El profe [Markjinson/GOT7]

Different game

Cuando Jackson se despertó después de aquella noche en la que durmió en la misma cama con Mark, todos los pensamientos que escondió en la oscuridad de la habitación volvieron para provocarle una crisis mental. ¿Qué carajos había hecho? ¿Cómo se había mostrado así ante Mark? ¿Dónde quedaron sus impulsos más bajos, sus instintos sexuales innatos, sus deseos y fantasías que ha cosechado a lo largo de toda su vida?

Débil. Así se mostró la noche anterior. Aunque debía admitir que se sintió seguro acunando en sus brazos al chico flaquito de la sonrisa dulce. Se sintió orgulloso al lograr que se durmiera después de la historia que le confesó. Por primera vez había sentido que las noches le pueden ofrecer algo más que sexo. Algo así como una conexión de un alma con otra. Sin embargo, tal vez el miedo o tal vez la cobardía hicieron que alejara esta sensación distinta pero placentera. El viejo Jackson, el de siempre, no iba a permitir ni que el destino ni el mismísimo Mark Tuan se salieran con la suya. Así que, esa misma tarde, se volvió a duchar, se vistió y se perfumó para buscar a la única persona que podría traer de nuevo al verdadero Jackson.

Jinyoung.

Cuando Jinyoung abrió la puerta de su departamento y encontró a Jackson Wang con la misma mirada de animal feroz que obtuvo aquél día en el gimnasio supo que lo que había pasado entre el profe y Mark, el alumno con más suerte en el mundo, había sido un sueño. O una terrible pesadilla, según quién lo mire.

- ¿Qué hacés acá?

- ¿Así es como recibís al profe?

- Dale Jackson, sin juegos.

- Vine a darte el premio consuelo.

- ¿Y por qué tardaste demasiado?

- Porque soy un pelotudo.

Entonces Jackson empujó la puerta del departamento y la cerró violentamente. Se sacó la chaqueta en un abrir y cerrar los ojos y lo mismo atinó a hacer con la camisa de Jinyoung mientras buscaba de manera desesperada los labios rojos y húmedos de su alumno más inteligente.

- ¿Me podés decir cómo sabés donde vivo?

- Espero que tu falta de astucia la compenses con un buen orto...- Saltó el profe entre jadeos y respiraciones entrecortadas. Mientras todo se sucedía rápidamente. Atrás quedaron los pantalones e incluso la ropa interior. Ambos estaban listos para un juego diferente.

- Si ya sabés como es, lo fichaste en la primera clase.- Jinyoung encontró una pausa entre tanto jaleo para responder a la acusación sobre su trasero que le hizo Jackson.

- Quiero, no, necesito comprobarlo con mis propios...dientes.

- ¡Sos terrible Jackson Wang! - Soló Jinyoung, con esa sonrisa maliciosa que tanto incomodaba al profe pero que le daba el toque diabólico al chico irresistible de cabello oscuro y lentes.

Y entonces, empezaron. Jackson lo llevó por todos los rincones de la sala, ya no había vuelta atrás. La lujuria se había presentado al encuentro de los dos y los obligó a danzar de un lado a otro, dando empujones contra una cómoda primero y contra unas sillas después ya que la pasión los estaba desbordando. Hasta que finalmente hallaron el sillón que necesitaban para el acto sexual.

Abrumado por la intensidad de los ojos del profe, Jinyoung observaba como, desde arriba, Jackson saboreaba mentalmente la mandíbula, luego las clavículas desnudas hasta llegar al abdomen bien formado de su alumno ejemplar. Por su parte, el chico intelectual sentía comos sus manos quemaban al contacto con la piel desnuda de su profe.

El contacto de sus bocas, los roces con cada parte del cuerpo del otro, provocaban estupor pero al mismo tiempo excitación. Ya no podían detenerse, habían caído al abismo.

- No aguanto más, date vuelta.- Liberó Jackson, por fin, su deseo contenido.

Y así fue como el profe tuvo un primer plano del durazno de Jinyoung, porque así lo bautizó apenas lo vio: un sabroso y jugoso duraznito. Comenzó besando una de sus nalgas para luego probar con su lengua a qué sabía. Y terminó por morder la misma piel aterciopelada con furia, con fuerza, con maldad.

- ¡Me dolió! - Expulsó Jinyoung aunque en el fondo bien que le gustó.

- Esto es solo el comienzo, Jinyoung.