XLVII. STAY WITH ME

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XLVII. STAY WITH ME

Las grabaciones de Homecoming habían comenzado y con ello los días pésimos de Clary

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Las grabaciones de Homecoming habían comenzado y con ello los días pésimos de Clary. Apenas llevaban dos semanas de grabaciones, y ya habían sucedido demasiadas cosas. Si la menor de los Evans no se encontraba grabando, se la pasaba encerrada en su trailer o en el hotel descansando. No es que odiará a todos a ahí, pero prefería estar en su zona de confort que no tratar bien a algunas personas. Por qué así era Clary, era directa y si alguien no le agradaba y lo hacía notar. Y así se lo había hecho notar a una de sus compañeras, Zendeya que no parecía despegarse ningún momento de Tom. Algo que molestaba a la rubia. Laura había sido muy amable con ella desde un principio, y pasaba parte de su tiempo con Clarissa. Jacob siempre que podía la hacía reír. Dylan parecía adaptarse con todo el equipo, por supuesto que lo haría, es Dylan O'Brien. Quien en su sano juicio no se llevaría bien con el.




El rostro de Clary se encontraba enterrado en su almohada, con la cabeza hacia un costado, con su computador frente a ella. Se encontraba tapada hasta los hombros con una ligera manta. A través de la pantalla estaba su hermano, Chris, acompañado de Morgan. La novia no novia de su hermano. El primero se encontraba regañando a Clary, asegurándole que lo que tenía era Depresión. La menor de los Evans no había dejado de dormir después de La Cómic Con de San Diego. Prefería mil veces estar acostada durmiendo que hacer otra actividad. Chris aseguraba que era por el final de Teen Wolf, ya que fue una de las primeras series en las que apareció su hermana.



— No me gusta verte a si, Clarissa. Te volviste muy floja, ¿ni siquiera en tu trabajo puedes dejar de dormir?


— Déjame anciano. — Mascullo la rubia. — Estoy enferma. — Y no era mentira. Clary había tomado un resfriado.



— Ya me di cuenta. — Rodeó los ojos su hermano. Morgan a su lado lo codeó para después sonreírle a Clary. — Auch.



Morgan y Chris le informaron a la chica que pronto estarían en el set, ya que sus personajes tendrían una breve aparición. Se despidieron de ella, no sin antes informarle que su amado Toto, la extrañaba.


Clary suspiro y se recostó en su cama. Odiaba enfermarse. Lo odiaba. Lo peor era que fue en medio de las grabaciones  lo cual no la pasaría muy bien. Chris y Scott solían burlarse ella por qué un simple resfriado la tumbaban.





Tocaron la puerta de su habitación. Clary puso pausa al televisor, exactamente en la escena donde Peeta se ofrecía como tributo en el tercer vasallaje de los veinticinco. Si, estaba viendo los Juegos del Hambre. Para Clary esa era su trilogía favorita y amaba a Jennifer Lawrence. Siempre shippearia con toda su alma a Peeta y Katniss. El sonido de la puerta la sacó de sus pensamientos y tuvo que pararse lentamente mientras se ponía sus pantuflas blancas con bolitas de pelusa,  simulando que era un conejo. Camino hasta la puerta sin importar que la vieran en pijama y abrió la puerta. Sus ojos recorrieron a la persona frente a ella. Sorprendida un poco de tenerlo ahí.


— Dylan me dijo que te sentías mal. Así que te traje esto.— Informó el británico con una pequeña sonrisa. Levantó un café y una bolsa de papel color café. Clary siguió observándolo dándose cuenta que traía un suéter de lana gris y unos pantalones chandal. Que le quedaban realmente bien.


Tom comenzó a sentirse nervioso al sentir la mirada azulada de la chica sobre el, ya que no salía ninguna palabra de su boca. Clary y él habían dejado de hablar constantemente después de La Cómic Con. Así que no le sorprendería que la chica cerrara la puerta frente a su casa y tomara las cosas que había traído para ella o gritarle en su cara. Pero no fue así. Clary se hizo a un lado dándole paso a su habitación. Al castaño lo tomó por sorpresa pero rápidamente entró siguiendo a la rubia después de cerrar la puerta. Todo se encontraba con las luces apagadas, incluso las cortinas estaban cerradas evitando cualquier rayo de luz entrara, lo única luz que había era la del televisor.

La rubia se volvió acostar en su cama dejando un espacio para Tom. Puso a continuación la película. El chico se quedó parado sin saber qué hacer. Clary se giró hacia él y habló:


— Solo quédate conmigo.

 𝐄𝐕𝐀𝐍𝐒  → 𝐓𝐨𝐦 𝐇𝐨𝐥𝐥𝐚𝐧𝐝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora