▶UNO◀

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"Lo Habitual"

La alarma comenzó a sonar despertandome de mi sueño. Di unas vueltas en la cama y me tape con la cobija evitando que los rayos del sol dieran a mis ojos mientras que con mi mano libre intentaba buscar el despertador, para tirarlo o que se yo... y aunque lo hubiese logrado no hubiera sido de gran ayuda puesto que después la puerta de habitación se abrió, dejando que Daniel, mi hermano, entrara a la habitación y se acercara a mí quitandome la cobija.

-¡Ya despierta, niña! ¡O se te hará tarde como ayer!- me empezó a sacudir.
-¿Por qué debería?- intenté verlo mas la luz a la que aun no me acostumbraba me dio al rostro.
-Porque si no, traeré el balde de agua y lo lanzare aqui mismo... tal como ayer.

Fue suficiente el recordar para sentarme en la cama lo más rapido que pude, aunque todavía seguía algo adormilada.

-¡Tienes cinco minutos!- fue lo último que dijo antes de volver a cerrar la puerta.

No me quedó opción por lo que simplemente me levanté y caminé hacia el baño. Abrí el grifo dejando caer el agua y con ella me lave la cara para luego verme en el espejo, con la misma expresión de seriedad de todos los días.
Tomé el peine y comencé a arreglarme el cabello en una media cola, hasta que me senti augusta de como quedó. Para finalizar me vestí con un jean oscuro juntó con una camiseta blanca que era oculta por la polera color azul que me puse segundos despues, agarré mi mochila que tampoco tenía tanto arreglo sino que simplemente era color celeste opaco.

Bajé las escaleras para encontrarme a Daniel sentado en la mesa esperandome, yo di unos pasos hacia allí dejando caer la mochila al suelo para luego tambien sentarme y comenzar a desayunar, con el silencio habitual que Dani intentaba romper.

-y... ¿Que planeas hacer hoy?- buscó un tema de conversación.
-Lo de siempre... ir a la escuela, volver de la escuela, comer y dormir- respondí fría.
-Oye, se que es difícil todo esto, pero deberías buscar un descanso, es raro viniendo de mí, que soy tu hermano y debería protegerte, pero la verdad no soporto el verte aqui todo el día sin hacer nada.
-Es que no tengo nada que hacer, ni tengo amigos.
-Eso es porque no quieres tenerlos.
-Gracias...- me levanté de la mesa terminando de comer - ... pero no gracias, me gusta mi vida.

Respiró hondo y luego también se levantó de la mesa y llevamos los platos a la cocina para luego lavarlos y secarlos.
Terminando de hacer eso, salimos y caminamos hacia la escuela en silencio pues ya era lo habitual.

Llegamos, solo me despedí y entré con dirección hacia mi casillero, puse la clave para abrirlo y guardar algunos libros y sacar otros cuadernos, lo volví a cerrar. Caminé por los pasillos hasta llegar al salón recibiendo la mirada extraña de todos los chicos que se encontraban al rededor, vuelvo a repetir... era algo habitual... el que me tuvieran cierto temor pues cuando alguno intentaba hablar conmigo o acercarse yo le respondía con la seriedad de siempre y cuando lanzaban algún piropo por apuesta u otra cosa, les lanzaba una mirada amenazante que los hacía parar y cuando no les daba el golpe de su vida que en el momento no me importaba en lo más mínimo... no eran capaces de retarme, aún no.

Entré al salón y colgué mi mochila por detrás de la silla para que luego ingresara el maestro con su carpeta llena de papeles que luego acomodó en la mesa para dirigirse hacia nosotros, la mayoría no prestaba atención... lo habitual.

-¡Silencio todos!- exclamó y todos se callaron volviendo a sus asientos - el día de hoy llegará un nuevo estudiante.
-¿Y donde está? -preguntó Mary, solo sabía su nombre y que era una de las chicas más populares en la escuela.
-Ojala supiera, al parecer aún no llega -mencionó y miró hacia la puerta que como si se hubiera invocado, empezaron a sonar leves golpecitos al otro lado de esta - supongo que será él.

Volver a Sonreir || Lloyd x tú [Ninjago]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora