The Fencer | Lukadrien [MLB]

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- ¡Estoy muy agradecida contigo, Luka! - gritó por décima vez la de cabello azabache mientras caminaba muy enérgica junto a un tranquilo guitarrista, o al menos así parecía - Realmente lamento meterte en este problema... -

- Marinette ¿Podrías dejar de disculparte y agradecerme? Lo has estado haciendo desde ayer... - aquello lo pidió deteniendo su caminar para mirar a su amiga, ahora novia falsa, mientras daba una leve sonrisa - Me debes un favor ¿Lo sabes no? - miro a la menor asentir y así ambos continuaron su camino a una cafetería -

Luka no estaba tan tranquilo como aparentaba estar, no hace mucho había aceptado sus sentimientos por Adrien, todo bien, pero saber que a tu amiga igual le gusta el modelo y posiblemente él guste de tu amiga, eso destruía un poco sus ánimos. Paso toda la noche despierto sin poder descansar ni un poco, comenzaba a unir los puntos y entender el porque de la actitud del rubio a su persona, celos posiblemente.

Y pensar en lo diferente que pudo haber sido todo si tan solo Marinette no hubiera dicho aquella mentira, tal vez para estas alturas ya Luka fuera un gran amigo de Adrien.

Ayudar a una amiga para que pueda salir con el chico que le gusta podría ser algo normal, pero es algo tortuoso si gustas del mismo chico, el de ojos azules tenía en cuenta la situación en la que se encontraba pero no deseaba ver a su amiga llorar más, con tal de que no llorará haría lo que fuera.

- Creo que es aquí... - murmuró Marinette, quien cabe destacar tenía su cabello suelto y usaba un lindo vestido color rosa pastel, diseñado por ella misma por cierto - ¡Allí esta él! - chillo emocionada mirando a través de la vitrina de la cafetería -

Luka siguió su mirada encontrando efectivamente al rubio esperando, sentado con sus brazos apoyados en la mesa mientras una de sus manos sostenía su mentón, estaba mirando las calles de París con un rostro carente de emoción. El de cabello teñido no podía estar más fascinado por el perfil del modelo pero no tenía tiempo para admirarle durante toda la tarde.

Como todo un caballero fue abrir la puerta de la cafetería escuchando el suave sonido de la campanilla, dejó entrar primero a su hermosa acompañante para luego entrar detrás de ella siguiéndola hasta la mesa donde se encontraba el rubio de ojos esmeraldas.

- ¡A-Adrien! - saludó la única fémina entre los tres llamando así la atención del modelo -

- Buenas tardes Marinette - respondió el saludó con una sonrisa mirando a la azabache sentarse frente suya en la mesa, pero la sonrisa se borró unos segundos al ver a su acompañante - Oh, buenas tardes para ti también, Luka - sonrió nuevamente pero ahora siendo una sonrisa forzada -

Golpe directo a su corazón.

- Buenas tardes Adrien - saludó forzando de igual manera su sonrisa, porque se sentía incómodo y extraño -

- Se que y-ya se conocían y eso p-pero no los había pre-presentado bien, L-Luka es él Adrien, m-mi a-amigo y A-Adrien él es Luka... M-Mi n-novio... - los nervios de la azabache no ayudaban en nada para aligerar el ambiente por lo que la incomodidad era más grande -

- Marinette habla maravillas de ti, Luka - su tono amable se escuchaba muy forzado, cualquiera lo notaría, pero la de ojos azules como el cielo estaba muy nerviosa para notarlo siquiera - Vamos a conocernos mejor... -

La mano del rubio se extendió hacia su persona, así que Luka no tuvo más opción de tomarla, estrechando sus manos en un amistoso gesto, que realmente de amistoso no tenia nada. El agarre se mantuvo más tiempo de lo esperado, quizás por culpa del mayor de los tres, quien se sentía cautivado por la suavidad de la piel contraria y lo pequeña de su mano debido a la diferencia de edad.