirme Gabriel -

Luka quedo en un estado de conmoción, ¿Había escuchado bien? Ese tono agradable y cómodo, junto a la sonrisa tranquila que se formó en su rostro, ¿No han sido una ilusión? ¿Realmente Gabriel Agreste acaba de hablarle de esa forma?. Su reacción fue tan obvia, que fue inevitable para el mayor no reír por ello, burlándose del menor, quien se sentaba de forma lenta en una de las sillas de la mesa, cerca del Diseñador.

¡¿Que había pasado con el Señor Agreste?! ¡¿Y quien era ese hombre?!.

- Te he estado esperando - admitió mientras le hacía una seña a su secretaria, ella simplemente asintió cerrando las puertas del comedor, dejandoles a solas, Luka solo miró aquello en total silencio, sin saber que decir o como actuar - Soy un hombre que siempre va directo al grano y este tema en especial me interesa mucho -

- ¿Que te-tema, Señor? - preguntó sin sentirse con el valor y la confianza de llamar al mayor por su nombre, no se conocían mucho, le parecía muy extraño llamarle con esa confianza, mucho menos ahora, que el Diseñador le había llamado para hablar -

- ¿Te gusta mi hijo? -

Se sintió como si se ahogara con su propia saliva, pudo retener sus ganas de toser por la impresión, quedando en total silencio mientras observaba al hombre mayor sin saber que decir. ¿Había dejado escapar algo? ¿Fue muy obvio? Si ese era el caso ¡No lo hizo con intención! Estar junto al rubio le hacía olvidar cualquier cosa, solo podía centrarse en él y en nadie más que él.

The Fencer | Lukadrien [MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora