¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Clary se había despertado temprano esa mañana. Para ella aún era muy difícil acostumbrarse al horario de Londres. Miró a su costado y vio a su novio durmiendo tranquilamente. Sintió como algo se removía dentro de ella. Alegría y felicidad. De tener la dicha de despertar aún lado de Tom Holland. Miró una última vez al chico, para después ver a Tessa acostada a los pies de ambos. Ya se encontraba despierta y miraba a la rubia mientras movía su cola. Adoraba mucho a Tessa, era una perrita muy noble. Clary se había ganado la confianza de ella.
Agarró su celular para ver la hora, eran las siete de la mañana. Tenía varios mensajes de Chris, donde le decía que le avisara cuando saliera su avión, y que él pasaría a recogerla. Clary sintió un golpe de realidad. Hoy era su último día en Londres.
¿Tan rapido había pasado un mes?
Dejó su celular y se volvió a recostar aún lado de su novio. Intento acurrucarse lo más pegada a posible a él. Quería disfrutar sus últimas horas a su lado.
Tom se removió en su lugar aún dormido y llevó uno de sus brazos hacia la cintura de Clary, para abrazarla. La rubia sentía como su corazón saltaba de felicidad. Miró los gestos que hacía su novio dormido. Clary llevó una de sus manos delgadas hacia el rostro de Tom. Amaba las pecas que tenía Tom, a simple vista no las podrías ver, pero teniéndolo tan cerca como ella lo tiene, si.
Pasó uno de sus dedos por su nariz. Aún recordaba cuando se había caído en el set de Civil War, y se había dislocado la nariz.
Mark Ruffalo y ella no habían dejado de reír. No pregunten qué hacía Mark en el set de Civil War, porque ella tampoco lo sabía.
— ¿En que piensas? — La voz adormilada de Tom sacó de sus pensamientos a la rubia.
— Como sabes que — Tom la interrumpió.
— Estabas sonriendo. — Contestó el chico aún adormilado. Antes de que la chica negara, prosiguió diciendo. — A menos que te hayas acordado de un chiste.
— Me cachaste. — Admitió la rubia, viendo a su novio. — Estaba recordando la vez que te dislocaste la nariz. — Soltó.
— Oh si, estaba que moría de la vergüenza. — Admitió el joven. Clary se encontraba mirándolo con una sonrisa. — Y tu no dejabas de reírte.
La rubia soltó una risa. — Lo siento, no podía evitarlo. — Soltó otra risa.
Tom la miró entre cerrando los ojos. — No le veo lo gracioso a burlarte de los accidentes de las personas, Clarissa Evans.
Clary paro de reír. — ¿Como me llamaste? — Preguntó la rubia.
