El barco

398 67 7
                                    

Estaban todos realmente hermosos. Los siete, incluido el profe, brillaban como las estrellas que se alzaban esa noche mientras caminaban por el muelle que los llevaría al yate de Jackson. Una brisa suave a las 10 pm pasaba por al lado de sus cabellos, perfectamente peinados. Pero no podían hacer nada contra el fijador que el profe prácticamente les obligó que se colocaran. Bambam no podía dejar de ver el cabello rubio de Mark. Desde atrás le dijo, al pasar: tengo unas ganas impresionante de meter mis manos en tu cabello. Asustado, Mark se alejó y se fue para el lado donde Youngjae y JB estaban caminando y riendo. Parecían modelos, con Jackson al frente del grupo, como una mamá pájaro y atrás sus pichones que ya no son pichones, no. Estaban a punto de volar ahí mismo, listos para partir y emprender un viaje por el cielo nocturno mientras bajo sus pies la luna se reflejaba en el agua. Visuales los 7, se los mire por donde se los mire, como nunca antes en su vida. El profe sentía que lo estaba haciendo realmente bien, que esta generación de jóvenes que vino a buscarlo aprendía rápido, no tenían miedo y, por sobre todas las cosas, se mantenían ilusionados. Él, por otro lado, también estaba ilusionado. No solo por la fiesta en el barco sino también porque, después de mucho tiempo, se sentía a gusto con ¿Amigos? ¿Acaso podía decir que sus alumnos se estaban convirtiendo en amigos? Jackson conocía a millones de personas pero no podía nombrar a una que realmente considerada un verdadero amigo. Todos acudían a Jackson porque necesitaba su ayuda pero ¿A quién recurría Jackson cuando él la necesitaba? Rápidamente despejó todos estos densos pensamientos de su mente, y siguió caminando, junto con sus chicos, una bandada de perfectos buenos para nada. Pero les tenía fe, sin duda.

- ¿Cómo hiciste para conseguir estos trajes, profe? ¿Cómo sabías nuestras medidas, cuánto calzamos...? - Preguntó un inocente Bambam.

- Desde la primera vez que los ví ya les saqué la ficha. No es algo muy difícil para mí. Con estos ojos puedo ver a través de ustedes.

- ¡Qué turbio... pero excitante a la vez!- Respondió Bam.

- ¿Vos decís que no me van a reconocer con estos lentes?- Inquirió Youngjae, ahora Lorenzo Choi, quién llevaba puesto unos finos anteojos de marco dorado que lo hacía ver más elegante.

- Vos despreocupate, Lorenzo. Además, en un rato todos van a estar demasiado en pedo como para poder siquiera reconocer si lo que tienen en frente es un ser humano o el mástil del barco.

- ¿Escuchaste, Bam?- Saltó Jinyoung.

- ¿Cómo dices que dijiste?

- Dejálo, bro....-Secundó yugyeom a su nuevo mejor amigo. -...No ves que con esa cara de ojete esta noche va a tener más suerte con el mástil del barco que, no sé, con...¡el profe!

Jinyoung se detuvo y fulminó con la mirada a Yugyeom. ¿Acaso podría él saber algo? ¿Pero cómo? Cualquiera que tuviese esa idea debería haber leído su mente o algo así.

- Era una joda, bro. 

- Mejor cerrá el orto pendejo.

- ¡No! ¡Qué lo deje abierto que lo va a necesitar! Escucharon todos, ¡Preparen ese culito! - Retomó Bambam.

- Bueno dejen de joder que ya llegamos. -Expresó el profe.-...Suban de a uno y sean libres de hacer lo que quieran. Y recuerden, tienen toda la noche, no quiero ver a nadie por ahí sentado con cara de orto a la 1AM.

Uno a uno, fueron subiendo al barco. El último en hacerlo fue Mark. Pero antes de que pudiera seguir avanzando, el profe lo detuvo. Lo atajó con una de sus manos. Mark lo miró, con esa mirada suya casi indescifrable pero que transmitía paz. Una mirada de ángel. Jackson aún recordaba la noche en que él se quedó en el hospital para cuidarlo, a través de sus ojos entrecerrarlos pudo observarlo detenidamente. Apenas se inmutaba, tranquilo y sereno jugaba desde su celular, parecía un niño. Aún lo parece. Y cuando no jugaba, se acercaba a la ventana para ver a través de ella. Los ojos de Mark parecían perderse por el horizonte, como buscando algo que aún no sabia muy bien qué era. Y allí estaban otra vez, esos mismo ojos que ahora miraban fijo al profe quién, tambaleándose apenas junto con el viento soñaba con atravesar los ojos de un ángel.

- ¿Estás bien?

- Claro que sí, Jackson.

- Profe.

- ¿Qué?

- Decime profe.

- ¿Vos querés que te diga así?

- Sí.

- Está bien.

Entonces Mark se soltó del agarre del profe, le sonrió y siguió caminando. Jackson podía jurar ver dos pares de alas. Y podría jurar también que esa noche aún no había tomado nada. ¿Por qué Mark lo hacía sentir tan...desconcertado?

El profe [Markjinson/GOT7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora