- ¡Buenos días Mamá! ¡Buenos días Hermanita! - una voz tranquila pero con un toque de emoción saludó a las dos mujeres que hablaban tranquilamente en una mesa mientras desayunaban algo que claramente cocinó la menor de las dos -
- ¿Te sientes bien Luka? - ambas mujeres se voltearon a ver al único hombre allí presente, quien se sentaba en la mesa disponiéndose a comer al igual que su familia, ellas miraban al sonriente adolescente que desayunaba como si fuera normal que despertará de tan buenos ánimos - Tu normalmente te fueras sentado en silencio a escucharnos hablar a Mamá y a mi... - admitió con una leve sonrisa la de cabello oscuro con puntas moradas estando su madre de acuerdo con lo dicho -
- Será que... ¿Finalmente mi niño consiguió pareja? - dedujo Anarka con tono burlón mirando a su hijo, esperando molestarlo con sus burlas, pero él solo la miró con diversión y continuó desayunando - ¡Realmente tienes pareja! -
- Yo no diría que es mi pareja... - murmuró algo avergonzado luego de tragar aquellos panqueques que con tanto esfuerzo había cocinado su hermanita -
- ¿Todavía no son novios Adrien y tú? - se le escapó a Juleka, no pudo hacer otra cosa más que fulminarla con la mirada por decir aquel nombre frente a su madre, porque bien sabia ella no le molestaría que estuviera saliendo con algún chico, pero... -
- ¿Adrien? ¿Estas saliendo con un chico esta vez? ¿Cuando lo vas a invitar para que lo conozca? ¿Es apuesto? - si su madre llegaba a conocer a Adrien por accidente, definitivamente lo iba a bombardear de preguntas un tanto incómodas -
- No somos pareja - aclaró para que aquello les quedará claro a las dos féminas - Al menos aún no... - murmuró para luego escuchar los chillidos emocionados de su madre mientras Juleka solo reía silenciosamente - Ayer quedé en buenos términos con él, quizás por eso me siento un poco motivado -
- Eso es genial Luka, me alegró por ti - murmuró con sinceridad la menor de todos terminando su desayuno para recoger su plato y el de su madre, esperando a que su hermano terminará de desayunar para que ambos partieran directamente al instituto -
- ¿Y cuando le pedirás noviazgo? - preguntó la madre con curiosidad y un toque de emoción en su mirada, bastante interesada por aquel chico que tenía enamorado a su hijo, olvidándose completamente de su desayuno que aún faltaba por terminar -
- Cuando vea que mis sentimientos son correspondidos - respondió simplemente comiendo rápido para que su hermana no se molestará por tardar tanto - Lo que quiere decir que, aún no le diré, así que no empiecen con sus presiones... -
Las dos mujeres se quejaron por ello mientras Luka solo podía reír bajo mientras terminaba su desayuno, fue solo cuestión de tiempo para que lo acabará y se fuera junto a su hermana al instituto siendo despedidos por una tranquila mujer que les deseaba lo mejor en su día.
Ambos hermanos caminaron en total calma y en un silencio cómodo, sintiendo como el viento frío soplaba cubriéndolos completamente mientras las aves cantaban una dulce melodía, definitivamente ese seria un buen día y Luka no tenía dudas de ello.
No llegaron ni muy tarde ni muy temprano a su lugar de destino, por lo que ya habían varios estudiantes en el instituto esperando a que sonará el primer timbre para iniciar la primera hora de clases. Al localizar el grupo donde solían juntarse no dudaron en acercarse a saludar, siendo bien recibidos por todos.
"- ¿Dónde estará él? -" fue lo que pensó Luka de inmediato al no localizar los ojos esmeraldas y el cabello rubio de aquel atractivo Agreste, del cual su imagen no lograba sacar de su mente. Y justo como si lo hubiera llamado apareció este, uniéndose al grupo, con su característica sonrisa dulce y su aura pura llena de amabilidad, su mirada azul no se despegó de su persona en ningún momento, mirando a detalle su apariencia sin dejar pasar nada.
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The Fencer | Lukadrien [MLB]
Fanfic➳Su mirada demostraba ansiedad, ya deseaba ver los hermosos ojos que tenía aquel rubio que practicaba esgrima, al principio, había luchado contra ese impulso de querer verlo, pero era inevitable no despegar su mirada de aquel joven de sonrisa brilla...