The Fencer | Lukadrien [MLB]

25

Todos los invitados se encontraban fueran del lugar del evento, siendo ahora custodiados por la policía quien recién llegaba a la escena, el adolescente de ojos zafiros hubiera deseado volver para ayudar, pero tenía muy claro que seria solo un estorbo para el héroe, así que, sin otra opción, salió justo después de sacar a los demás. Sus ojos no podían despegarse del establecimiento, realmente estaba preocupado por el bienestar de Adrien, sin embargo se vio obligado a salir de sus pensamientos en cuánto alguien le tomo del brazo, una mujer, una que conoció recientemente.

- ¿Donde está Adrien? - se trataba de la secretaria del Señor Agreste, manteniéndose seria, igual que cuando la conoció, pero su rostro de seriedad no podía ocultar ante los ojos de Luka su desesperación y preocupación, dudaba que estuviera de aquella forma solo por miedo a perder su trabajo, por lo que veía, se había encariñado con el rubio, ¿Y quien no lo haría? -

- No lo se, cuando la gente comenzó a correr lo vi salir del lugar, pero de allí no lo he vuelto a ver - explico de forma breve su mentira, intentando actuar de forma creíble y tal parece, lo consiguió, pues la mujer soltó su brazo lentamente - Justo lo estaba buscando, debe estar cerca - dio esperanza, pues no le gustaba preocupar a la personas, pero no podía revelar la identidad del rubio, prometió mantenerlo en secreto y si tuviera que elegir entre morir o revelarlo, elegiría morir -

Nathalie le miró por un breve período de tiempo antes de asentir con su cabeza levemente, agradeciendo de forma silenciosa la información, dando media vuelta para avanzar entre la multitud en busca de Adrien. Luka suspiró, al menos de esa forma ella no se arriesgaría a entrar en el lugar por pensar que el modelo estaría allí, o bueno, esa fue su intención.

Un explosión sacudió a todos los presentes por unos momentos, inmediatamente los policías obligaron a las personas retroceder para alejarse de la zona de la explosión por seguridad. ¿Donde estaba LadyBug? Nadie la había visto llegar, el único que estaba allí adentro era el akuma y Chat Noir, y aunque no desconfiaran del héroe, tenían muy en cuenta de que necesitaba de LadyBug para purificar el akuma y reparar los daños.

Pero después de aquella explosión, nada más sucedió, ningún sonido provino del lugar, todo había quedado en silencio y ante ello, varios policías fueron a verificar la zona, nada, no había nada.

- ¿Desaparecieron? -

- No, tal vez fueron a otro lugar -

- ¿Pero a donde? -

Eso y mucho más era lo que escuchaba Luka a su alrededor, las personas habían comenzando a realizar suposiciones acerca de la ubicación del akuma y del héroe, lo cual aumentó su preocupación aún más, ninguno de los presentes sabia que poderes tenia el akuma, aparte de las explosiones, podía tener cualquier otro poder como por ejemplo, viajar en el tiempo, entre dimensiones o lugares, lo que sería riesgoso y complicado de batallar.

Bajo su mirada intentando ignorar los rumores que comenzaban a difundir las personas, Chat Noir estaría bien, confiaba en él, es lo suficientemente capaz de contener a un akumatizado con o sin LadyBug, no es ningún cero a la izquierda.

- Luka... - una voz le saco de sus pensamientos inmediatamente, reconocería esa voz en cualquier lado, se giró rápidamente encontrando al rubio de ojos verdes que tanto le enamoraba, estaba en perfecto estado, sin ninguna herida visible y sin su traje de héroe, no tardó en acercarse, apartando con cuidado a las personas que se encontraban en su camino, al llegar justo frente suya no dudo en darle un abrazo, aspirando el suave aroma de su fragancia - Tranquilo, estoy bien -

La suave risa de Adrien le relajó completamente, el menor correspondió su abrazó con algo de timidez para tiempo después ambos separarse, mirándose mutuamente. Sin embargó, la expresión calmada del mayor cambió ligeramente por una confundida e intrigada.

- ¿Pero que sucedió? - preguntó pasando con suavidad sus manos por los brazos del menor, brindando una ligera caricia sobre el traje, la situación no tenía sentido ¿Que sucedió con el akuma? LadyBug jamás llegó y por la información que había estado leyendo del blog de Alya, ella era la única de los dos capaz de purificar el akuma -

- Escapó y no tuve tiempo de perseguirla, mi transformación no duraría mucho más - explicó con brevedad mostrándose inconforme por tener que dejar ir a un akuma - Era The Fencer, pero lucia justo como Riposte -

- ¿Riposte? -

- Así se hacía llamar Kagami cuando fue akumatizada tiempo atrás - desvío su mirada disgustado, haber perdido todo recuerdo sobre "The Fencer" no era nada agradable, si pudiera recordarlo mejor tal vez hubiera podido vencerlo ¿Que pensaría LadyBug de él al saber que se le escapó? -

- Hey, no te desanimes ¿Si? - tomó con cuidado su mentón, para de esa forma alzar su mirada y obligarle a verle, sonriendo de forma comprensiva con la intención de que el menor no le de tantas vueltas al asunto - Todo va a estar bien, pronto capturarán ese akuma - le motivó manteniendo su sonrisa, la cual segundos después fue contagiada al modelo -

- Gracias Luka... - abrazó al mayor con cariño, apoyando su cabeza en el espacio entre el cuello y el hombro, hundiendo su nariz allí mientras cerraba sus ojos, sintiéndose cálido entre los brazos de mayor, estaba comenzando a darse cuenta que amaba los abrazos del guitarrista, sentir como sus brazos rodeaban su cuerpo y acariciaba con suavidad su espalda para darle apoyo, eso era agradable -

Más todo ésto sucedió bajo la curiosa mirada de Nathalie

- Lamentó que todo ésto - se disculpó el joven Agreste mostrándose nervioso mientras rascaba su nuca con vergüenza - Ni siquiera has podido decirme de lo que querías hablar... - el de cabello teñido negó con una sonrisa, dando a entender que no le molestaba no haber podido aclarar el tema -

- No te preocupes, sospechó que tal vez mañana estarás ocupado, así que podemos hablar el lunes - miró de reojo a la secretaria, quien se hallaba al lado de su rubio, mostrándose neutra ante la conversación, lo cual sabia que no era del todo cierto, Adrien asintió sonriendo, ansiando que ya fuera lunes para poder saber que era lo tan importante que le quería decir el mayor - Me tengo que ir, mi familia debe estar preocupada -

Se despidió del menor con su característica sonrisa, mientras con Nathalie fue una despedida más cortés, queriendo evitar una mala impresión. El de ojos verdes no despegó de su mirada la figura del mayor alejarse, dando media vuelta para entrar a su hogar en cuánto lo perdió de vista, sin embargo, se detuvo ante la delgada mano de la mujer quien le cuidaba, la cual se posó con suavidad en su hombro.

- ¿Realmente ustedes dos son amigos? - preguntó seria, mirando con atención la reacción del menor, en búsqueda de algún gesto que pudiera determinar si la respuesta podría ser real o falsa, pero la brillante sonrisa del rubio y sus los ojos llenos de amor solo podían demostrar sinceridad ante lo que diría -

- Claro que si - murmuró aún con aquella aura resplandeciente, decía la verdad, claro que la decía, pero en sus palabras podía notar algo más, como si anhelara algo y Nathalie comenzaba a darse una idea de lo que se trataba - ¿Por que lo preguntas? -

- Por nada - apartó su mano dejándolo entrar finalmente, la mujer suspiró frustrada, siguiéndole después para cerrar la puerta, yendo rumbo a la oficina del Señor Agreste, con la intención de notificarle su teoría, lo mejor era mantenerle al tanto y esperar que ordenes le dará ante la situación -

Porque su hijo parecía enamorado y no de una chica.

Realmente ha sido algo inesperado, jamás se pensó que algo así ocurriría, pero el de cabello teñido y el rubio actuaban tan natural, mirándose con amor y ternura, sin sentirse nerviosos, que se notaba que no era algo forzado ¿Ha sido amor a primera vista acaso?.